Desde hace más de 200 años, las vacunas nos protegen
contra enfermedades acercándonos a un futuro más saludable. Es por esto que en
el Hospital Garrahan se suma a la Semana de Vacunación en las Américas, una
campaña promovida por la OMS para poder conversar sobre la vacunación y su
impacto positivo en la salud pública.
En los últimos 2 años la vacunación tomó un
protagonismo total en la sociedad. La posibilidad que nos brindan las vacunas
de cuidarnos frente a varias enfermedades se hizo aún más presente desde el
comienzo de la pandemia por COVID-19. Y si bien no son una solución
sobrenatural, son una herramienta esencial para avanzar hacia un mundo más
saludable.
La Semana de Vacunación en las Américas que la Organización Panamericana
de la Salud celebra desde el 2002, y que tiene lugar entre el 23 y el 30 de
abril, junto con la 11º Semana Mundial de Inmunización, estará enmarcada en el
lema: “¿Estás protegido? Ponte
todas tus vacunas”.
«A lo largo de mis años como médica fui testigo de la importancia de la
vacunación para prevenir enfermedades muy graves en la infancia. Con la
incorporación de vacunas como la de Hib -Haemophilus influenzae tipo b-, del
neumococo o de Hepatitis tipo A, en el Calendario Nacional de Vacunación, la
cantidad de casos bajó considerablemente. Es una herramienta simple que salva a
la gente de enfermedades graves y de sufrimientos evitables», expresó la Dra.
Adriana Parra, responsable del Centro de Vacunación del Hospital Garrahan.
Y remarcó: «No tengan dudas sobre sus beneficios. Las vacunas salvan
vidas, previenen sufrimiento y enfermedades. Y esto no es subjetivo, está
demostrado. Como médica, viví la época de la Hib y recuerdo lo duro que fue
para algunas familias tener un hijo o hija con secuelas motrices por esta
enfermedad. La aparición de la vacuna lo redujo considerablemente».
Un ejemplo emblemático de la efectividad de la vacunación es el caso de
la vacuna contra la hepatitis A, incluida en el Calendario en 2004. Redujo
drásticamente el número de casos y disminuyó a cero los trasplantes por falla
hepática fulminante debido a esta enfermedad.
Previo a la inclusión de esta vacuna, de 26 casos de Falla Hepática
Fulminante producida por el virus de Hepatitis A, 20 necesitaban trasplante, 3
fallecían y sólo 3 pacientes lograban curarse. La incidencia de esta enfermedad
se redujo de 78 casos en 100 mil habitantes para 2004 a 8,5 en 2007 y a 1,4 en
2012. Para la actualidad fueron erradicadas las insuficiencias hepáticas agudas
y se redujeron a cero los trasplantes hepáticos por esta enfermedad.
Una
marca del Garrahan
Las vacunas son un bien público que salva vidas y protege la salud. El
Hospital Garrahan cuenta hace varias décadas con un vacunatorio que trabaja
tanto con niños y niñas sanas como con pacientes del hospital, algunos con
enfermedades de base y en muchos casos, con enfermedades poco frecuentes que
necesitan una mirada en particular.
«El hospital tiene un diferencial importante en su Centro de Vacunación
y es el seguimiento profesional que se le hace al paciente y el acompañamiento
que se le da a sus familias. Esto permite que se mantenga la inmunización de
niños y niñas sin patologías, pero también sobre todo de un grupo muy particular
que recibimos en el hospital que son los pacientes con debilitamientos en su
sistema inmune», precisó la Dra. Parra.
El Centro de Vacunación del Garrahan se especializa en la inmunización
de pacientes con patologías crónicas y de alta complejidad. A su vez también
sostiene la aplicación para la comunidad del Calendario Nacional de Vacunación
y realiza vacunación para niños y niñas en condición de internación, y la de su
personal de salud en materia de vacunas antigripales y COVID-19.
¿Cómo
funcionan las vacunas?
Una vacuna es una sustancia que aplicada al cuerpo
humano genera una reacción en la que se producen anticuerpos o defensas. Esta
sustancia, también denominada antígeno, estimula al sistema inmunológico a
reconocerla como una amenaza, combatirla y guardar un registro para poder
defenderse en una situación futura. A este fenómeno se lo denomina respuesta
inmune.
Las vacunas y el agua potable son las dos medidas de salud pública que
salvan la mayor cantidad de vidas, y a su vez son una de las medidas más
equitativas. Cuando se implementa un programa de vacunación ampliado en la
población, lo que se hace justamente es mejorar la salud de una manera
igualitaria.
Para que una vacuna prevenga una enfermedad transmisible y contagiosa,
en general se necesita que más del 90% de la población se la haya aplicado.
Como siempre, habrá un pequeño porcentaje de personas que no pueden recibir la
vacuna ya sea porque tienen alguna deficiencia inmune o una enfermedad de base.
Es muy importante que haya una cobertura muy alta para proteger a esas
personas que naturalmente no se pueden vacunar. La cobertura que se logra con
un número importante de vacunados es lo que se llama inmunidad de rebaño o
inmunidad de grupo. El objetivo de la vacunación es proteger a la población en
general, y en particular a ese pequeño porcentaje de personas que no pueden
recibir la vacuna porque no van a producir defensas. BP
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