Martirologio Romano: En Burdeos, de Aquitania, san Delfín,
obispo, el cual, unido a san Paulino de Nola con una estrecha amistad, trabajó
diligentemente para rechazar los errores de Prisciliano († c. 404).
Etimológicamente: Delfín = “matador de serpientes”. Viene de la lengua griega.
San Delfín es un santo francés que vivió al final del siglo IV y en los inicios del V.
Fue -sin lugar a dudas- el primer obispo de
Burdeos, amigo de San Ambrosio de Milán, con quien intercambió numerosas
cartas. Fue él quien bautizó San Paulino de Nola, cinco cartas que este
escribió a San Delfín han llegado a nuestros días.
Delfín fue el responsable de la cristianización
católica de Burdeos y territorios colindantes, territorio gobernado por reyes
visigodos fieles al arrianismo. Participó a el concilio de Zaragoza y presidió
el de Burdeos, en ellos, una vez más, se condenó las herejías prisciliana y
arriana.
Fueron días duros para la Iglesia y para él mismo.
Pero confortado por el Espíritu y la alegría de Dios, hizo frente a todo con
suma valentía y rectitud de conciencia.
No se conoce con exactitud el año de su muerte,
pero se sabe que para el 404 era ya considerado como el patrono de Aquitania.
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