Con la avalancha de compras, el gasto de dinero y los viajes para
ver a la familia, el estrés puede sentirse inevitable durante las vacaciones. Es
posible que ya sepa que el estrés puede afectar su propia salud, pero es
posible que no se dé cuenta de que su estrés, y cómo lo maneja, lo está
contagiando. Su estrés puede extenderse, especialmente, a sus seres queridos.
Como psicóloga psicosanitaria, he desarrollado un modelo sobre cómo
las parejas y su estrés, influyen mutuamente en la salud biológica y
psicológica. A través de esa y otras investigaciones, he aprendido que la
calidad de las relaciones íntimas es crucial para la salud de las personas.
Un ejemplo: el estrés en las relaciones puede alterar los sistemas
inmunológico, endocrino y cardiovascular. Un estudio de recién casados
descubrió que los niveles de hormonas del estrés eran más altos cuando las parejas eran hostiles durante un conflicto, es decir, cuando eran críticas, sarcásticas, hablaban con un tono
desagradable y usaban expresiones faciales agravantes como voltear los ojos.
Asimismo, en otro estudio, las personas en relaciones hostiles
tuvieron una cicatrización de heridas más lenta, mayor inflamación, mayor
presión arterial y mayores cambios en la frecuencia cardíaca durante el
conflicto. Los hombres de mediana edad y mayores tenían una presión arterial
más alta en momentos en que sus esposas informaron un mayor estrés. Y las
parejas que sintieron que no estaban siendo atendidas o comprendidas
tenían un bienestar pobre y tasas de
mortalidad más altas 10 años
después en comparación con aquellas que se sentían más cuidadas y apreciadas
por sus parejas.
Conflicto y cortisol
El
cortisol es una hormona que juega un papel clave en la respuesta del cuerpo al
estrés. Tiene un ritmo diurno, por lo que sus niveles suelen ser más altos poco
después de despertarse; y luego disminuyen gradualmente durante el día. Pero el
estrés crónico puede provocar patrones de cortisol pocos saludables, como
niveles bajos de cortisol al despertar o que el cortisol no disminuya mucho al
final del día. Estos patrones están
asociados a un aumento en el desarrollo de enfermedades y los
riesgos de mortalidad.
Mis
colegas y yo descubrimos que el conflicto alteraba los niveles de cortisol de
las parejas el día que tenían una disputa: las personas con parejas estresadas
que utilizaron comportamientos negativos durante el conflicto tuvieron niveles
más altos de cortisol incluso cuatro horas después de que terminó el conflicto.
Estos hallazgos sugieren que discutir con una pareja que ya está estresada
podría tener efectos biológicos duraderos para la salud.
Manejando el estrés
Aquí
te presentamos tres maneras en que puede reducir el estrés en su relación,
durante y después de las vacaciones.
Primero, hablen y valídense mutuamente. Díganle
a su pareja que comprende sus sentimientos. Hable de cosas grandes y pequeñas
antes de que se intensifiquen. A veces, las parejas ocultan problemas para
protegerse mutuamente, pero esto en realidad puede empeorar las cosas. Comparta
sus sentimientos y, cuando su pareja comparta a cambio, no interrumpa.
Recuerde
que sentirse cuidado y comprendido por una pareja es bueno para su bienestar
emocional y promueve patrones de cortisol más saludables, por lo que estar ahí
el uno para el otro y escucharse mutuamente puede tener efectos en la salud
tanto para usted como para su pareja. A continuación, muestre su amor.
Abrácense, tómense de la mano y sean
amables. Esto también reduce el cortisol y puede hacerte sentir más
feliz. Un estudio encontró que una relación satisfactoria puede incluso ayudar
a mejorar la respuesta a la vacunación.
Luego,
recuerda que eres parte de un equipo. Piensen en soluciones, sean los
animadores de los demás y celebren juntos las victorias. Las parejas que se
unen para afrontar el estrés están más sanas y más satisfechas con sus
relaciones. Por ejemplo: prepare la cena o haga mandados cuando su pareja esté
estresada, relajarse y recordar juntos, o probar un nuevo restaurante, baile o
clase de ejercicio.
Dicho
esto, también es cierto que a veces estos pasos no son suficientes. Muchas parejas seguirán necesitando ayuda
para controlar el estrés y superar las dificultades. La terapia de
pareja ayuda a los socios a aprender a comunicarse y resolver conflictos de
manera efectiva. Es fundamental ser proactivo y buscar la ayuda de alguien que
esté capacitado para lidiar con las dificultades continuas de las relaciones.
Entonces,
en esta temporada navideña, dígale a su pareja que está ahí para ella,
preferiblemente mientras le abraza. Tomen en serio el estrés de los demás y no
volteen más los ojos. No es tanto el estrés en sí mismo; es la forma en que
ambos manejan el estrés.
Trabajar
como un equipo abierto y honesto es el ingrediente clave para una relación sana
y feliz, tanto durante la temporada navideña como en el nuevo año. RS
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