La farmacéutica estadounidense Pfizer anunció que planea solicitar una
autorización de emergencia para su vacuna contra el nuevo coronavirus a fines
de noviembre. “Suponiendo que los
datos sean positivos, Pfizer solicitará una autorización de uso de emergencia
en Estados Unidos poco después de que culmine la etapa de seguridad, en la
tercera semana de noviembre”, dijo el director ejecutivo de la empresa, Albert
Bourla, en una carta abierta publicada en redes sociales, informó AFP.
La vacuna de Pfizer y la empresa alemana Biontech que se encuentra en
fase 3 de experimentación en humanos está siendo aplicada a voluntarios en la
Argentina, en el Hospital Militar Central de la ciudad de Buenos Aires. Del ensayo clínico
de esta vacuna, que se realiza simultáneamente en Brasil, Estados Unidos y
Alemania, participan en la Argentina 4.500 personas de entre 18 y 85 años que
fueron seleccionadas a partir de 20 mil voluntarios inscriptos.
Tras este anuncio, las acciones de la empresa ganaban más del 2% en el
mercado electrónico antes de la apertura de la bolsa. Estados Unidos podría tener dos vacunas
listas para fin de este año, siempre que las pruebas clínicas en curso sean
concluyentes, y que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA)
autorice su distribución, ya que Moderna también estima tener lista la suya a
fines del próximo mes.
La FDA había solicitado la semana pasada a los desarrolladores de
vacunas que esperaran dos meses después de que la segunda dosis fuera inoculada
en los participantes de los ensayos clínicos para monitorear posibles efectos
secundarios graves. La farmacéutica podría obtener resultados sobre la
eficacia de la vacuna en las próximas dos semanas a través de su ensayo en
curso, en el que participan 30.000 personas, aseguró el director de la empresa.
“Podríamos saber si nuestra vacuna es efectiva o
no a finales de octubre”, escribió Bourla.
La FDA establece tres condiciones para la aprobación de una vacuna: que
sea efectiva, que sea segura y que la compañía sea capaz de producirla a gran
escala. Pzifer y Moderna,
que reciben financiación del gobierno de Estados Unidos, habían iniciado la
fase 3 de sus pruebas clínicas al mismo tiempo a finales de julio, y ambas
comenzaron la producción de dosis como medida de precaución, con el objetivo de
entregar varias decenas de millones de dosis en Estados Unidos para finales de
año, en caso de recibir la autorización de la FDA. Esta institución, que prometió seguir los procedimientos
científicos estándar y no dejar que la presión política interfiera, es la
encargada de aprobar o no la vacuna, y decidir a qué poblaciones se le
administrará en prioridad. BP
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