Compartir, ayudar y motivar son las prioridades de este blog, tratando de iluminar el camino de nuestros semejantes con nuestra pequeña luz interior, basados en tres pilares fundamentales: "Respeto, Humildad y Honestidad"
domingo, 31 de octubre de 2021
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Los síntomas más habituales son, además de rubor:
· Ansiedad.
· Enrojecimiento facial.
· Sudoración profusa (hiperhidrosis).
Además de estos síntomas, las personas afectadas suelen presentar otras manifestaciones físicas, tales como palpitaciones o temblor y es frecuente que presenten déficits en las habilidades sociales, con tendencia a aislarse, así como una autoestima deteriorada. En este contexto, el problema suele radicar en la importancia que la persona da al síntoma (el rubor, la hipersudoración...), la atención excesiva que presta a sus sensaciones internas y las atribuciones o interpretaciones que hace de los mismos.
Técnicas para su control:
El planteamiento que se realiza es de tipo multidisciplinar, con la participación de especialistas en dermatología y psicología, que analizan las características individuales del paciente y del problema que presenta antes de proponer el tratamiento.
Desde el punto de vista psicológico, se trabaja con los pensamientos y las atribuciones o interpretaciones que la persona realiza de sus síntomas para rebatir sus creencias erróneas, porque estas repercuten en la intensidad de los síntomas que presenta. Se enseñan técnicas para el manejo y control de la ansiedad y se realiza un programa de exposición paulatina a las situaciones temidas.
En el caso de que los tratamientos dermatológicos y psicológicos no den los resultados deseados, se plantea un abordaje psiquiátrico con un tratamiento psicofarmacológico.
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El problema en Halloween no está en los disfraces o en los dulces, sino en glorificar el mal…
El sacerdote aseguró que el peligro radica en los trajes que glorifican el mal deliberadamente e infunden miedo, o cuando las personas pretenden “obtener poderes especiales” a través de la magia y brujería, inclusive por mero entretenimiento.
“En el libro de Deuteronomio, en el capítulo 18, se habla de no intentar consultar a los espíritus de los muertos, tampoco a los que practican magia, brujería o actividades afines. Aquello sería una violación de un mandamiento de la Iglesia, al colocar otras cosas por delante de la relación con Dios". “Y ese sería el peligro de Halloween. Que de alguna manera Dios se pierde en todo esto, que la connotación religiosa se pierda y finalmente la gente glorifique el mal”, añadió. También dijo que es importante recordar que el diablo y los espíritus malignos no tienen ninguna autoridad adicional en Halloween, aunque lo parezca. “El diablo actúa por lo que la gente hace, no porque este haga algo por sí mismo. Tal vez por la forma en que se celebra ese día, en realidad se invita a que el mal entre a nuestras vidas”, dijo.
Finalmente el P. Lampert aseguró que una de las mejores cosas que los padres pueden hacer es utilizar Halloween como un momento de aprendizaje y explicar a los niños “por qué ciertas prácticas no conducen a nuestra fe e identidad católica”.
Por otro lado, Anne Auger, una madre católica de tres niños proveniente del estado de Wisconsin en Estados Unidos, dijo a ACI Prensa, que si bien deja que sus niños se disfracen y pidan dulces, siempre verifica las casas por donde pasarán y así evitar aquella que están decoradas ‘con cosas temibles’. “El año pasado una persona llegó a la puerta vestido como un lobo demoníaco. A veces las personas se visten como brujas y puedo entender eso, pero esto fue un nivel completamente nuevo, tan diferente a cuando éramos pequeños”.
También aseguró que los padres deben enseñar a sus hijos el significado de Halloween, siempre en relación al día de Todos los Santos. “Les decimos que estamos teniendo una fiesta porque celebraremos a los santos en el cielo, y es por ello salimos a pedir dulces”, añadió.
Kate Lesnefsky, otra madre católica, con niños entre las edades de 3 y 16 años, también les permite que elijan sus trajes para pedir dulces, siempre y cuando no infundan miedo o tengan aspecto demoníaco. Al día siguiente lleva a sus hijos a la Misa por Todos los Santos, y la familia lo usa como una oportunidad para hablar sobre lo que significa la muerte y la santidad. “Tengo una hermana que murió cuando tenía 19 años. Entonces hablamos de diferentes personas que sabemos que están en el cielo, de mis abuelos o de los diferentes santos” dijo Lesnefsky. MR