Científicos israelíes reportaron diferencias ‘sorprendentes’ en las
probabilidades de enfermarse gravemente de COVID-19 al comparar pacientes que
tenían niveles suficientes de vitamina D antes de contraer el virus, con
aquellos que presentaban un déficit de esta vitamina.
Un estudio publicado en la revista de investigación PLOS One el jueves 03/02 encontró que aproximadamente la mitad de las
personas que tenían deficiencia de vitamina D antes de contraer COVID-19 se
habían enfermado de gravedad, en comparación con menos del 10% de las personas
que tenían niveles suficientes de la vitamina en la sangre.
La investigación es la primera en examinar los niveles de vitamina D en
las personas antes de que contrajeran la COVID-19, dijeron los responsables del
estudio.
“Nos pareció extraordinario y sorprendente ver la
diferencia en las posibilidades de convertirse en un paciente grave cuando se
carece de vitamina D en comparación con cuando no”, dijo Dr. Amiel Dror, autor
del estudio y especialista del Galilee Medical, según reseñó el The
Times of Israel. La muestra para el estudio incluyó a 253 personas
ingresadas en el Centro Médico Galilee en Nahariya, Israel, entre el 7 de abril
de 2020 y el 4 de febrero de 2021, previo a que surgiera la altamente
infecciosa variante Ómicron.
Dror indicó que los hallazgos sugieren que la vitamina D ayuda a
reforzar el sistema inmunitario para lidiar con los virus que atacan el sistema
respiratorio, según reseñó también el portal Business Insider. “Esto es
igualmente relevante para Ómicron como lo fue para variantes anteriores”,
añadió el médico.
Más
pruebas para la vitamina D
Los científicos israelíes aclararon, sin embargo, que el estudio aún no
prueba que la vitamina D proteja contra la COVID-19 y los hallazgos no
significan que las personas deban evitar las vacunas y tomar vitaminas en su
lugar.
Si bien algunos estudios han encontrado un vínculo entre los niveles
bajos de vitamina D y el COVID-19 grave, otros han concluido que la vitamina no
era protectora.
Aún no está claro, incluso a partir de esos estudios con resultados que
muestran una correlación positiva entre los niveles bajos de vitamina D y la
COVID-19 grave, si la deficiencia de vitamina D se produjo antes o después de
que las personas se enfermaran.
Dónde
se consigue la vitamina D y cómo beneficia al cuerpo
Los investigadores israelíes plantearon que la vitamina D es “una pieza
del complejo rompecabezas” subyacente a la COVID-19 grave, además de las
comorbilidades, la predisposición genética, los hábitos dietéticos y los
factores geográficos.
“Nuestro estudio justifica más estudios que investiguen
si los suplementos entre las personas con deficiencia de vitamina D en la
comunidad afectan el resultado de un eventual episodio de COVID-19”, dijeron.
La mayor parte de la vitamina D proviene de la luz solar directa sobre
la piel. También se encuentra en alimentos como pescado graso, champiñones y
yemas de huevo y en suplementos. Para la mayoría de las personas, se consideran
suficientes los niveles de 20 nanogramos por mililitro de vitamina D, de
acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, punto
de referencia utilizado por los investigadores de la Universidad Bar-Ilan y el
Centro Médico Galilee. BP
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