Para bajar peso no necesitas pociones mágicas. Es tan sencillo como consumir menos de lo que gastas. Normalmente, esto se consigue mediante una dieta, que reduce las calorías ingeridas, y haciendo ejercicio, que gasta las acumuladas.
¿Se pueden bajar kilos sin dieta ni ejercicio? La ciencia dice que sí, por eso hemos recopilado estos ocho trucos que son sencillos de poner en práctica. Es importante darse cuenta de que con los siguientes consejos vamos a poder bajar peso, pero que nadie espere bajar 20 kilos en tres meses. Se pueden bajar algunos kilos o mantenerse, pero nada puede igualar a una dieta y al ejercicio. Aún así como es fácil ponerlos en práctica, nada pierdes por probarlos y ver lo que ocurre...
Duerme más horas y evita la ansiedad y el estrés
Está demostrado científicamente que dormir menos de lo necesario, engorda. Del mismo modo, la ansiedad y el estrés ayudan a engordar, porque picamos entre horas, comemos menos sano o más cantidad, para contrarrestar esa ansiedad.
Reduce el tamaño de los platos
A veces engordamos porque metemos en los platos demasiada cantidad. Un truco consiste en usar platos más pequeños. Incluso platos de postre. Podemos llenarlos y nuestro cerebro tendrá la sensación de que comemos un plato completo, aunque en realidad estemos consumiendo menos cantidad, y con ello menos calorías.
Pásate a lo integral
Cambia el pan que comes todos los días, por pan 100% integral. Haz lo mismo con las harinas. Reducirás la aportación de carbohidratos, y aumentarás la fibra.
Bebe mucha agua
El agua es saciante, así que beber agua puede reducir el hambre, y evitar que piques entre horas. Además, hidrata las células y ayuda en los procesos metabólicos, que gastan calorías.
Prepara picoteos saludables
Si acostumbras a picar entre horas, hazlo con alimentos saludables que debes dejar preparados, para que luego no te dé pereza. Pela unas zanahorias y guárdalas en un bol, o ten a mano una fruta que te guste. Cambia las patatas fritas o el trozo de queso por un puñado de frutos secos, palomitas de maíz sin sal o azúcar, etc. Busca picoteos sanos que te gusten.
Desayuna fuerte
A los que seguimos la dieta mediterránea nos choca ver cómo en las películas norteamericanas desayunan huevos fritos con bacon. Quizá no hace falta llegar a ese extremo, pero la ciencia dice que si tomas proteínas en el desayuno activas el metabolismo, y eso ayuda a quemar más calorías a lo largo del día. Añade a tus desayunos carne, pescado, huevos o leche y pondrás a tu cuerpo a trabajar desde primera hora.
Cambia alimentos ultraprocesados por naturales
Si acostumbras a comer lasaña ultracongelada, prepárala tú en casa. En lugar de pedir una hamburguesa, prepáratela con ingredientes naturales. Los alimentos procesados y ultraprocesados tienen más sal, calorías, conservantes y saborizantes que engordan más que si tú mismo preparas exactamente el mismo alimento.
Reduce el consumo de azúcar
Comienza quitando el 10% del azúcar que usas en cada cucharada. Cuando te acostumbres, reduce otro 10%. Si eliminas el azúcar poco a poco el cuerpo se irá acostumbrando a bebidas menos dulces, y te costará menos.
Prueba todos estos trucos, y verás cómo bajas peso, o al menos no engordarás, salvo que cometas abusos.
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