viernes, 24 de julio de 2020

Burbujas sociales: el próximo paso para volver a la sociabilización

Una de las estrategias que se extiende a otros países con el objetivo de tener contacto social en grupos reducidos mientras se mantienen otras medidas de distanciamiento social, son las burbujas sociales. Se trata de una estrategia de interacción para conectar grupos de personas similares durante el aislamiento social.
A través de nodos de interacción, cumpliendo las normas de seguridad y protección pre establecidas -distanciamiento físico, uso de mascarillas y el lavado de manos- es posible mantener una conexión con los miembros de un hogar; amigos cercanos o vecinos; pequeñas organizaciones y hasta comunidades rurales dentro de una burbuja limitada.
El COVID-19 sigue siendo un gran desafío para el mundo. El distanciamiento social y el aislamiento social mostraron ser efectivamente las medidas para evitar nuevos casos de contagios y muertes. Sin embargo, las personas empiezan a sentir preocupaciones, miedos e incertidumbres de cómo continuar la vida normal durante la cuarentena, que sigue extendiéndose en algunos países del mundo por el aumento de los casos de manera drástica.
Una burbuja social es un grupo de personas reducido que tienen contacto físico cercano y pueden reunirse siempre y cuando acuerden normas de seguridad y protección para evitar el contagio del COVID-19. Por ejemplo, las personas que conviven solas o personas que forman parte del hogar con padres solteros cuyos hijos son menores de 18 años o adultos mayores que ahora viven solos.
«Pensar y discutir estrategias de cuidado y distanciamiento posiblemente luego de este nuevo periodo de la restricción intensiva puede ayudarnos a pensar nuevas formas de cotidianidad y de crear entornos más saludables. Obviamente no estamos en ese momento, pero eventualmente podemos prepararnos para eso siempre cumpliendo con las tres medidas claves que ya sabemos nos protegen del SARS-CoV-2: distanciamiento físico, es decir, los dos famosos metros; el uso de las mascarillas y el lavado de manos. Adaptando este enfoque se limita la interacción de las personas a entornos limitados repetidos y similares en estas burbujas sociales, pero al mismo tiempo se amplían para mejorar nuestra calidad de vida que se ha ido deteriorando en estos últimos tiempos», explicó la Dra. Silvina Ivalo, infectóloga de DIM Centros de Salud.
El objetivo de una burbuja social es en principio tener contacto con personas fuera del hogar, pero de una manera estrictamente restringida. Es decir, si hay 10 personas dentro de esta burbuja, solo puedes interactuar con las otras 9 que están dentro del grupo, por lo que se debe elegir bien con qué personas formar un nodo.
«Hay modelos que ya muestran la posibilidad de ampliar los entornos para hacerlos más disfrutables, sin poner en riesgo los resultados logrados por la cuarentena y el aislamiento. Entonces, lo que proponen estos modelos llamados burbujas sociales es buscar similitud entre los contactos y el fortalecimiento de las comunidades a través nodos y estrategias de interacción. En primer lugar hay que pensar cuáles contactos son más eficientes y probaron serlo durante el bloqueo completo, es decir, tener en claro con quiénes y cómo sería la burbuja y cómo debe continuar el aislamiento. En segundo lugar, hay que buscar similitud espacial, es decir, grupos de trabajo, demografía, grupos de edad. El requisito básico para esta estrategia es que las personas busquen similitudes en una dimensión que faciliten la formación de grupos comparativamente pequeños que permitan convivencia, interacción, mutua y mayor seguridad sanitaria», indica la Dra. Ivalo.
La especialista de DIM Centros de Salud advierte que estas estrategias pueden ser aplicadas para cuando se logre el achatamiento de la curva. Incluso podrían aplicarse en situaciones locales para mejorar el entorno afectivo de las personas. «Ahora una cosa es un modelo y otra cosa es la vida real, ¿cómo estas estrategias podrían aplicarse en situaciones locales para lograr con los objetivos? Ejemplos de estos son buenos en grupos familiares, que se van ampliando a grupos de vecinos y grupos de trabajo o pequeñas organizaciones y hasta comunidades rurales. Este ejemplo se ve en nuestro país, la pandemia no tiene el mismo comportamiento en todo nuestro territorio».
¿Cómo se puede emplear esta estrategia de burbuja social en el mundo real? La Dra. Ivalo indica que la manera más sencilla es empezar por la familia, grupos de trabajo o que compartan similitudes con acuerdos de cumplimiento. «Es un largo camino hacia el modelo deseado de achatamiento de la curva, éste no va a demandar cambios conductuales progresivos y necesarios para la respuesta, presión social, psicológica y económica que emerge de una cuarentena tan prolongada. A modo de ejemplo, mi mamá que es viuda desde hace un tiempo está viviendo con mi suegra y eso les mejora mucho la calidad de vida. También desde hace un tiempo, dada las condiciones de acuerdos mutuos, se reúnen con su vecina, también viuda y adulta mayor, toman el té juntas algunos y también algunos almuerzos o cenas los fines de semana. Esto es un ejemplo de burbuja social donde a ellas les ha mejorado mucho», puntualizó. BP

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