El tiempo juega un papel fundamental al momento de tratar un Ataque Cerebrovascular (ACV). Por cada minuto sin aporte de sangre en el cerebro mueren cerca
de dos millones de neuronas, que comandan una función cerebral que se pierde
temporal o permanentemente, es por eso que cada minuto cuenta, pues la atención
oportuna dentro de las primeras cuatro horas es crucial para reducir las
secuelas o el riesgo de muerte.
El ACV es un padecimiento causado por una falla en la circulación sanguínea en el cerebro, lo que impide la circulación de oxígeno y nutrientes, y puede
afectar a hombres y mujeres de diferentes edades.
El ataque puede ser isquémico, el tipo más común, alcanzando entre
el 80 y 85% de los casos, o hemorrágico cuando hay una ruptura o sangrado de un
vaso sanguíneo en el cerebro. En Argentina, se estima una incidencia anual de
un primer evento isquémico de 79 por cada 100.000 habitantes y una prevalencia
del 2% en la población mayor a 40 años.
“Un ACV es una emergencia y por lo tanto necesita ayuda médica extremadamente rápida ya que el tiempo de respuesta va a delimitar la gravedad de
las secuelas o incluso salvar la vida del paciente. El tiempo, los recursos y
protocolos para atender esta emergencia, son clave durante todo el proceso del
paciente, desde los síntomas hasta el tratamiento y seguimiento” comentó Sergio
Domínguez, Manager de Atención
Cardiovascular y Radiología Intervencionista para América Latina de Siemens Healthineers.
De acuerdo con la Organización
Panamericana de la Salud (OPS), el
ACV es la segunda causa de muerte en la mayoría de los países de Latinoamérica,
con una tasa regional de 41 fallecimientos por cada cien mil habitantes en
comparación a 21,9 en Estados Unidos y Canadá. En Argentina, el ACV constituye
la primera causa de discapacidad de origen neurológico y la cuarta causa de
muerte.
Signos de Alerta
Es
de suma importancia conocer los signos
de alarma, como parálisis en cara, brazo o pierna, debilidad repentina, dificultad
para hablar, visión borrosa por algunos minutos, mareos o aparición súbita de
intenso dolor de cabeza sin razón aparente. La rápida identificación y acción
ante la emergencia aumenta la tasa de supervivencia y disminuye las
secuelas.
Algunas
de las secuelas ocasionadas por un ACV, van
desde la parálisis en un lado del cuerpo (hemiplejia), control motriz débil
(hemiparesia), problemas de equilibrio, músculos tensos y contracturas,
dificultad al tragar (disfagia), problemas visuales, entre otros.
Cerca
del 90% de los casos de ACV son
prevenibles, ya que los principales factores de riesgo pueden ser controlados y
tratados. Factores como presión alta, problemas cardíacos y colesterol elevado
aumentan las probabilidades, mientras que la diabetes y el tabaquismo pueden
aumentar de dos a cuatro veces el riesgo de desarrollar un ACV.
Al ser un padecimiento prevenible en su gran mayoría, es
fundamental la implementación de estrategias eficientes enfocadas tanto a la
prevención como en la atención de los pacientes con ACV. Es por ello, Siemens Healthineers firmó recientemente
una alianza con la World
Stroke Organization (WSO) y
la Sociedad Iberoamericana de Enfermedad
Cerebrovascular (SIECV), para la certificación de al menos 100 hospitales
en 11 países de Latinoamérica. La compañía, que cuenta con un portafolio
completo de soluciones avanzadas enfocadas en reducir el tiempo de respuesta de
atención al paciente y acompañarlo durante todo el ciclo de cuidado, ofrecerá
materiales educativos y capacitación para los profesionales de salud acerca de
las últimas tecnologías y procedimientos en el manejo de la enfermedad, así
como apoyar en la creación de protocolos de atención. ¡P!
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