Los
beneficios de la actividad física son ampliamente conocidos por la ciencia. Sin
embargo, la relación entre los diferentes tipos de ejercicio (más ligero, más
intenso, aeróbico o no) y la mejora en la condición física aún no se comprenden
completamente.
Para
ahondar en este conocimiento, investigadores de la Facultad de Medicina de la
Universidad de Boston (EEUU) realizaron un gran estudio con más de 2.000 participantes, el mayor
jamás hecho con el objetivo de comprender esta relación. El buen estado físico
tiene una gran influencia en la salud y está asociado con un menor riesgo de
enfermedad cardiovascular.
Publicado
en el European Heart Journal, el estudio encontró que el ejercicio
intenso mejora el estado físico más que la actividad física ligera, como
caminar 10.000 pasos diarios (distribuidos a lo largo de la jornada). El ejercicio intenso es tres veces más
efectivo para mejorar el estado físico que simplemente caminar y 14
veces más efectivo que simplemente disminuir la inactividad diaria (como
levantarse para cambiar de canal de televisión, subir escaleras en lugar del
ascensor, etc.).
La
conclusión puede parecer obvia, pero de hecho hay una serie de detalles que han
sido indagados a profundidad por la investigación, realizada y dirigida por el
equipo del profesor de cardiología de la Universidad de Boston, Matthew Nayor.
Por
ejemplo, ¿puede una persona que pasa todo el día sentada en la oficina
compensar este tiempo sedentario haciendo ejercicio más intensamente después
del trabajo? ¿Cómo se compara la salud de esta persona con la de alguien que
tiene un trabajo donde hay más actividad física pero no hay ejercicio más allá
de eso?
También había incertidumbre acerca de si la cantidad
de pasos dados por día (contados con contadores de pasos) realmente hacía
alguna diferencia en la condición física. La conclusión es que sí lo
hacen en todos los géneros, grupos de edad y condiciones de salud, lo que
confirma que mantener la actividad durante todo el período el día es
beneficioso para todos. Los investigadores también encontraron que las personas
que tienen un número de pasos por día más alto que el promedio y que se
ejercitan más intensamente durante un período corto también tienen un estado
físico por encima del promedio, independientemente del tiempo que hayan estado
sentados. En otras palabras, aparentemente es posible compensar el daño causado por un estilo de vida sedentario a
lo largo del día con un aumento de la actividad física y del ejercicio en
otros momentos.
La
investigación también indagó sobre cómo el cuerpo responde a diferentes
intensidades de actividad física durante el inicio, la mitad y el punto máximo
de un ejercicio. Los investigadores ya esperaban encontrar entre los resultados
el hecho de que el ejercicio más intenso promueve una mejora en el rendimiento
durante la actividad máxima. Pero también encontraron que el ejercicio de alta
intensidad también es más beneficioso que caminar a paso ligero para mejorar la
capacidad del cuerpo para comenzar y mantener niveles más bajos de actividad.
Según
Nayor, quien dirigió la investigación, otra pregunta fue cuáles son los
impactos de los hábitos pasados relacionados con la salud física y el nivel de
bienestar de una persona en el presente. “Descubrimos que los participantes con
altas tasas de actividad al principio, pero bajos niveles de actividad unos 8
años después, tenían niveles equivalentes de aptitud física. Esto sugiere
que quizás haya un ‘efecto
memoria’ de actividades físicas pasadas que se reflejan en el
actual índice de aptitud física”, dice Nayor en un artículo sobre la
investigación publicado por la Universidad de Boston y el Foro Económico
Mundial.
La importancia de las actividades físicas ligeras
Matthew
Nayor señala que si bien la conclusión es que las actividades más intensas son
mejores para el acondicionamiento físico, esto no significa que las actividades
ligeras sean innecesarias. “Nuestro estudio confirmó que la actividad ligera
también mejora el estado físico. Y esto
es especialmente importante para las personas mayores o para las
personas que tienen condiciones médicas que les impiden realizar actividades
más intensas”, dice en el artículo. Agrega que si su objetivo es mejorar su
estado físico, resulta tres veces más efectivo hacer al menos un ejercicio más
moderado o intenso que simplemente ser una persona que camina mucho, por
ejemplo.
¿Qué es el ejercicio intenso?
Los
investigadores utilizaron definiciones establecidas en otros estudios como base
para su trabajo reciente. Según esos parámetros, caminar entre 60 y 99 pasos por minuto es un ejercicio ligero,
caminar entre 100 y 129 pasos por minuto es moderado y por encima de 130 pasos
por minuto es intenso.
Sin embargo, en el artículo publicado por la Universidad de Boston,
Nayor señala que es posible que la velocidad deba ser mayor en las personas más
jóvenes.
La US Fitness Guide recomienda entre 2:30 horas y 5 horas de
ejercicio moderado por semana y entre las 1:15 horas y 2:30 horas de ejercicio
intenso en el mismo período.
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