“No hay límite teórico para la esperanza de vida
humana”. Al menos así
parece indicarlo un nuevo estudio publicado en Royal Society Open
Science. Los autores de este trabajo señalaron que los seres humanos
probablemente pueden vivir hasta, al menos, 130 años, e incluso mucho más,
aunque las posibilidades de llegar a una edad tan avanzada siguen siendo muy
bajas.
Un
grupo de investigadores decidió adentrarse en el debate sobre el límite de la
esperanza de vida humana, analizando nuevos datos sobre supercentenarios, es
decir, personas de 110 años o más, y semi-supercentenarios, es decir, de 105 a
109 años.
Si
bien el riesgo de muerte tiende a aumentar a medida que envejecemos, el
análisis de estos expertos arrojó que ese riesgo finalmente se estabiliza y
permanece constante en aproximadamente 50-50. “Más allá de los 110 años, uno
puede pensar que vivir un año más es casi como lanzar una moneda al aire. Si
sale cara, entonces vives hasta tu próximo cumpleaños, y si no, morirás en
algún momento dentro del próximo año”, dijo Anthony Davison, profesor de
estadística en el Instituto Federal Suizo de Tecnología en Lausana (EPFL), y
director de la investigación.
Para
llegar a estas conclusiones, los investigadores utilizaron material
recientemente publicado en la Base de Datos Internacional de Longevidad, que
cubre a más de 1.100 supercentenarios de 13 países. También usaron datos sobre
cada persona que tenía al menos 105 años entre enero de 2009 y diciembre de
2015 en Italia.
El
hecho de que los humanos teóricamente puedan llegar a vivir 130 años o más, no
significa que sea probable que lo veamos pronto. Para empezar, porque este
análisis se basó en personas que ya han logrado vivir 100 años o más.
Incluso
a la edad de 110 años, las posibilidades de llegar a 130 son “aproximadamente
una en un millón... no imposible pero muy improbable”, dijo Davison. El experto
cree que podríamos ver personas llegar a 130 años antes que termine el siglo
XXI. A medida que más lleguen al estado de supercentenario, mayor serán las
posibilidades que tendremos de convertirnos en ese uno en un millón. Sin
embargo, advirtió que es muy poco probable que se observen edades muy por
encima de esa cifra si no se obtienen importantes avances médicos y sociales.
Cómo tener una vida longeva
Existe
evidencia que demuestra que algunas simples medidas relacionadas con el estilo
de vida son eficaces para incrementar las posibilidades de tener una vida
longeva:
Tener una alimentación saludable:
Comer los alimentos adecuados
es útil para prevenir la aparición de distintas afecciones o enfermedades. No
olvides incluir en tu dieta:
·
Frutas y vegetales: cítricos, frutos del bosque, manzanas, piñas, uvas,
kiwis, vegetales de hoja verde, como acelga, espinaca, brócoli o kale y demás
opciones sin almidón.
·
Fibra: hierbas y especias, como cilantro u orégano,
legumbres, como lentejas, guisantes, cacahuates, y porotos, y cereales.
·
Grasas saludables: pescados, como atún, caballa, salmón, sardina y
trucha, semillas o aceite de linaza, frutos secos, semillas de chía, aceites de
canola, oliva o soya, y aguacate.
·
Infusiones: té verde y blanco, canela, cúrcuma, fenogreco,
hibisco, o jengibre, entre otras.
De
la misma forma que algunos alimentos son beneficiosos, la ingesta excesiva y
frecuente de otros puede aumentar el riesgo de desarrollar problemas como
obesidad, enfermedad cardíaca, diabetes e incluso muerte prematura. Limita o
elimina de la dieta:
·
Azúcares añadidos (que suelen
estar presentes en alimentos procesados).
·
Productos refinados.
·
Refrescos, sodas o jugos
industriales.
·
Carne roja, especialmente las
procesadas, y embutidos.
Cuidar la salud mental:
Distintos problemas de salud
mental, como la ansiedad crónica o el estrés, contribuyen a debilitar el
sistema inmunitario, y, por ende, aumentan el riesgo de sufrir infecciones,
enfermedades o problemas en las distintas funciones del organismo. Procura
controlar esos trastornos y mantener una actitud positiva. Socializar es una
parte fundamental de este proceso, ya que ayuda a alcanzar el bienestar y
promueve una mente activa.
Mantener un peso saludable:
El sobrepeso,
especialmente cuando se distribuye en la zona abdominal, aumenta el riesgo de
desarrollar distintas enfermedades. Los especialistas aconsejan perder entre 5
y 10% del sobrepeso, no recuperarlo y mantenerlo a largo plazo para lograr una
vida longeva.
Hacer ejercicio:
El ejercicio es
bueno para el cuerpo y la mente, reduce los riesgos de muchas enfermedades
graves, como ataques cardíacos y ACV, aumenta la agudeza mental en adultos
mayores, ayuda a dormir mejor por la noche y fortalece los músculos.
Aunque
todo tipo de movimiento se muestra positivo, los mayores beneficios se ven en
actividades de intensidad moderada. Sin embargo, los expertos advierten que las
personas sedentarias o con sobrepeso que empiecen a hacer ejercicio, comiencen
de menor a mayor intensidad, para evitar complicaciones.
Evitar el consumo de tabaco o drogas: La nicotina, ciertas sustancias químicas que se
hallan en los cigarrillos y otros tipos de drogas:
·
Aumentan el estrés oxidativo.
·
Dañan a las células.
·
Causan inflamación.
·
Afectan la respuesta a la
insulina.
·
Dificultan un buen funcionamiento
del metabolismo.
·
Obstaculizan la circulación
sanguínea e incrementan el riesgo de desarrollar grasa abdominal.
Todos
estos son factores de riesgo de muerte prematura. TV
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