En la Argentina, la neumonía es la sexta causa de muerte en general y la quinta causa en mayores de 60 años. La
enfermedad se desarrolla cuando un
germen infeccioso invade el tejido pulmonar, por tres vías distintas:
por aspiración desde la nariz o la faringe, por inhalación o por vía sanguínea.
La bacteria más frecuente que causa la neumonía es el neumococo (Streptococcus pneumoniae) y, entre los virus, el más frecuente es el de la gripe.
Se trata de una
enfermedad frecuente, en particular en los dos extremos de la vida y en
aquellos individuos con alguna patología de base, y que puede ser grave si no se controla a tiempo, para así evitar
minimizarla y que produzca una complicación en el paciente. La neumonía puede ser leve y autolimitada o pasar
todo un espectro hasta convertirse en
una afección muy grave que puede, incluso, resultar mortal. De acuerdo
estimaciones de la OMS, sin discriminar entre sus causas, es responsable del 15% de todas las
defunciones de menores de 5 años.
El médico infectólogo Gustavo Lopardo es coordinador docente de FUNCEI y en una nueva entrega de Stamboulian Talks habló sobre la importancia de las vacunas
para prevenir algunas de las causas de la enfermedad.
La neumonía es una infección frecuente que compromete a los pulmones. Los
síntomas característicos son fiebre que muchas veces puede ser alta, tos -al
principio seca y luego con expectoración-, puede generar dolores en el tórax en
algunos lugares comprometidos, y cuando es más severa, también dificultad para
respirar que incluso se puede acompañar de dolor de cabeza y dolores
musculares.
“A partir de 2020, una nueva causa de neumonía por supuesto ha entrado en escena: el SARS-COV-2, productor de esta
enfermedad que conocemos como COVID-19, que en los casos más severos produce
también neumonía con los mismos síntomas: fiebre, tos, dificultad para respirar
y dolores generalizados. Por ahora, no tenemos vacuna pero esperamos en algún
tiempo poder decir que hay una nueva vacuna que previene esta neumonía, la
vacuna para el COVID-19”, explicó el especialista.
“Cuando hablamos de neumonía no hablamos de bronquitis aguda. La bronquitis aguda
es cuando simplemente la tráquea y los
bronquios -que son los canalículos que llevan el aire hasta los
pulmones- están comprometidos. Cuando hablamos de neumonía, hablamos de que el
propio pulmón se ha comprometido y en estos casos el manejo es más cuidadoso
pues puede ser una enfermedad desde leve y autolimitada hasta grave e incluso
llevar a la muerte”, advirtió.
Y tras asegurar que existen más de 100
microorganismos capaces de producir neumonía y que dentro de ellos neumococo es
la bacteria que más frecuentemente lo produce y entre los virus, el virus de la
gripe, Lopardo resaltó: “Tenemos vacunas para prevenir algunas de las
causas de neumonía, precisamente la vacuna antineumocóxica que está
recomendada en los chicos pequeños, en los adultos mayores y también en las
personas de edades intermedias que tengan alguna enfermedad que los
predisponga”.
“En Argentina disponemos de lo que se llama el
esquema secuencial para los adultos -en los chicos está en calendario- que
deben darse una primera dosis de una
vacuna conjugada que cubre trece tipos distintos de neumococo y un año más tarde completar ese esquema con
otra vacuna que en vez de trece, cubre veintitrés tipos. Con estas dos
dosis, los adultos mayores quedarán protegidos para toda la vida para neumonía.
Complementando esto todos los otoños con la vacuna antigripal podremos prevenir
un significativo número de neumonías”, concluyó. Dr. DS
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