A pesar de su gran incidencia, la enfermedad cardíaca es
prevenible, y una gran manera de lograrlo es a partir de incorporar una dieta
saludable. Esto, combinado con no fumar y practicar ejercicio regularmente,
puede prevenir aproximadamente un 80% de los casos de enfermedades cardíacas.
Conoce aquí qué alimentos debes incorporar para lograrlo:
Avena
Todos los granos integrales son buenos para tu corazón, y para la salud
en general. Sin embargo, la avena es uno que merece especial reconocimiento por
su capacidad para reducir el colesterol. Esto es posible gracias a su rico
contenido de fibra soluble, capaz de unirse al colesterol y mantenerlo fuera
del flujo sanguíneo. Para obtener este
beneficio necesitas consumir 3 g de fibra soluble por día, aproximadamente 3/4
de taza de avena seca. Según un ensayo clínico que analizó a más de 2.500
personas, quienes consumieron esta cantidad redujeron sus niveles de colesterol
‘malo’ en un promedio de 9.6 miligramos por decilitro (mg/dL) y el total en
11.6 mg/dL.
Manzanas
Después del plátano, la manzana es la fruta más consumida en EEUU, y por
suerte también ofrece beneficios importantes para la salud del corazón. Esto se
debe a que posee, especialmente en su cáscara, ciertos antioxidantes
flavonoides, como quercetina y antocianinas, que se vinculan a efectos
cardioprotectores. Las manzanas son la
principal fuente de fibra soluble, una unidad tiene 1 g. Esto, como señalamos,
es de gran ayuda para reducir el colesterol y diferentes estudios lo
comprobaron. Por ejemplo, uno de ellos encontró que consumir 75 g de manzana
deshidratada a diario (2 manzanas frescas) durante 3 meses, se asoció con una
reducción del colesterol ‘malo’ en un 16% y del total en 9%.
Sardinas
El pescado es una de las mejores fuentes de ácidos grasos Omega 3, un
tipo de grasa que puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedad cardíaca. Los
profesionales recomiendan consumir en promedio 2 porciones de pescado de al
menos 100 g a la semana. Debido a que algunos pescados contienen mucho mercurio
y otros son muy caros, las sardinas se presentan como la opción más práctica.
Nueces
Las nueces son una buena fuente de grasas no saturadas, fibra, proteínas
y una amplia variedad de minerales y antioxidantes. Se destacan entre otros
frutos secos gracias a sus altos niveles de ácido alfa-linolénico
antiinflamatorio, un tipo de grasa Omega 3 de origen vegetal. El coctel de nutrientes anteriormente
mencionado le ofrece a las nueces propiedades cardioprotectoras que fueron
probadas por distintos ensayos clínicos. Uno de ellos encontró que consumir 30
g de nueces cinco veces a la semana reduce el riesgo de enfermedad cardíaca en
un 14%, en comparación con quiénes no las consumen. Aquellos que superaron esta
porción, vieron una reducción del 19%.
Legumbres
La categoría de alimentos conocida como legumbres o leguminosas, que
incluye lentejas, frijoles, garbanzos, y guisantes secos, es reconocida por sus
beneficios sobre la salud del corazón. Estas fuentes de proteína vegetal son
bajas en grasas, ricas en fibra y en nutrientes como el potasio y la vitamina
B, compuestos que se vinculan a una presión arterial baja. Un análisis de 26 ensayos clínicos
encontró que una porción de legumbres por día, aproximadamente 2/3 de taza, es
capaz de disminuir el colesterol ‘malo’ en 6.6 mg/dL.
Arándanos
Las bayas son alimentos que se caracterizan por sus tonalidades rojizas
y azuladas, que obtienen gracias a su rico contenido de antioxidantes, llamados
antocianinas. Los arándanos son los que tienen los niveles más altos de estos
compuestos, aproximadamente 120 mg por ½ taza. Su consumo se asoció a una
disminución de la presión arterial, el colesterol ‘malo’ y la inflamación.
Kale
Los vegetales de hoja verde oscura son el grupo de alimentos
universalmente saludables, debido a su rica cantidad y variedad nutrientes
beneficiosos. Todos se destacan por sus importantes dosis de magnesio y
potasio, ambos importantes para ayudar a regular la presión arterial. Entre los vegetales de hoja verde, el
kale o col rizada se destaca pues también contiene niveles altos del
antioxidante luteína, que ayuda a prevenir la degeneración macular. Varios
estudios vincularon los niveles altos de este pigmento amarillo en la sangre, a
una disminución de los niveles de los marcadores inflamatorios y
arteriosclerosis. Pero cuidado, interfiere con los medicamentos
anticoagulantes. HD
No hay comentarios.:
Publicar un comentario