La próxima vez que ordenes una pizza o prepares un
risotto cremoso, o una salsa para acompañar unas pechugas de pollo, recuerda
usar hongos. No solo van a agregar sabor, sino que van a proteger tus
intestinos.
Una nueva investigación de la Universidad de
Massachusetts Amherst está comprobando que los hongos comestibles pueden
contrarrestar a lo largo del sistema digestivo los
riesgos para la salud asociados con la dieta de estilo occidental, que a menudo
presenta una gran cantidad de alimentos grasos y azúcares agregados.
La investigación sobre el beneficio para la salud de
consumir hongos, auspiciada por el Departamento de Agricultura de los Estados
Unidos (USDA), es liderada por el
nutricionista Zhenhua Liu, profesor asociado en la Facultad de Salud Pública y
Ciencias de la Salud.
Dado que los alimentos grasos y azucarados
contribuyen a la obesidad, la diabetes tipo 2, las enfermedades cardíacas,
ciertos tipos de cáncer y una serie de otros problemas de salud crónicos en
todo el mundo, pero especialmente en Occidente, Liu está investigando si
incorporar hongos en las dietas de estilo occidental puede mejorar la salud
intestinal y proporcionar un escudo preventivo contra la enfermedad.
La dieta y el estilo de vida son factores
modificables que desempeñan un papel fundamental en la salud pública, explica
Liu. Su laboratorio investiga cómo esos factores y sus variantes genéticas
relacionadas metabólicamente interactúan para influir en el desarrollo de
enfermedades crónicas.
“Se cree que la disfunción intestinal es uno de los
mecanismos subyacentes que contribuyen de manera significativa al
desarrollo de enfermedades relacionadas con la dieta occidental”, señala Liu.
En investigaciones anteriores, los científicos descubrieron que una bacteria
raramente estudiada, la Turicibacter, se agota casi por completo debido a la obesidad
inducida por una dieta rica en grasas, pero no a la obesidad genética. Y uno de los hongos estrella de esta investigación es
el hongo ostra, que se encuentran en la mayor
parte del mundo, y posee una composición dietética única rica en múltiples nutrientes
que faltan en la dieta de estilo occidental, como la fibra dietética y la
vitamina D.
“Es un complemento perfecto como alimento integral
natural para mejorar la calidad de esta dieta”, dice Liu, “con el beneficio
adicional de mejorar nuestra salud intestinal en general”.
El estudio de Liu está estudiando los mecanismos
celulares y moleculares mediante los cuales estos hongos mejoran la salud
intestinal. Específicamente, el equipo de UMass Amherst examinará la
interacción del hongo con Turicibacter en la disfunción intestinal relacionada
con la dieta al estilo occidental y el efecto que puede tener en la
remodelación del microbioma intestinal.
“Esperamos que este estudio proporcione la
comprensión mecánica del papel de Turicibacter en la obesidad dietética y la
salud intestinal”, dice Liu. “También proporcionará información importante
sobre los hongos como un enfoque de alimentos integrales para mejorar la
calidad de la dieta y la salud intestinal”.
Según la Escuela
de Salud Pública de la Universidad de Harvard, los hongos, y
en especial los champiñones, son una fuente importante de:
·
El grupo de
vitaminas B
·
Fósforo
·
Vitamina D
·
Selenio
·
Potasio
Entre los hongos más populares para preparar
comidas están:
·
Champiñones
·
Cremini (baby bella)
·
Enoki
·
Maitake
·
Ostra
·
Porcini
·
Portobello
·
Shiitake
Además de sus propiedades nutricionales, los hongos
se han estado usando por milenios como parte del botiquín de la medicina
natural. HD
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