La berenjena, egg plant, calabaza de guinea, aubergine o
melongene es un miembro indispensable de la dieta mediterránea. Generalmente se
la considera un vegetal, aunque en realidad es una fruta, que aporta fibra,
vitaminas y minerales, y muy pocas calorías, además de agregar color,
consistencia y sabor a muchos platillos.
La berenjena comenzó a cultivarse hace más de 4000 años,
especialmente al norte de India, y en China. Los comerciantes árabes se
encargaron de distribuirla por Europa y África, sobre todo en los países del
Mediterráneo. Hay berenjenas de muchas formas y colores: alargadas, redondas,
ovoideas, moradas, negras, blancas, amarillas y rojizas. La pulpa es esponjosa,
amarga y de color blanco.
¿Cuáles son los nutrientes de la berenjena?
Las berenjenas no son solo un excelente ingrediente para cualquier
comida, también son una fuente de nutrientes esenciales. Son ricas en
vitaminas, especialmente C y K, minerales, como cobre, fósforo, hierro,
magnesio, y potasio, fibra dietética, compuestos antioxidantes y está
conformada en gran parte por agua. Consumiéndola regularmente puedes obtener
distintos beneficios:
Buena para el corazón
Esto se debe a que son ricas en potasio, un mineral con propiedades
vasodilatadoras que disminuye el riesgo de hipertensión. Las berenjenas también
reducen la presencia de colesterol ‘malo’ mientras que favorecen la absorción
de su contraparte ‘buena’, disminuyendo el riesgo de otros problemas
cardiovasculares como ataques cardíacos, derrames cerebrales y aterosclerosis. Por su importante cantidad de
fitonutrientes y potasio, se cree que las berenjenas también favorecen la
vasodilatación, mejorando el flujo sanguíneo hacia el cerebro, y así,
aumentando las actividades cognitivas. También son ricas en antioxidantes que
combaten a los radicales libres, moléculas inestables que afectan a las estructuras
celulares sanas.
Protege los huesos
Las berenjenas poseen compuestos fenólicos, que, además de darles su
característica coloración, ayudan a reducir el riesgo de osteoporosis,
aumentando la densidad mineral ósea. Estas frutas también son ricas en
minerales beneficiosos para la salud de los huesos, como hierro y calcio.
¿Combaten el cáncer?
Como sucede con muchos alimentos, existe evidencia que muestra el
potencial anticancerígeno de las berenjenas. Según los investigadores, la
presencia de glucósidos solasodina ramnosi en los extractos de esta fruta
resulta útil contra el cáncer de piel. Sin embargo, los estudios son
preliminares y se deben esperar ensayos clínicos en personas para corroborar
esta asociación.
Alta en fibra dietética
Estas frutas son una gran fuente de fibra dietética, sustancia esencial
para mantener un buen funcionamiento del sistema digestivo, ya que estimula la
secreción de jugos gástricos, favorece el procesamiento de los alimentos y la
absorción de sus nutrientes, mejora el movimiento intestinal, y añade volumen a
las heces, facilitando y regularizando las deposiciones.
Ayuda a perder peso
Una taza de berenjenas crudas tiene solo 20 calorías y 5 g de
carbohidratos. Además se cree que esta fruta puede ayudar a controlar y perder
peso debido a su contenido de fibra, capaz de inhibir la liberación de grelina,
la hormona que controla el apetito. Comer berenjenas aumenta la sensación de
saciedad, favorece el funcionamiento de nuestro sistema digestivo y disminuye
las probabilidades de comer en exceso.
Puede prevenir la anemia
Por su gran cantidad de hierro y cobre, las berenjenas suelen incluirse
en las dietas para combatir la anemia, ya que esos dos minerales favorecen el
funcionamiento de los glóbulos rojos. Esta es una afección que se caracteriza
por causar dolores de cabeza, falta de fuerza o energía, fatiga, debilidad,
problemas cognitivos e incluso depresión.
Cómo comerlas
La berenjena es uno de los alimentos más versátiles y funcionales de la
cocina. Puedes hornearla en tiras o rebanadas, hacerla puré, asarla, agregarla
en trozos a guisos, ensaladas o pastas, o prepararla rellena o en escabeche.
Prueba con los diferentes cortes y métodos de cocina hasta encontrar la
consistencia que más te guste.
Precauciones
Aunque es raro, las berenjenas pueden provocar reacciones alérgicas.
También existe evidencia, escasa, que indica que comer berenjenas en exceso
puede causar diferentes malestares estomacales. No se aconseja freírla al
momento de consumirla, ya que absorbe demasiado aceite y se reducen muchas de
sus bondades. El sabor amargo desaparece si haces ‘sudar’ la berenjena: córtala
en rodajas o cubos, agrégale sal y déjala reposar media hora. Antes de cocinar
tu receta, enjuágala y sécala bien. HD
No hay comentarios.:
Publicar un comentario