Exegetas
contemporáneos han abierto una nueva vía de lectura de la parábola llamada
tradicionalmente del «hijo pródigo», para descubrir en ella la tragedia de un
padre que, a pesar de su amor «increíble» por sus hijos, no logra construir una
familia unida. Esa sería, según Jesús, la tragedia de Dios.
La
actuación del hijo menor es «imperdonable». Da por muerto a su padre y pide la
parte de su herencia. De esta manera rompe la solidaridad del hogar, echa por
tierra el honor de la familia y pone en peligro su futuro al forzar el reparto
de las tierras. Los oyentes debieron de quedar escandalizados al ver que el
padre, respetando la sinrazón de su hijo, ponía en riesgo su propio honor y
autoridad. ¿Qué clase de padre es este?
Cuando
el joven, destruido por el hambre y la humillación, regresa a casa, el padre
vuelve a sorprender a todos. «Conmovido» corre a su encuentro y lo besa
efusivamente delante de todos. Se olvida de su propia dignidad, le ofrece el
perdón antes de que se declare culpable, lo restablece en su honor de hijo, lo
protege del rechazo de los vecinos y organiza una fiesta para todos. Por fin
podrán vivir en familia de manera digna y dichosa.
Desgraciadamente
falta el hijo mayor, un hombre de vida correcta y ordenada, pero de corazón
duro y resentido. Al llegar a casa humilla públicamente a su padre, intenta
destruir a su hermano y se excluye de la fiesta. En todo caso festejaría algo
«con sus amigos», no con su padre y su hermano.
El
padre sale también a su encuentro y le revela el deseo más hondo de su corazón
de padre: ver a sus hijos sentados a la misma mesa, compartiendo amistosamente
un banquete festivo, por encima de enfrentamientos, odios y condenas.
Pueblos
enfrentados por la guerra, terrorismos ciegos, políticas insolidarias,
religiones de corazón endurecido, países hundidos en el hambre... Nunca
compartiremos la Tierra de manera digna y dichosa si no nos miramos con el amor
compasivo de Dios. Esta mirada nueva es lo más importante que podemos
introducir hoy en el mundo los seguidores de Jesús. JAP
No hay comentarios.:
Publicar un comentario