Solteros contra casados, infectados contra
recuperados. A esta altura de la pandemia de coronavirus y de la cuarentena, es
necesaria una dosis de humor para sobrellevar el drama y,
también, los 101 días de encierro preventivo, experimento sanitario inédito en
la historia de la humanidad. Pero ese buen humor no es
gratuito, tiene que ver con una buena noticia. Si bien los recuperados
siguen perdiendo por goleada, en los últimos minutos del partido
mejoraron: la curva de curados
crece más rápido que la de nuevos casos registrados.
Para mirar este comportamiento siempre sirve
prestar atención al tiempo de
duplicación. En el caso de los recuperados, cuanto menor sea ese
tiempo, mejor. O sea, al revés de lo que pasa con los nuevos infectados. El
tiempo de duplicación de los recuperados fue de apenas 12 días: el martes 16 de junio había 10.174 y este domingo
28 de junio fueron reportados 20.134.
En ese mismo periodo, la cantidad de infectados pasó de 32.785 a 57.744, es decir,
le faltan todavía 7.000 nuevos casos a los contagios registrados para llegar a
la duplicación, algo que al ritmo actual ocurriría dentro de los próximos tres días. El último viernes los
recuperados dieron un gran salto: pasaron de 14.788 a 18.416, una diferencia
inusual de 3.628 personas para apenas 24 horas.
Básicamente, lo que ocurrió ese día fue que, por
primera vez desde que se declaró la pandemia en la Argentina, hubo más recuperados que nuevos casos
registrados: el reporte marcó 2.886 nuevos casos. Es decir, un saldo a
favor de los recuperados de 742
personas.
Se buscó
una respuesta en el Ministerio de Salud sobre la causa de lo que ocurrió ese
día, pero no dieron detalles. A veces puede haber un delay entre los informes
que van llegando desde las jurisdicciones y el registro centralizado que
luego es comunicado a los medios, pero esta vez fue muy notorio, ya que
nunca antes había ocurrido algo así.
Hay que tener en cuenta que el tiempo de
recuperación de los pacientes suele ser de entre dos semanas y un mes. El hecho de que las altas
empiecen a ganarle la carrera a los nuevos casos registrados da cuenta de que el R0 (índice de contagiosidad)
fue bajando. Y eso, más allá de las diferencias metodológicas
en las mediciones entre la Ciudad y el GBA, se ve reflejado en que en las
últimas semanas ese valor se haya ubicado en 1,1 cuando semanas atrás estaba
bastante por encima.
El hecho de que 10 personas contagien a 11 en lugar
de contagiar a 20 (lo que ocurriría si el R0 fuese de 2) es lo que ha permitido
que la cantidad de recuperados empezara, proporcionalmente, a ser mayor que la de nuevos casos
registrados. Para decirlo de otro modo, el desagote empezó a
escurrir más rápido que lo que tarda la canilla en llenar la pileta.
Esto tiene un impacto positivo, sobre todo, en la
situación epidemiológica. Aunque es difícil de verlo reflejado aún en la
ocupación de las camas de terapia intensiva. En la medida que esta
tendencia se sostenga (y es de esperar que con la cuarentena
recargada los valores en 15 días lo confirmen), el número absoluto de los
pacientes que ocupan camas en las unidades de cuidados intensivos también
descendería.
Veamos ahora qué ha ocurrido luego de ese
salto del viernes, en la comparación entre altas y nuevos casos: entre el
viernes y el sábado hubo 727 nuevas altas; y entre el sábado y este domingo se
sumaron otras 991. Mientras la cantidad de nuevos casos creció en 24
horas 4,33% con
respecto al total, en el caso de los recuperados fue del 5,17%. La tendencia se repite. Esto se
puede comparar con lo que ocurría en el punto de partida de esta
comparación, el 16 de junio:
ese día hubo 1.374 nuevos
casos y 334 altas. Con respecto del total, los nuevos contagios representaban
en ese momento 4,19%,
mientras que las nuevas altas crecieron ese día apenas el 3,32%.
Esas proporciones se sostuvieron en los días
siguientes y empezaron a cambiar hacia fines de la última semana. Aunque hay
que advertir que esta es una foto
todavía muy reciente y es necesario ver qué pasa durante las
próximas jornadas para determinar si la tendencia se afianza.
Otro dato a tener en cuenta en esta explicación es
que la “explosión” de nuevos contagios registrados de las últimas semanas
ocurrió sobre todo a expensas de
los casos débiles o asintomáticos, cuya recuperación exige un tiempo
menor. Es decir, cuantos más casos leves haya, menos tiempo tardarán en recibir
el alta.
En cuanto a los casos graves, que es lo que más
preocupa por la potencial
saturación del sistema sanitario, el número de pacientes en la Unidades
de Terapia Intensiva viene teniendo un leve crecimiento. Entre el miércoles y
jueves de la semana pasada la cantidad pasó de 433 a 457, es decir, 24
internados más. Entre el jueves y el viernes se sumaron otros 15; y entre el
viernes y el sábado, hubo 35 más, para llegar a un total de 507.
Estos 507 pacientes de coronavirus internados en
terapia intensiva representan el
8,77 por ciento de los pacientes del país en esa condición. El total de
camas disponibles es de 11.668 (un 37% más de las que había antes del comienzo
de la pandemia), de las cuales están ocupadas el 49,5 por ciento, es decir, 5.775. Por cada paciente Covid
positivo en terapia intensiva, hay 11 que ocupan una cama por otras patologías.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario