Usar barbijo
dentro la casa, ventilar los ambientes, no comer juntos y en la medida que sea
posible que la persona permanezca aislada en un cuarto, son sólo algunas de las
medidas que se pueden tomar en caso de que algún conviviente tenga coronavirus
o la sospecha de haber contraído la enfermedad para reducir el riesgo de
contagio, describieron especialistas.
«Si bien las
posibilidades de contagio de las personas convivientes son muy altas, algunas
medidas pueden ayudar a reducir ese riesgo y es importante que, quienes tienen
la posibilidad de hacerlo, las sigan», señaló a Télam el médico
infectólogo Dr. Omar Sued, presidente de la Sociedad Argentina de Infectología
(SADI).
Un diagnóstico
positivo o la presentación de síntomas en un conviviente puede activar una
serie de medidas de cuidado dentro la casa que minimicen el riesgo «comenzando
por aislarse en una habitación, ventilar ese ambiente con una ventana abierta,
mantener la puerta de la habitación cerrada y no compartir baño».
«También habría
que ventilar el resto de la casa, disminuir la interacción física con el resto
de la familia, aunque no el contacto que puede, por ejemplo, mantenerse con
videollamadas y evitar también el contacto con mascotas porque no está claro su
rol en el contagio; además del uso de barbijo en forma constante cubriendo
nariz, boca y mentón, con buen ajuste, que debería cambiarse y lavarse por lo
menos cada día», señaló el Dr. Sued.
Una vez descritas
estas situaciones ideales, el infectólogo, quien además es Director de
Investigaciones de la Fundación Huésped, señaló: «sabemos que no toda la
población tiene la posibilidad de sostener estos cuidados porque en la mayoría
de las casas hay un solo baño, o bien los ambientes son reducidos».
«En este
contexto lo que tenemos que hacer es tener los ambientes lo más ventilados
posibles, mantener distancia y en relación al baño, después de que la persona
sospechosa o confirmada lo utiliza, desinfectar sus superficies y ventilar bien
antes de que ingrese otra persona», añadió.
A la hora de
comer, es clave no compartir cubiertos, vasos ni platos y lavarlos bien después
de usarlos; en la medida de lo posible no hay que comer en el mismo ambiente y
en caso de que deba ser así habría que evitar hacerlo al mismo tiempo.
El Dr. Sued
recordó que la ventilación de los ambientes tiene que ser constante y cruzada
(tener varias cosas abiertas al mismo tiempo, como puerta y ventanas).
A las medidas,
se le suma que «en caso de congestión, los pañuelos deben ser arrojados a un
cesto de basura exclusivo y la bolsa permanecer cerrada».
Si la persona
con COVID-19 necesita atención, lo ideal sería que «el cuidador sea una sola
persona, siempre la misma, que no sea grupo de riesgo y que en lo posible use
barbijo quirúrgico y mantenga una distancia adecuada».
«Es importante
recordar que cuando una persona es confirmada o sospechosa el resto de los
convivientes también tiene que hacer aislamiento por contacto estrecho y
controlarse diariamente, porque si desarrolla síntomas deberá considerarse un
caso sospechoso también», sostuvo.
Para Andrea
Pineda Rojas, investigadora del Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera
(CIMA) y del Conicet, estas medidas pueden servir también en aquellas familias
donde algunos miembros salen a estudiar o trabajar y otros se quedan, sobre
todo si hay personas que son de grupos de riesgo, como personas mayores o con
comorbilidades».
«En estos casos,
ventilar bien los ambientes, evitar la proximidad con quienes más circulan y
están más expuestos, comer en diferentes ambientes e incluso usar barbijos
cuando se comparten espacios comunes, son buenas herramientas para disminuir el
riesgo de contagio», sostuvo.
Finalmente,
Pineda Rojas recordó que, además, para que el barbijo cumpla con su rol de
protección debe utilizarse de dos o tres capas y con buen ajuste en toda la
cara. BP
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