Fragilidad, dificultades en la recuperación y mayor inestabilidad clínica como consecuencia de enfermedades crónicas preexistentes. Esos fueron los principales resultados de “Aislamiento social prolongado durante la pandemia de COVID-19 y la epidemiología de la fractura de cadera”, una investigación realizada por un equipo del Hospital Italiano de la Ciudad de Buenos Aires que analizó a un grupo de pacientes internados por fracturas causadas por osteoporosis entre abril y julio de este año.
“Comenzamos a percibir que el paciente que sufría una fractura de cadera llegaba a la internación en otras condiciones, con más comorbilidades. Dado que nuestro trabajo hospitalario es siempre multidisciplinario, pudimos recoger la experiencia de diferentes sectores. Y así fue que observamos una mayor fragilidad, incluso el equipo de kinesiología señaló que durante el postoperatorio inmediato, los pacientes no se movían, no se podían parar o les costaba mucho más hacer las actividades que habitualmente realizan. Todo ello producto de una mayor fragilidad”, explica Bruno Boietti, médico clínico y geriatra, miembro del servicio de clínica médica. “Además, dado el contexto, hubo cambios en la atención hospitalaria: el familiar ya no podía acompañar al paciente internado, no lo podía asistir para alimentarse y se redujo el número de ingresos a las habitaciones para la realización de los controles diarios”, describió y aludió a un problema multifactorial. “El estilo de vida de los adultos mayores cambió: dejaron de hacer ejercicio, no se exponen al sol, cambiaron sus hábitos alimentarios, reciben menos visitas, están angustiados porque no ven a los nietos. El producto final es mayor fragilidad”, resumió.
Caída en las consultasPor otro lado, un relevamiento realizado por el IDIM señaló que el número de consultas por osteoporosis se redujo en un 49% y la cantidad de densitometrías descendió en un 81%, en comparación con el mismo período de 2019. “Estos resultados son una muestra del impacto de esta situación en la salud de los pacientes con enfermedades crónicas”, reflexionó María Belén Zanchetta, médica endocrinóloga, especialista en osteología y directora médica y académica de IDIM. “En este contexto, los pacientes no toman sol y, por lo tanto, vemos cada vez más déficit de vitamina D, no hacen ejercicio. Los pacientes notan que perdieron masa muscular. La masa muscular esquelética disminuye casi el 50% entre los 20 y los 90 años. Y una de las consecuencias de este sedentarismo prolongado será la pérdida de masa muscular en los adultos mayores. La cual es crucial para el hueso, para el metabolismo de los hidratos de carbono. La masa muscular es un tesoro para el adulto mayor y va a ser muy difícil de recuperar”, indicó.
“Un estudio que publicamos recientemente muestra que, antes del período de aislamiento, el 12,5% de las mujeres que evaluamos mayores de 60 tenían sarcopenia, es decir, baja fuerza muscular y masa muscular. Estas mujeres presentaron significativamente mayor frecuencia de caídas, osteoporosis y fracturas vertebrales. El riesgo de fracturas por fragilidad se vio incrementado 6 veces. Por eso es que su diagnóstico podría considerarse una herramienta útil para identificar a aquellos adultos con riesgo incrementado de caídas y fracturas”, explicó.
Cuidados en casa para evitar fracturasLa mayoría de las fracturas de cadera ocurren luego de una caída en domicilio. En ese sentido, el IDIM recomienda adoptar una serie de medidas para acondicionar el hogar y convertirlo en un entorno seguro, dado que la osteoporosis es la principal causa de fracturas en mujeres posmenopáusicas y adultos mayores en general.
· Por las noches, dejar una luz tenue encendida en baños y dormitorios.
· Fijar los bordes de las alfombras.
· Eliminar hilos o cables sobrantes en cortinas, teléfonos o lámparas.
· Evitar la colocación de felpudos y trapos de piso.
· No caminar sobre pisos mojados o encerados.
· Sentarse en la cama antes de levantarse e incorporarse lentamente.
· No caminar en chinelas, ojotas o medias.
· Evitar que las mascotas circulen de noche por la casa.
Una fractura cada tres segundosLa osteoporosis es una enfermedad silenciosa por la que los huesos pierden densidad, se vuelven frágiles y, por lo tanto, se quiebran fácilmente. Según cifras de la International Osteoporosis Foundation (IOF), a nivel mundial, causa una fractura cada tres segundos.
“Es una enfermedad que se da con más frecuencia en las mujeres cuando ocurre la menopausia, ya que los estrógenos, entre otras tantas acciones, mantienen la densidad mineral ósea. Con lo cual, al disminuir los estrógenos en menopausia, la densidad mineral ósea se ve afectada”, explicó Lorena Brance, miembro de la Comisión Directiva de la Asociación Argentina de Osteología y Metabolismo Mineral (AAOMM) y Coordinadora del grupo de estudio en osteoporosis de la Liga Panamericana de Asociaciones de Reumatología (PANLAR).
“Hoy, la osteoporosis es una enfermedad subdiagnosticada, no tenida en cuenta, aun cuando los pacientes presentan una fractura por fragilidad: son pocos los pacientes que reciben el tratamiento y seguimiento acorde. Antes de comenzar cualquier tratamiento, todos los pacientes deben presentar un consumo de calcio adecuado, se deben evaluar los niveles de vitamina D que presentan los pacientes y corregirlos si es necesario, y realizar un plan de actividad física acorde a cada caso. Hábitos como el cigarrillo, el alcohol, y el consumo aumentado de café afectan negativamente la masa ósea”, concluyó.
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