El embarazo provoca cambios en el cuerpo que podría
ser más fácil enfermarse gravemente por virus respiratorios como el que causa
el COVID-19. Sin embargo, con los cuidados necesarios el embarazo y el parto
generalmente no aumentan el riesgo de adquirir la infección. Algunas mujeres
desarrollan neumonía y pueden tener mayor frecuencia de parto prematuro
(nacimiento antes de las 37 semanas de gestación), pero la mayoría se recupera
sin dar a luz.
Las consecuencias directas e indirectas del COVID-19 en la salud materna
están entrelazadas. Algunas mujeres embarazadas que desarrollan los síntomas
del virus de manera grave pueden experimentar resultados de alto riesgo y
podrían presentar un parto prematuro (15-20% de los casos) o un aborto
espontáneo.
La Dra. Verónica Ramil, ginecóloga y obstetra de DIM CENTROS DE SALUD,
responde y explica 7 interrogantes sobre el embarazo y la pandemia de la COVID
-19, que continua afectando a la población mundial con la aparición de
diferentes cepas.
1.
¿Cuál es el riesgo de contraer COVID durante el embarazo?
La mayoría de las infecciones en gestantes son asintomáticas. De las
sintomáticas, un alto porcentaje son infecciones leves. De todas formas, es
importante tener en cuenta que el riesgo de complicaciones es mayor al de la
población general sin factores de riesgo.
Los signos y síntomas no difieren a los de la población general, aunque
si aumentan algunas complicaciones. Destacamos que la embarazada per se no
tiene más riesgo de infectarse ante la exposición, pero si aumenta levemente el
peligro de requerir asistencia respiratoria, desarrollar neumonía e ingreso a
una unidad de cuidados intensivos, especialmente en el tercer trimestre y
cuando la paciente presente algunos factores como: edad materna avanzada (más
de 35 años), obesidad/sobrepeso, hipertensión arterial (preexistente o inducida
por el embarazo), diabetes (preexistente o inducida por el embarazo), enfermedades
cardiopulmonares, enfermedad renal crónica e inmunosupresión.
La mortalidad general es muy baja, cercana al 0.1%. Es variable la
información respecto al riesgo durante el primer trimestre. Algunos artículos
de investigación indican un pequeño aumento de peligro de aborto espontáneo y
otros sugieren que el riesgo no está aumentado. Sin embargo, no se han
reportado defectos congénitos (malformaciones) asociado a infección materna en
ningún trimestre. Asimismo, hay una alta probabilidad de parto prematuro, principalmente
de causa iatrogénica 15-20% (que por el cuadro clínico materno medicamente se
decida el nacimiento antes de tiempo).
La hospitalización no es necesaria en caso de síntomas leves, de todas
formas es muy importante consultar con el médico tratante y hacer un
seguimiento para poder detectar eventuales complicaciones. Debemos tener en
cuenta también la salud mental de las madres. Algunas mujeres embarazadas
pueden desarrollar altos niveles de estrés por la preocupación que genera una
crisis como la actual y pueden generar síntomas de estrés postraumático.
2.
¿Cuáles son los cuidados especiales para protegerse de la infección durante el
embarazo?
Los cuidados son los mismos para todas las personas, incluso en mujeres
gestantes. Recordamos las recomendaciones aprobadas y conocidas:
·
Asegurar la vacunación de la
embarazada, familiares y contactos estrechos.
·
Limitar el contacto con
personas que haya estado expuestas al virus y aislamiento de personas
infectadas.
·
Uso de mascarilla en lugares
cerrados y en lugares abiertos en donde no se cumpla el distanciamiento social
recomendado (2 metros).
·
Uso correcto de tapabocas
cubriendo nariz y boca en forma constante y ajustado a la cara.
·
Lavar las manos con frecuencia
y/o uso de alcohol. Priorizando el lavado con jabón en forma correcta.
·
No compartir mate ni vajilla.
·
Mantener los ambientes
ventilados y con doble circulación.
3. ¿Puede transmitirse la enfermedad hacia el bebé?
¿Cómo se diagnostica?
La transmisión de la mujer embarazada al feto es excepcional y poco
relevante, puede ocurrir en caso de infección grave en la madre, pero es poco
frecuente.
En general, los recién nacidos infectados con el virus son
asintomáticos. Aunque el Ministerio de la Salud dispuso de algunas
recomendaciones, cada centro de salud tiene sus protocolos de bioseguridad en
estos casos. No es obligatorio el hisopado nasofaríngeo y si la infección no es
grave y no manifiesta complicaciones, el bebé permanece con la madre sin
internación y cuidados intensivos.
4.
¿Si se cursa la enfermedad durante el embarazo, puede producirse un parto
prematuro?
Si, la infección por COVID-19 aumenta el riesgo de parto prematuro entre
un 15 a 20%, ya sea espontáneo o iatrogénico (indicación médica por salud
materna o fetal).
5.
¿Qué cuidados se deben realizar al bebé recién nacido si él o su madre padecen
COVID?
Los cuidados del recién nacido son variables según presencia de síntomas
maternos y/o neonatales, además de los protocolos variables en cada
institución. Lo más importante es que no presenten síntomas graves. A la fecha
se desconoce el impacto del COVID-19 en la evolución de los recién nacidos
expuestos, por lo que se recomienda el seguimiento por 2 años, aunque no se ha
detectado afecciones específicas.
En caso de madre positiva:
·
Fomentar el contacto piel con
piel y el clampeo tardío del cordón como en cualquier nacimiento, salvo
situaciones particulares.
·
Estimular la lactancia materna
desde el inicio con los cuidados pertinentes (barbijo apropiado y bien
colocado, lavado de manos antes y después de amamantar).
6.
Vacunación en el embarazo y lactancia
Para evitar algún tipo de complicaciones durante el
embarazo es recomendable la vacunación en cualquier trimestre del embarazo, sin
la necesidad de presentar ningún tipo de orden médica. De ser posible con las
vacunas de ARNm desarrolladas por Pfizer y por Moderna o la vacuna a virus
inactivado Sinopharm, ninguna está contraindicada en el embarazo.
La vacunación también está recomendada y es prioridad en las mujeres que
amamantan, teniendo en cuenta el beneficio del pasaje de anticuerpos maternos
por leche al lactante.
7.
Cuidados durante la internación en el momento del nacimiento.
Es importante tener en cuenta que hay recomendaciones sugeridas por el
Ministerio de Salud, pero cada institución tiene sus propios protocolos, por lo
que es importante averiguarlos en cada establecimiento.
En línea general, las visitas están restringidas a un solo acompañante,
preferentemente que este vacunado y no tenga factores de riesgo o sea positivo para
la infección ni sea contacto estrecho. También, la madre puede estar acompañada
en todo momento, siempre y cuando no sea contacto estrecho ni tenga infección
activa por COVID-19.
En caso de que la madre sea positiva durante el parto, no es obligatorio
el aislamiento del recién nacido, pero se evaluará en cada caso y de acuerdo a
la gravedad de la infección. BP
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