En estos 10
meses de pandemia por COVID-19, hemos transitado distintas etapas respecto al
nuevo coronavirus. Desconocimiento, curiosidad, asombro, angustia, temor y
muchas sensaciones más que no solo desaparecieron, sino que también se fueron
acumulando a medida que todavía no tenemos certeza de cuándo acabarán las
infecciones con una vacuna preventiva o cuando sanaremos con un tratamiento
efectivo para cuadros graves.
En esta
situación, expertos internacionales en neurociencias, destacan la importancia
de afrontar esta pandemia con conocimiento, cuidado, responsabilidad y sin
angustia o miedos impuestos. Así, el primer Simposio
virtual internacional de Neurociencias y Bienestar organizado
por INECO y el BID, con expertos nacionales e
internacionales, y gratuito para toda la sociedad, buscará proveer de
herramientas útiles para transitar este período de incertidumbre y
desconocimiento de un virus que ha alterado todo el sistema social y económico
en el mundo. El
evento, que se enfocará en el papel de las neurociencias que juegan en la
construcción y el desarrollo del bienestar mediante el diálogo, la colaboración
y el intercambio interdisciplinario, tendrá lugar el próximo 28 de octubre, en
una amplia jornada que abarcará todo el día.
«Este simposio
para todo el mundo hispano parlante busca darle herramientas y una comunicación
clara a la sociedad para ayudarla preservar el bienestar mental durante esta
pandemia. En el transcurso de una amplia jornada, vamos a darle a toda la
comunidad herramientas prácticas, ejemplos claros y claves necesarias para
sobrellevar el impacto que ha generado el COVID-19, especialmente en las
personas más vulnerables y con necesidades económicas», explicó el
neurocientífico Dr. Facundo Manes, fundador de INECO y presidente de la
Fundación Ineco y uno de los organizadores del importante evento internacional.
«Es importante
recordar en todo momento que no todos enfrentamos la cuarentena en la misma
situación y hay poblaciones especialmente vulnerables, como las personas
mayores, los niños y adolescentes y -por supuesto- los trabajadores del sistema
de salud. Es muy difícil planificar mientras estamos en modo de supervivencia.
Pero es vital pensar estrategias para cuidar, hoy más que nunca, la mayor
riqueza del país: los recursos cognitivos y emocionales de todos nuestros
ciudadanos. Por eso, es indispensable contar con un plan estratégico que sea
integral y multidisciplinario y que nos dé cierta perspectiva apoyado en la
evidencia científica, con datos fiables y que aborde la enfermedad mental a la
par de la salud física. En otras palabras, las necesidades de salud mental
deben tratarse como un elemento central de nuestra respuesta a la pandemia del
COVID-19», agregó el experto en neurociencias.
Sobre el impacto
de la salud mental por la extensión de la cuarentena, el Dr. Manes indicó que
una mayor duración del confinamiento (cuanto más larga es la cuarentena, más
impacto en la salud mental trae), el aislamiento social y el miedo al contagio
sumado al colapso económico general, la inseguridad financiera, el riesgo de
perder el trabajo, la inseguridad sobre los ingresos, la bancarrota y la falta
de una perspectiva concreta son todos factores que agravan la situación.
«A su vez, la
angustia se profundiza si los mensajes de las autoridades y comunicadores son
contradictorios, y si, en lugar de mostrar que tienen como principal objetivo
combatir la pandemia, buscan sacar réditos, son oportunistas y se acusan unos a
otros. La distancia de los seres queridos, cierta restricción de las
libertades, la incertidumbre sobre el estado general de la enfermedad y el
impacto económico afecta nuestro bienestar mental», afirmó el Dr. Manes y
puntualizó que «las duraciones extensas de las cuarentenas se asocian con
estrés postraumático, agotamiento emocional, depresión, insomnio, ansiedad,
irritabilidad, frustración. Asimismo, el malestar económico que resulta de esta
situación crea una grave angustia social que es considerada otro factor de
riesgo de trastornos psicológicos».
Para arribar a
una solución, el neurocientífico precisó que «tenemos que evitar una situación
tan dramática, apelando al pensamiento crítico: que este tema no sea un nuevo
motivo de disputa entre facciones como lo vemos con el cambio climático, las
vacunas y otros temas polarizantes. Necesitamos más que nunca planificación y
decisiones basadas en la mejor evidencia disponible en lugar de enfrentamientos
inútiles y contraproducentes. Debemos resolver esta urgencia y estar pensando
mientras tanto en el futuro».
«En los últimos
meses, todo el tiempo estamos pensado en el coronavirus y las distintas
enfermedades que puede generar. Y eso nos genera un estrés mental importante
que no nos permite avanzar e inclusive es un factor determinante que afecta a
nuestras defensas naturales. Es por eso que desde INECO pensamos la importancia
de realizar este simposio internacional y que sea abierto a toda la comunidad
para que pueda, a través de diversas herramientas útiles, ejercicios y
ejemplos, lograr un bienestar que les permita atravesar la actual pandemia con
todos los problemas que conlleva y de alguna manera también proteger el
cerebro», explicó el Dr. Julián Bustín, Jefe de la Clínica de
Gerontopsiquiatría y Memoria de INECO. BP
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