sábado, 24 de abril de 2021

Febadio de Agen, Santo

Obispo, 25 de Abril
Elogio: En Agen, en Aquitania, san Febadio, obispo, que escribió una obra contra los arrianos y protegió a su grey de la herejía.
País: Francia - †: c. 393
 
Fue Obispo de Agen, en las Galias, posiblemente el tercero en la diócesis, pero el primero del que se tiene completa certeza. Febadio, junto con san Servacio de Tongres, fue la figura más representativa del nutrido grupo de obispos galos presentes en el concilio de Rímini del 359. Este grupo se distinguió por su irreductible oposición a los arrianos, siendo Febadio el último en capitular en Rímini ante las instancias de los delegados imperiales y firmando la fórmula filoarriana de Rímini sólo tras haber logrado que se pusieran por escrito algunas aclaraciones que, a su entender, atenuaban el acento arriano del documento. Tras estos sucesos, Febadio desaparece de nuestras fuentes, y sólo por san Jerónimo sabemos que era muy anciano en el año 392. Cabe suponer que tomó parte en la ofensiva antiarriana desencadenada por san Hilario en las Galias a partir del 361.

Jerónimo habla de varios escritos breves de Febadio (que confiesa no haber leído) y menciona explícitamente sólo un «Contra Arrianos», que es, asimismo, el único escrito de Febadio que ha llegado a nuestras manos. Es un tratado breve en el que el autor refuta de forma bastante sistemática la fórmula sirmiense filoarriana del 357, y fue escrito, por tanto, a fines de ese año o principios del siguiente. Es evidente el influjo del Adversus Praxean, de Tertuliano, citado a la letra varias veces. Febadio, impedido, por su ignorancia del griego, de servirse de los escritos antiarrianos de Atanasio y otros, hubo de recurrir, en busca de material de argumento trinitario, al libro de Tertuliano, que no trataba del arrianismo, y, en fin, que para sacarle partido se vio obligado a cambiar radicalmente su orientación maestra, haciendo virar en sentido antiarriano la polémica. Todo ello prueba en Febadio un dominio notable de los términos de la enmarañada controversia y la capacidad de comprender dichos términos, si no de forma original, al menos de manera que respondía a las necesidades del momento.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario