Especialistas de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) expresaron su
preocupación por la disminución de 10 puntos de la cobertura nacional de las
vacunas durante 2020 respecto a 2019, año en el que ya se habían alcanzado las
cifras más bajas de la última década, en el marco de la ‘Semana Mundial de la
Inmunización’, que comenzó el 23 de abril y se extiende hasta el 30.
«Sin lugar a dudas, la pandemia precipitó la caída en los índices de
vacunación. Contribuyeron cuestiones vinculadas al temor de la gente a salir de
sus casas, a las dificultades económicas para acceder al centro de salud,
escasez de recurso humano, horarios acotados y disminución de las consultas y
de los controles de salud que posibiliten la indicación de las vacunas
correspondientes», señaló en un comunicado la Dra. Florencia Lución, presidenta
de la Subcomisión de Epidemiología de la SAP.
Y añadió que «también influyó, entre otros factores, una baja percepción
del riesgo de no inmunizarse por parte de la población».
Por su parte, la Dra. Gabriela Tapponnier, infectóloga pediatra y
secretaría del Comité de Infectología de la sociedad científica, señaló que «es
indispensable que la población conozca la importancia que tienen las vacunas en
la prevención y erradicación de enfermedades».
«Las vacunas constituyen una estrategia fundamental en la prevención de
enfermedades de alto impacto en la salud de la población, tales como el
sarampión, la poliomielitis, el tétanos, la difteria, coqueluche, la neumonía,
la poliomielitis, la meningitis y las diarreas por rotavirus», indicó.
Según el último reporte de la Dirección de Enfermedades
Inmunoprevenibles del Ministerio de Salud de la Nación, señala que «si bien las
coberturas de vacunación superiores al 95% se consideran óptimas, en el año
2020, ninguna vacuna del calendario nacional ha superado un valor del 80% de
cobertura a nivel nacional».
«El desafío más importante es sostener un programa de vacunación amplio
y mantener coberturas adecuadas en el tiempo para lograr un control efectivo de
las enfermedades prevenibles por vacunas. Es necesario trabajar esta situación
que debe revertirse dándole alta prioridad, con un fuerte compromiso de parte
de todos los actores implicados», indicó la Dra. Andrea Uboldi, infectóloga de
la SAP.
Mientras que la Dra. Miriam Calvari, prosecretaria del Comité de
Infectología de la organización, expresó que «se deben realizar los máximos
esfuerzos para mejorar y mantener coberturas de vacunación adecuadas y
homogéneas en todo el territorio nacional, para evitar la re-emergencia de
viejas enfermedades eliminadas en la región (poliomielitis, tétanos neonatal,
sarampión, rubéola y síndrome de rubéola congénita) y el aumento de casos de
las enfermedades controladas como resultado de la vacunación masiva (hepatitis
A, enfermedades invasivas por Hib, coqueluche, difteria y tétanos)».
La primera ‘Semana de Vacunación en las Américas’ se celebró en junio de
2003 con el principal objetivo de consolidar la eliminación del sarampión en
las Américas, mantener la erradicación de la poliomielitis y proteger a los
niños de enfermedades inmunoprevenibles. En septiembre del mismo año, el Consejo Directivo de
la Organización Panamericana de la Salud determinó que esta actividad se
implemente anualmente, en la última semana del mes de abril. En 2012, la Organización Mundial de la Salud se plegó
a la iniciativa organizando ‘La Semana Mundial de la Inmunización’, con el fin
de promover la vacunación y erradicar enfermedades prevenibles por vacunas en
todo el mundo. BP
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