lunes, 25 de abril de 2022

Embarazo y COVID-19: hay 15-20% de probabilidades parto prematuro si la infección tiene complicaciones…

El embarazo provoca cambios en el cuerpo que podría ser más fácil enfermarse gravemente por virus respiratorios como el que causa el COVID-19. Sin embargo, con los cuidados necesarios el embarazo y el parto generalmente no aumentan el riesgo de adquirir la infección. Algunas mujeres desarrollan neumonía y pueden tener mayor frecuencia de parto prematuro (nacimiento antes de las 37 semanas de gestación), pero la mayoría se recupera sin dar a luz. 
Las consecuencias directas e indirectas del COVID-19 en la salud materna están entrelazadas. Algunas mujeres embarazadas que desarrollan los síntomas del virus de manera grave pueden experimentar resultados de alto riesgo y podrían presentar un parto prematuro (15-20% de los casos) o un aborto espontáneo. 
La Dra. Verónica Ramil, ginecóloga y obstetra de DIM CENTROS DE SALUD, responde y explica 7 interrogantes sobre el embarazo y la pandemia de la COVID -19, que continua afectando a la población mundial con la aparición de diferentes cepas. 
1. ¿Cuál es el riesgo de contraer COVID durante el embarazo? 
La mayoría de las infecciones en gestantes son asintomáticas. De las sintomáticas, un alto porcentaje son infecciones leves. De todas formas, es importante tener en cuenta que el riesgo de complicaciones es mayor al de la población general sin factores de riesgo. 
Los signos y síntomas no difieren a los de la población general, aunque si aumentan algunas complicaciones. Destacamos que la embarazada per se no tiene más riesgo de infectarse ante la exposición, pero si aumenta levemente el peligro de requerir asistencia respiratoria, desarrollar neumonía e ingreso a una unidad de cuidados intensivos, especialmente en el tercer trimestre y cuando la paciente presente algunos factores como: edad materna avanzada (más de 35 años), obesidad/sobrepeso, hipertensión arterial (preexistente o inducida por el embarazo), diabetes (preexistente o inducida por el embarazo), enfermedades cardiopulmonares, enfermedad renal crónica e inmunosupresión. 
La mortalidad general es muy baja, cercana al 0.1%. Es variable la información respecto al riesgo durante el primer trimestre. Algunos artículos de investigación indican un pequeño aumento de peligro de aborto espontáneo y otros sugieren que el riesgo no está aumentado. Sin embargo, no se han reportado defectos congénitos (malformaciones) asociado a infección materna en ningún trimestre. Asimismo, hay una alta probabilidad de parto prematuro, principalmente de causa iatrogénica 15-20% (que por el cuadro clínico materno medicamente se decida el nacimiento antes de tiempo). 
La hospitalización no es necesaria en caso de síntomas leves, de todas formas es muy importante consultar con el médico tratante y hacer un seguimiento para poder detectar eventuales complicaciones. Debemos tener en cuenta también la salud mental de las madres. Algunas mujeres embarazadas pueden desarrollar altos niveles de estrés por la preocupación que genera una crisis como la actual y pueden generar síntomas de estrés postraumático. 
2. ¿Cuáles son los cuidados especiales para protegerse de la infección durante el embarazo? 
Los cuidados son los mismos para todas las personas, incluso en mujeres gestantes. Recordamos las recomendaciones aprobadas y conocidas: 
·        Asegurar la vacunación de la embarazada, familiares y contactos estrechos. 
·        Limitar el contacto con personas que haya estado expuestas al virus y aislamiento de personas infectadas. 
·        Uso de mascarilla en lugares cerrados y en lugares abiertos en donde no se cumpla el distanciamiento social recomendado (2 metros). 
·        Uso correcto de tapabocas cubriendo nariz y boca en forma constante y ajustado a la cara. 
·        Lavar las manos con frecuencia y/o uso de alcohol. Priorizando el lavado con jabón en forma correcta. 
·        No compartir mate ni vajilla. 
·        Mantener los ambientes ventilados y con doble circulación. 
3. ¿Puede transmitirse la enfermedad hacia el bebé? ¿Cómo se diagnostica? 
La transmisión de la mujer embarazada al feto es excepcional y poco relevante, puede ocurrir en caso de infección grave en la madre, pero es poco frecuente. 
En general, los recién nacidos infectados con el virus son asintomáticos. Aunque el Ministerio de la Salud dispuso de algunas recomendaciones, cada centro de salud tiene sus protocolos de bioseguridad en estos casos. No es obligatorio el hisopado nasofaríngeo y si la infección no es grave y no manifiesta complicaciones, el bebé permanece con la madre sin internación y cuidados intensivos. 
4. ¿Si se cursa la enfermedad durante el embarazo, puede producirse un parto prematuro? 
Si, la infección por COVID-19 aumenta el riesgo de parto prematuro entre un 15 a 20%, ya sea espontáneo o iatrogénico (indicación médica por salud materna o fetal). 
5. ¿Qué cuidados se deben realizar al bebé recién nacido si él o su madre padecen COVID? 
Los cuidados del recién nacido son variables según presencia de síntomas maternos y/o neonatales, además de los protocolos variables en cada institución. Lo más importante es que no presenten síntomas graves. A la fecha se desconoce el impacto del COVID-19 en la evolución de los recién nacidos expuestos, por lo que se recomienda el seguimiento por 2 años, aunque no se ha detectado afecciones específicas. 
En caso de madre positiva: 
·        Fomentar el contacto piel con piel y el clampeo tardío del cordón como en cualquier nacimiento, salvo situaciones particulares. 
·        Estimular la lactancia materna desde el inicio con los cuidados pertinentes (barbijo apropiado y bien colocado, lavado de manos antes y después de amamantar). 
6. Vacunación en el embarazo y lactancia 
Para evitar algún tipo de complicaciones durante el embarazo es recomendable la vacunación en cualquier trimestre del embarazo, sin la necesidad de presentar ningún tipo de orden médica. De ser posible con las vacunas de ARNm desarrolladas por Pfizer y por Moderna o la vacuna a virus inactivado Sinopharm, ninguna está contraindicada en el embarazo. 
La vacunación también está recomendada y es prioridad en las mujeres que amamantan, teniendo en cuenta el beneficio del pasaje de anticuerpos maternos por leche al lactante. 
7. Cuidados durante la internación en el momento del nacimiento. 
Es importante tener en cuenta que hay recomendaciones sugeridas por el Ministerio de Salud, pero cada institución tiene sus propios protocolos, por lo que es importante averiguarlos en cada establecimiento. 
En línea general, las visitas están restringidas a un solo acompañante, preferentemente que este vacunado y no tenga factores de riesgo o sea positivo para la infección ni sea contacto estrecho. También, la madre puede estar acompañada en todo momento, siempre y cuando no sea contacto estrecho ni tenga infección activa por COVID-19. 
En caso de que la madre sea positiva durante el parto, no es obligatorio el aislamiento del recién nacido, pero se evaluará en cada caso y de acuerdo a la gravedad de la infección. BP

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