Quince
días de menor circulación de personas y un sistema eficaz de rastreo y
aislamiento de todas las personas que estuvieron en contacto con alguien que
haya dado positivo en la prueba de coronavirus serían clave para detener la
velocidad de contagio y evitar el colapso del sistema sanitario, aseguran
especialistas que coincidieron en que las medidas tomadas hasta hoy salvaron
cientos de vidas.
A
100 días del Aislamiento Preventivos Social y Obligatorio (ASPO), el físico y
ex decano de la Facultad de Ciencias Exactas, Jorge Aliaga, sostuvo a Télam que la cuarentena estricta
tuvo una duración hasta el 1 de abril y el efecto de eso fue que se logró
aumentar el tiempo en el que duplican los casos, que hasta ese momento venía
cada 3 o 4 días.
El
efecto de las medidas, que según Aliaga permitieron salvar cientos de vidas,
comenzó a ser diferente a partir del primero de abril en el país: en las
provincias hubo una baja sostenida de casos hasta hace 15 días a tal punto que
muchos distritos quedaron prácticamente sin circulación del virus mientras que
en la zona de AMBA comenzaron a aumentar los casos.
Aliaga
entiende que ese incremento se debió a que se puso mucho énfasis en el testeo
de personas con síntomas pero no se hizo con suficiente velocidad el rastreo a
todas las personas que habían estado en contacto con los positivos,
fundamentalmente antes de que tuvieran síntomas. Ese error fue la diferencia de
por qué en Córdoba y Rosario se logró controlar y en AMBA los casos siguieron
aumentando a un ritmo de crecimiento exponencial que hoy tiene una duplicación
cada 15 días, explicó.
El
especialista, que analiza los datos oficiales desde que comenzó la pandemia,
recordó que "el problema del crecimiento exponencial es que si la
duplicación es cada 15 días, un día tienes 10 casos y en medio mes llegaste a
los 20, pero cuando tienes 1.000 casos a los 15 días llegas a 2.000, o sea que
con la misma cantidad de días de duplicación pasaste de cambiar de a 10 a
cambiar de a 1 .000".
Hay
confusión porque las personas piensan que si la duplicación se mantiene
constante estamos bien, pero no es así. La única forma en la que podríamos
pensar que estamos bien es cuando no hay un tiempo de duplicación y el R es menor
que uno, es decir, que por cada infectado no van a haber uno o más casos
nuevos, advirtió.
Y
continuó: Lo que vimos los últimos quince días es un aumento sostenido en el
AMBA de la positividad, que es el porcentaje de pruebas que dan positivo sobre
el total que se realizan, y en la Ciudad estamos con un promedio entre el 35 y
el 40%, un porcentaje altísimo. Esto indica que se está testeando poco.
Aliaga
indicó que en el resto del país también están aumentando los casos, parecen
pocos en relación al AMBA, pero es mucho en relación a lo que tenían semanas
atrás y hay que poner mucho el ojo en eso. Lo que habría que hacer es pasar un
ciclo completo de la enfermedad, quince días, con las personas separadas
físicamente bajando mucho la circulación en complemento con un sistema de
rastreo y aislamiento eficaz e ir reabriendo de a poco poniendo el foco en cada
barrio, es decir, se requiere un sistema mucho más fino y precoz del que se
vino haciendo, explicó.
Por
su parte, el químico e investigador del Conicet Roberto Etchenique sostuvo que a
100 días del inicio de la cuarentena se salvaron miles de vidas; para
comprobarlo no necesitamos hacer grandes cálculos, basta con mirar a Brasil que
comenzó con nosotros y hoy ya cuenta con 55 mil muertos y van subiendo a más de
mil por día.
Y
continuó: La parte negativa es que desde principios de mayo que estamos
subiendo los casos en forma exponencial con un R promedio de 1,5 en la zona
Metropolitana de Buenos Aires, esto significa que 100 personas con el virus
contagian a 150.
Al
igual que Aliaga, el especialista indicó que para detener esta velocidad hay
que hacer dos cosas rápido: bajar mucho la movilidad de las personas, para que
bajen los contagios, y armar un procedimiento de rastreo de contactos en CABA y
el Conurbano, concluyó. BP
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