La tiroides es una glándula endocrina con
forma de mariposa que se encuentra en el cuello, arriba de la clavícula. Se
encarga de controlar el metabolismo, la temperatura corporal y el procesamiento
de las calorías. Cuando el nivel de las hormonas tiroideas es anormal, se
pueden padecer ciertos problemas de salud. Afortunadamente, existen hierbas y
alimentos que ayudan a regularla. Conoce aquí cuáles son las mejores opciones.
La glándula tiroidea elabora, almacena y libera dos
hormonas: T4 (tiroxina) y T3 (triyodotironina), encargadas de controlar el
metabolismo. Cuando la tiroides funciona correctamente el cuerpo mantiene un
ritmo constante, es decir, ni demasiado rápido ni demasiado lento. Estas hormonas
surten su efecto lentamente y afectan muchos procesos, como el crecimiento y
desarrollo, obtención de energía de los alimentos, función sexual, reproducción
e incluso el estado de ánimo.
La tiroides, a su vez, es controlada por la glándula
pituitaria (que se halla en el cerebro). Esta se encarga de elaborar la hormona
estimulante de la tiroides (abreviada en inglés, TSH), la cual le indica cuanta
producción hormonal es necesaria.
Cuando no hay suficiente hormona tiroidea en sangre,
se reduce el ritmo del metabolismo, afección que se conoce
como hipotiroidismo (tiroides con actividad deficiente). Sus síntomas
aparecen lentamente, es decir, podrías tener la enfermedad y no presentar
ningún malestar por meses o años. Sus principales síntomas son: debilidad,
aumento de peso, falta de apetito, cambio en los períodos menstruales, poco
deseo sexual, sensación de frío, estreñimiento, dolores musculares, hinchazón
alrededor de los ojos, uñas quebradizas y caída del cabello.
En cambio, si hay demasiada hormona tiroidea en
sangre, se acelera el metabolismo, lo que se conoce
como hipertiroidismo (tiroides con actividad excesiva). Entre sus
señales más comunes se encuentra: agotamiento, pérdida de peso, nerviosismo,
latidos acelerados, aumento en la sudoración, sensación de calor cuando los
demás no lo sienten, cambio en los períodos menstruales, evacuaciones
intestinales más frecuentes, temblores y ojos saltones.
Prueba las siguientes hierbas para regular y cuidar la
tiroides:
Jengibre
Desde hace miles de años el jengibre es muy
apreciado por sus propiedades, que permiten usarlo con fines gastronómicos y
medicinales. Para este caso destacamos la presencia de zinc, uno de los
minerales más importantes en el cuerpo y que juega un papel esencial en la
función de la hormona tiroidea. Aunque la evidencia científica es escasa,
existen estudios que vincularon el consumo regular de jengibre con una mejoría
de los síntomas del hipotiroidismo.
Ginseng
En medicina natural el ginseng coreano (Panax ginseng), que no debe confundirse con el
siberiano (Eleutherococcus senticosus) o el americano (Panax quinquefolium), se usa para regular la tiroides y
tratar los problemas metabólicos que origina su mal funcionamiento. Los
investigadores sostienen que esto puede deberse a que sus principios activos
son capaces de reducir el exceso de inflamación y optimizar la liberación
hormonal para evitar complicaciones.
Valeriana
La Valeriana officinalis,
popularmente llamada valeriana, es una planta de la cual se aprovechan sus
rizomas, raíces y estolones, por sus propiedades sedantes. Existe evidencia
científica que vincula su consumo con una mayor relajación del sistema
nervioso, ayudando a controlar los problemas de sueño que se producen como
consecuencia de los síntomas del hipo e hipertiroidismo.
Hierba
de San Juan
La hierba de San Juan, también llamada hipérico o
corazoncillo, es una planta asociada al tratamiento de los síntomas del
hipotiroidismo, cansancio, falta de energía, decaimiento y depresión. Se cree
que esto es posible gracias a que posee compuestos antioxidantes que le
permiten actuar sobre el organismo, impactando en la salud física, mental,
química y hormonal. Desde la medicina tradicional también se utiliza la hierba
de San Juan para combatir el insomnio, falta de apetito, nerviosismo, y
sofocos.
Ten en cuenta que todas las hierbas anteriormente
desarrolladas pueden aprovecharse en infusiones. Puedes preparar cualquiera de
ellas vertiendo una cucharadita del polvo u hojas de estas hierbas en 250 o 300
ml de agua hirviendo. Deja reposar alrededor de 10 minutos, cuela y bébelas
entre dos y tres veces por día.
Otras
opciones para regular la tiroides
Muchos minerales son útiles para favorecer el correcto
funcionamiento de la tiroides, entre ellos se destaca, además del zinc, el yodo,
cobre, hierro y selenio. Puedes encontrarlo en alimentos como acelga,
carnes magras, cereales integrales, espinacas, frutos secos, huevos, pescados,
semillas, y champiñones, entre otros.
Las crucíferas (brócoli, col, coles de Bruselas,
rábanos, y coliflor) se aconsejan para controlar el hipertiroidismo, aunque
pueden ser contraproducentes para el hipotiroidismo. Esto se debe a la
presencia de unos compuestos llamados goitrógenos, que interfieren en la
producción de hormonas tiroideas.
Consulta
al médico sobre la tiroides
Para el diagnóstico de enfermedades de la tiroides,
los médicos recurren al historial clínico, un examen físico y pruebas para la
tiroides, y, en algunos casos, pueden optar por una biopsia. El tratamiento
dependerá del problema que originó el hiper o hipotiroidismo, pero suelen
incluir medicamentos, terapia con yodo radiactivo o cirugía de tiroides. HD
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