Aunque no sabemos qué fue lo que realmente sucedió, lo cierto es que los nombres de san Cesáreo y san Julián figuran en los martirologios primitivos. En Roma hubo desde el siglo VI una iglesia consagrada a San Cesáreo, que es actualmente un título cardenalicio. Dado que las actas son enteramente ficticias, lo único que puede asegurarse (y esto tan sólo por los vestigios de una iglesia primitiva) es que existió y fue mártir. El Martirologio Romano actual ha conservado el nombre de san Cesáreo, pero no el de su compañero Julián, ni la caracterización de Cesáreo como diácono.
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sábado, 31 de octubre de 2020
Cesáreo, Santo
Mártir, 01 de Noviembre
Elogio: En Tarracina, en la costa del Lacio,
san Cesáreo, mártir.
Existía en
Terracina, Italia, la bárbara costumbre de que, en ciertas ocasiones solemnes,
un joven se ofreciese voluntariamente en sacrificio a Apolo, que era el dios
tutelar de la ciudad. Tras un período en el que el pueblo satisfacía todos los
caprichos del joven elegido, éste se ofrecía como víctima y se arrojaba al mar
desde un acantilado. Cesáreo, que era un diácono africano, presenció en cierta
ocasión la escena, y no pudiendo contener su indignación, habló abiertamente
contra una superstición tan abominable. El sacerdote del templo le mandó
arrestar y le acusó ante el gobernador. Al cabo de dos años de prisión, Cesáreo
fue condenado por el gobernador a ser arrojado al mar en un saco, junto con un
sacerdote cristiano llamado Julián.
Etiquetas:
Santoral
Ubicación: La Pampa, Argentina
La Pampa, Argentina
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