La técnica de los investigadores de la Facultad de
Odontología de la UBA determina la cantidad de estreptococos del grupo mutans
por mililitro de saliva. El método puede ser empleado como herramienta útil
tanto en la prevención como el monitoreo del nivel de estos microorganismos
cariogénicos durante y posterior a la implementación del tratamiento básico
para el control de caries.
Un test
que determina el riesgo microbiológico individual de desarrollar caries fue
desarrollado por investigadores argentinos.
«La
técnica puede servir para estimular a los pacientes a adquirir cambios de
hábitos para mejorar la salud bucal», indicó la bioquímica Laura Gliosca,
directora del estudio y profesora adjunta de la Cátedra de Microbiología y
Parasitología de la Facultad de Odontología de la UBA.
La
caries dental es una enfermedad universal, multifactorial de carácter
infeccioso, en la que existen distintos grupos de microorganismos con capacidad
de desmineralizar las distintas estructuras de la pieza dentaria (esmalte, raíz
y dentina).
Gliosca
y colegas adaptaron, optimizaron y establecieron un punto de corte para una
técnica que, a partir de una muestra de saliva, cuantifica la cantidad de
estreptococos del grupo mutans 'SGM', bacterias que se consideran 'con mayor
capacidad cariogénica'.
Si el
valor obtenido en la saliva del paciente supera al valor de corte, es decir se
encuentra por encima de 160.000 (1,6 x105 UFC/ml) unidades formadoras de
colonias por mililitro de saliva, «esta información permite predecir que el
individuo tiene cinco veces más probabilidades de presentar lesiones cariosas,
salvo que modifique sus hábitos dietarios y de control mecánico del biofilm»,
puntualizó Gliosca.
La
forma clásica de predecir el desarrollo de caries dental se basa en la
evaluación de distintos indicadores, como el tipo y calidad de dieta,
oportunidad y frecuencia de su ingesta, frecuencia, calidad y técnica de
cepillado dentario, la disposición dentaria en la boca, los antecedentes de
caries y la presencia de restauraciones. «A esta lista se le puede agregar el
indicador microbiológico que establece la cantidad y calidad de bacterias
capaces de producir ácidos orgánicos que afectan a las estructuras
mineralizadas de los dientes, una variable que mide esta nueva técnica»,
explicó Gliosca.
El
método se validó con muestras de saliva proveniente de 154 pacientes adultos
con y sin caries que aceptaron participar del ensayo. Paralelamente, los
investigadores confeccionaron historias clínicas donde registraron hábitos
alimenticios, frecuencia de higiene dental, acceso a servicios de salud y
antecedentes médicos generales. «La articulación de todos estos datos puede ser
útil para realizar un diagnóstico más preciso y de esa manera proponer un
tratamiento más apropiado para los pacientes», afirmó Gliosca.
Del
avance, publicado en 'Acta Odontológica Latinoamericana', también participaron
Nicolás Stoppani, Nadia Lamas, Camila Balsamo, Pablo Salgado, Ángela
Argentieri, Luciana D ́Eramo, Aldo Squassi, Susana Molgatini, también de la
Facultad de Odontología de la UBA. BP
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