viernes, 29 de octubre de 2021

Tratar el estrés reduciría el dolor crónico de espalda…

El dolor de espalda es una patología que ha aumentado con el homeoffice y la pandemia. Pasar muchas horas en la silla frente a una computadora abre paso a malas posturas, contracturas y futuras molestias musculares. Sin embargo, un nuevo estudio científico del Centro Médico Beth Israel Deaconess asegura que cuando el problema es crónico, la causa del dolor puede deberse a problemas psicológicos. 
Mediante un programa llamado cuerpo-mente (de 12 semanas de duración), los investigadores notaron que el 64% de los voluntarios que participaron se libró del dolor de espalda, la principal causa de discapacidad en el mundo, al término de seis meses de tratamiento psicológico, algo que no sucedía con las terapias tradicionales. 
«Nuestro grupo se centró en la hipótesis de que el dolor de espalda inespecífico es la manifestación sintomática de un proceso psicológico, impulsado sobre todo por el estrés, las emociones reprimidas y otros factores psicológicos», señalaron los investigadores que participaron del estudio. 
Cómo fue el estudio 
Los especialistas precisaron que con los voluntarios utilizaron la terapia de alivio de síntomas psicofisiológicos (PSRT), que consta de 3 meses y que fue creada para analizar lo siguiente: los factores estresantes y psicológicos que favorecen el dolor persistente de espalda; las posturas corporales; y las conductas que adoptan los afectados ante el dolor. 
El programa incluyó estrategias para educar a los pacientes, de 18 a 67 años, sobre la relación entre los factores estresantes, las emociones, la ansiedad y el dolor. Luego, dividieron a los voluntarios en tres grupos distintos: el primero, realizó el programa completo de 3 meses; el segundo, solo lo hizo durante 8 semanas; y el tercero, recibió una terapia convencional para tratar el dolor físico de espalda. 
Los resultados del estudio 
De acuerdo con lo revelado por los especialistas, los pacientes que completaron la terapia de 12 semanas experimentaron una reducción del dolor (y discapacidad) del 83% en comparación con el 22% de quienes siguieron el programa de ocho meses y dijeron haber sentido menos malestar. En tanto, quienes solo recibieron un tratamiento estándar para el dolor físico de espalda, notaron una disminución del 11%. A su vez, el 64% de las personas que completaron la terapia dijo no sentir más dolor una vez finalizado el tratamiento, mientras que del segundo grupo sólo un 25% se libró del malestar; y en el tercero, apenas un 17%. 
Cómo ayudan las sesiones psicológicas a aliviar el dolor de espalda 
Un tratamiento de cuatro semanas de sesiones psicológicas puede reducir drásticamente el dolor de espalda crónico para muchos pacientes durante al menos un año, sugiere un estudio. La investigación es la primera en evaluar la terapia de reprocesamiento del dolor (PRT), un tratamiento que asume que en algunos pacientes el dolor a largo plazo no se deriva de una lesión corporal. En cambio, se cree que es causado por el cerebro que se vuelve demasiado sensible a los estímulos que normalmente no causarían molestias. El trabajo, publicado en la revista JAMA Psychiatry, proporciona algunas de las pruebas más sólidas hasta ahora de que un tratamiento psicológico no farmacológico puede brindar un alivio potente y duradero. 
Como explicó Yoni Ashar, uno de los investigadores involucrados en el estudio, «durante mucho tiempo, tal vez demasiado, se pensó que el dolor crónico dependía solo de problemas físicos reales. Y, de hecho, la mayoría de los tratamientos todavía se basan en esta creencia». Este tratamiento se basa en la premisa de que el cerebro puede generar dolor en ausencia de una lesión o después de que una lesión se haya curado. 
La investigación sugiere que las vías neuronales que fallan son al menos parcialmente responsables del malestar: diferentes regiones del cerebro, incluidas las asociadas con la recompensa y el miedo, se activan durante los episodios de dolor agudo. Y entre los pacientes con dolor crónico, ciertas redes neuronales están sensibilizadas para reaccionar de forma exagerada incluso a estímulos leves. 
La solución al dolor puede estar en el cerebro 
La terapia de reprocesamiento del dolor (PRT) fue desarrollada por el psicólogo Alan Gordon y se basa en educar al paciente sobre el papel del cerebro con respecto al dolor crónico. 
Esto se hace ayudándolos a reevaluar la sensación de malestar físico cuando está relacionado con movimientos que generalmente tienen miedo de hacer. También los ayuda a lidiar con las emociones que generalmente no hacen más que aumentar el dolor. 
«Esto no sugiere que el dolor no sea real o que todo esté en la cabeza. Esto significa que si las causas están en el cerebro, también podría haber soluciones», explicó el autor del estudio. BP

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