Hoy estamos aquí para hablar
de un tema que no necesariamente se dirige a todos nuestros lectores, sino más
bien al público femenino, y es el de las fajas entrenadoras y las prendas
moldeadoras. ¿Funcionan? Para responder a eso, primero tenemos que saber lo que
prometen.
¿Qué son las fajas
entrenadoras?
Las fajas, en cierto modo, son
el corsé moderno. Al igual que los corsés, son una prenda de tela gruesa que se
lleva ajustada a la cintura. Se cierran con ganchos, cordones o velcro. Al
igual que los corsés, pueden contener huesos de metal o plástico para mantener
su forma. Si suena como un corsé, y también lo parece, puede que lo sea. Sólo
que, a diferencia de los corsés tradicionales, los modernos entrenadores de
cintura afirman tener la capacidad de entrenar los músculos abdominales y
centrales para que se mantengan apretados de forma definitiva, lo que afecta a
su forma. Los entrenadores de cintura, más que las prendas moldeadoras, tienen
como objetivo ‘entrenar’ tu cintura y ceñirla hasta conseguir una circunferencia
más fina, sólo si los llevas puestos durante periodos prolongados. Te lo
decimos de entrada: simplemente no lo hacen. ¿Pero qué es lo que hacen? ¿Y
podría haber el más mínimo beneficio en su uso? Vamos a centrarnos en los
hechos.
¿Podría haber algún beneficio
en ellas?
El efecto en la cintura se
produce, no nos equivoquemos. Pero es sólo temporal, ya que el uso de prendas
moldeadoras no afecta a la masa corporal. Si lo que quieres es parecer más
delgada o más arreglada para un evento concreto, un moldeador de cintura te
servirá, aunque las prendas moldeadoras pueden ser más cómodas, ya que carecen
de espinas y están hechas de un material más flexible. Llevar cualquiera de los
dos no te ayudará a perder peso. Si comes con una faja, es posible que comas
menos debido a la presión que ejerce sobre el estómago, aunque eso no suena
demasiado atractivo. No recomendamos hacerlo, ya que comer, incluso cuando se
intenta perder peso, debe ser agradable. Hay un beneficio que podemos
respaldar. Un entrenador de la cintura, como un corsé, puede ayudarte con
problemas de postura. Puede ayudar a sostener el núcleo y la columna vertebral,
aumentando así temporalmente la movilidad. Además, el uso de un entrenador de
la cintura después del parto, por un período limitado, puede ayudar con el
dolor y el sangrado.
Pero, ¿valen la pena?
Llevar una faja de cintura de
forma esporádica es 100% inofensivo. Pero si sólo te lo quitas para dormir, ten
en cuenta que no sólo te ciñe la cintura, sino también todo lo que hay debajo.
Esto puede provocar tensión en tus órganos internos, dificultar tu respiración,
provocar acidez y, en definitiva, poner en riesgo tu postura. Apretar los
pulmones significa que la sangre no está tan saturada de oxígeno como podría,
lo que conduce a la fatiga. Y si bien mencionamos que un entrenador de la
cintura podría tener beneficios positivos para la postura, usarlo constantemente
eventualmente arruinará tu postura, ya que de hecho debilita tus músculos
centrales; cuando están constantemente apoyados, no tienen que hacer el trabajo
de soportar tu peso corporal por sí mismos. Ahora que sabemos todo esto, es
lógico que los expertos en salud no recomienden llevarlo mientras se hace
ejercicio. La disminución del flujo sanguíneo, la ubicación temporal antinatural
de los órganos internos y la incomodidad general no te aportarán muchos
resultados positivos. Si buscas una silueta más delgada y duradera, no hay una
fórmula fácil. Sólo un estilo de vida más saludable será suficiente. Y recuerda
la regla general: comer grasa no te hará ganar peso como lo hará comer azúcar.
El azúcar no se demoniza en los medios de comunicación en vano. Y si estamos
rompiendo mitos, aquí tienes otro: los ejercicios puntuales como los
abdominales y las sentadillas no reducirán tu cintura, por muy perseverante que
seas con ellos. Si lo que buscas es esbeltez, opta por los movimientos más
grandes como las sentadillas, las estocadas, las flexiones y los presses de
hombros. Medical News Today
recomienda “centrarse tanto en actividades cardiovasculares, como correr o
caminar, como en el entrenamiento de fuerza, como levantar pesas”. Por último,
recuerda que no todas las personas tienen una forma natural de reloj de arena.
Incluso las jóvenes modelos que no tienen ni un gramo de exceso de peso pueden
tener una forma cuadrada o de caja: es simplemente genética, y ya es hora de
que aceptemos esas diferencias. Por último, queremos subrayar que nada de lo
expuesto en este artículo tiene que ver con los corsés médicos, que tienen un
aspecto parecido a éste y son prescritos por los médicos. SF
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