Las fiestas de fin de año animan a muchos aficionados de la pirotecnia a
tirar cohetes, bengalas, estrellitas, cañitas voladoras, petardos y otro tipo
de fuegos artificiales pese a los riesgos concretos para los propios usuarios y
quienes los rodean.
Si bien cada vez existe una mayor conciencia sobre los peligros que
acarrea el uso de la pirotecnia y cómo los estruendos afectan a las personas y
a las mascotas, las fiestas de fin de año suelen atraer a los aficionados de
los fuegos artificiales.
Es por ello que la Dra. Paola Caro, directora médica de vittal (organización de urgencias y
emergencias médicas extra hospitalarias de Argentina), señala a continuación
cuáles son las medidas de prevención que se deben tener en la utilización y qué
pasos seguir frente a posibles quemaduras.
En primer lugar, enfatiza que “lo mejor, directamente, es no hacer uso
de la pirotecnia” y tener en cuenta que “las zonas más afectadas del cuerpo
suelen ser los brazos, las manos y el rostro porque muchas veces el tiempo que
transcurre entre el encendido y la explosión del fuego artificial puede no ser
el suficiente para adoptar una distancia prudencial”.
Luego detalla que, si de todas formas se decide usar pirotecnia,
únicamente debe ser manejada por adultos con protección ocular y ropa no
inflamable. “Es importante alejar a los chicos y no apuntar nunca a otras
personas, animales u hogares”, afirma la Dra. Caro; también se debe evitar la
pirotecnia en lugares cerrados y utilizarla siempre en sitios alejados de
garrafas, estaciones de servicio, autos y cocinas. “Hay que tener en cuenta que los
elementos de pirotecnia no deben ser expuestos a fuentes de calor y si no
explota, no hay que tocarlo. Es mejor apagarlo con abundante agua y mantenerse
lejos”, sostiene.
Tampoco hay que colocar la pirotecnia en los bolsillos. “Siempre hay que
leer y respetar las indicaciones de uso de cada elemento; y sobre todo, comprar
pirotecnia autorizada”, añade. Para ello, debe tener la leyenda ‘Autorizado por
el Renar’, la inscripción del número de registro que corresponde, datos del
fabricante o importador del artefacto. “La pirotecnia clandestina potencia los
riesgos de sufrir un accidente, ya que suele ser de fabricación precaria”,
advierte la directora médica de vittal.
Asimismo, recomienda evitar el encendido de petardos con mechas cortas
(un centímetro o menos) porque no dan tiempo a quien los enciende de alejarse
lo suficiente; apoyar la pirotecnia en el suelo para encenderla y no sostenerla
nunca en la mano; y evitar los experimentos como detonar pirotecnia dentro de
frascos, botellas, latas u otros recipientes.
En caso de quemaduras por pirotecnia, la Dra. Caro aconseja lavar la
zona con agua fría y cubrirla con gasas estériles o con telas limpias y
húmedas. El dolor de las quemaduras pequeñas cede fácilmente al contacto con el
agua fría. En el caso de grandes quemaduras buscar una manta mojarla
completamente con agua fría y cubrir a la víctima.
“Es importante retirar anillos, pulseras u otros
elementos que causen presión sobre la zona quemada. Si la quemadura es en
dedos, separarlos con gasas húmedas antes de vendarlos”, detalla. Seguido de
ello se debe trasladar al quemado al hospital o centro asistencial más cercano y
“no aplicar lociones, cremas, ungüentos, hielo, pasta de dientes, alimentos
congelados o grasa; no remover la piel resquebrajada ni reventar las ampollas; y
no aplicar presión en la zona”, concluye la directora médica de vittal. BP
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