viernes, 1 de junio de 2018

Esclerosis Múltiple: cada vez más los factores ambientales y hábitos de vida se relacionan con su aparición

30/05 - Día de la Esclerosis Múltiple.
La Esclerosis Múltiple (EM) es una enfermedad crónica inflamatoria con un mecanismo de daño basado en la auto-inmunidad. Esto quiere decir que parte del sistema inmunológico del paciente se convierte en auto-agresivo dañando su Sistema Nervioso Central. Dentro de éste, la principal víctima del daño es la mielina, una estructura de naturaleza lipoproteica que envuelve las terminales nerviosas del cerebro y la médula.
Hoy es la segunda causa de discapacidad neurológica en adultos jóvenes, ubicándose detrás de las lesiones traumáticas de encéfalo y médula secundarias causadas por accidentes vehiculares, y afecta a unos 2.5 millones de adultos jóvenes a nivel mundial.
A pesar de ser más frecuente en otras áreas del mundo como en el norte de América y de Europa, donde su prevalencia es de 250 por 100.000 habitantes, en nuestro país un estudio de 2016 estima que hay unos 15 mil argentinos que la padecen.
Como la mayoría de las enfermedades auto-inmunes, esta es una patología que se da con mayor frecuencia en el sexo femenino, estableciendo una relación de tres mujeres por cada hombre afectado, y comienza generalmente en la segunda o tercera década de la vida. La causa de la enfermedad aún no está aclarada aunque se sostiene la importancia de una predisposición genética individual que se suma a la exposición a un determinado factor ambiental aún no identificado”, explica el Dr. Fernando Cáceres, médico neurólogo especializado en EM y Director General de INEBA.
Entre sus síntomas se pueden enumerar visión doble, disminución de la visión, falta de fuerzas, alteraciones en la sensibilidad, falta de equilibrio, alteraciones esfinterianas, entre otras; aunque en los comienzos se suelen dar recaídas y remisiones, observándose síntomas varios y transitorios alternados con períodos de calma sintomática.

Factores ambientales y hábitos de vida como factores causales y pronóstico en la EM
“Si bien existe una predisposición genética para el desarrollo de esta enfermedad, la presencia de ésta por sí sólo no alcanza. Cada vez se identifican más factores ambientales y de hábitos de vida como co-responsables para la aparición de la EM así como su posterior actividad y progresión”, manifiesta la Dra. María Laura Saladino, médica neuróloga de la Clínica de Esclerosis Múltiple de INEBA.
Por su parte, la Vitamina D tiene un efecto inmunomodulador y múltiples estudios demuestran una asociación entre el déficit de esta vitamina y un aumento en la actividad y la progresión de la enfermedad.
A su vez, se ha comprobado que el fumador, tanto activo como pasivo, tiene más riesgo que la población general de desarrollar Esclerosis Múltiple; y otros factores que se relacionan con peor pronóstico son la obesidad, el stress, la sal y el exceso en el consumo de alcohol y cafeína.
Aunque pueda sonar curioso, estudios recientes han detectado una relación entre las bacterias del intestino y el desarrollo de esta patología. “Hay investigaciones que han puesto el foco en la relación de la microbiota intestinal, que son los millones de bacterias que conviven con nosotros en nuestro intestino, con el desarrollo y evolución de la Esclerosis Múltiple. Según estos hallazgos, parecería que existe una conexión entre el intestino y el cerebro, ya que la presencia de determinadas bacterias intestinales estaría asociadas con la enfermedad. Esto se está demostrando a nivel de estudios en animales y en personas enfermas y abriría una nueva alternativa para su control en el futuro”, relatan los especialistas.

Avances en los tratamientos farmacológicos
Desde la primera descripción de la enfermedad realizada por Jean-Martin Charcoten 1868 no hubo durante muchos años un tratamiento considerado eficaz. Recién en 1993, 125 años luego, se consiguieron avances en una medicación que disminuyó la frecuencia de las recaídas y con ello la acumulación de discapacidad en el paciente.
A partir de entonces y hasta ahora hubo una verdadera explosión positiva de nuevos medicamentos llegando al momento actual con 15 drogas aprobadas en el mundo, la mayoría de ellas presentes en nuestro medio, para el tratamiento de la EM en recaídas y remisiones.
“Actualmente el espectro terapéutico se ha ampliado ya que se ha aprobado el primer medicamento, un anticuerpo monoclonal, Ocrelizumab, para las formas 'primarias progresivas' de la enfermedad, es decir para la forma más agresiva de la misma, que hasta hace un año atrás no tenía tratamiento farmacológico alguno”, comenta el Dr. Cáceres.
Asimismo, para las formas “en recaídas y remisiones” (la forma más común de ésta enfermedad) también han aparecido medicamentos nuevos. “Se trata de drogas que tienen como objetivo la “restauración del sistema inmune” del paciente. Sería como resetear al sistema inmune como quien reinicia una computadora para intentar una remisión de la enfermedad por períodos prolongados. Lo novedoso de estos tratamientos es que no requieren de una dosis de mantenimiento crónica como los otros medicamentos disponibles”, amplía el especialista.

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