Cada 24 de octubre se conmemora el
Día Mundial contra la Poliomielitis, fecha establecida por el Rotary International hace más de una década
en conmemoración del nacimiento de Jonas Salk, quien desarrolló la primera
vacuna contra la poliomielitis.
La poliomielitis ha sido eliminada
en más del 99% a nivel mundial, sin embargo, todavía falta menos del 1%. Para
lograr la erradicación, es necesario que no existan casos por el poliovirus
salvaje y tampoco casos asociados o derivados de la vacuna, para lo cual se
debe reemplazar el uso de la vacuna oral (OPV por sus siglas en inglés), por la
inactivada (IPV).
La OPV contiene virus vivos
atenuados, que muy infrecuentemente pueden ocasionar casos de parálisis
fláccida y dejar secuelas como si fuera producido por el virus salvaje. Eso
ocurre en algunos niños que reciben la vacuna por mutaciones y cambios del
virus vacunal. Dos formas se distinguen de estos casos: los asociados a la
vacuna (Poliomielitis Paralítica Asociada a la Vacuna VAPP) con muy pocos
cambios en el genoma del virus vacunal, o los derivados del virus vacunal, en los
que hay una divergencia mayor en el genoma que permite su reversión.
Estos últimos son los que se están
produciendo en forma aislada o en brotes. Incluso este tipo de virus derivado
una vez excretado, puede seguir circulando durante un tiempo prolongado poniendo
en riesgo a poblaciones sin protección. Es por ese motivo que la erradicación
global de la poliomielitis requiere que se reemplace gradualmente la OPV por la
IPV.
En Argentina, el Calendario Nacional de Vacunación
incluye las primeras dos dosis con vacuna inyectable, a los 2 y a los 4 meses.
Recientemente, la Sociedad Argentina de Infectología (SADI),
la Sociedad Argentina de Infectología
Pediátrica (SADIP) y la Sociedad
Argentina de Vacunología y Epidemiología (SAVE), elaboraron por consenso un
documento intersocietario con las recomendaciones sobre vacunación
antipoliomielítica y recomendaron que Argentina debe incorporar en su
Calendario Nacional el esquema de vacunación completo con IPV, ya sea con IPV
monodosis o en vacuna combinada.
En abril de 2019, la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CoNaIn)
propuso cambiar del esquema secuencial actual de vacuna antipoliomilitica a un
esquema completo con IPV. Asimismo, la Sociedad
Argentina de Pediatría (SAP), también avala el uso de IPV en forma
combinada con otros antígenos en todo el esquema primario y en el primer
refuerzo.
En Cono Sur, Uruguay cambió a un
esquema completo con vacuna inactivada (IPV) en mayo de 2012. El uso de vacunas
combinadas, como por ejemplo las séxtuples, es una alternativa para contribuir
a la erradicación de la poliomielitis, ya que incluye el antígeno de polio
inactivado. Chile introdujo una vacuna séxtuple en el Programa Nacional de
Inmunizaciones desde febrero de 2018.
Incidencia
La incidencia de poliomielitis a
nivel mundial se redujo en más de un 99%. De unos 350.000 casos de polio
estimados en el año 1988, a 37 casos notificados en tres países en el año 2016
y 22 casos en 2017 (en Afganistán y Pakistán), 32 casos en 2018 en estos mismos
dos países y 85 casos hasta el 8 de octubre de 2019, también en Afganistán (16)
y Pakistán (69).
En agosto de 2019, Nigeria cumplió
3 años sin reportar casos de poliovirus salvaje, un hito importante en el
camino hacia la erradicación oficial de poliomielitis salvaje en el continente
Africano.
El último caso de poliomielitis
por virus salvaje en Argentina se registró en 1984 en Colonia Santa Rosa, Orán,
Salta. El último caso por virus salvaje en la región de las Américas se
registró en 1991 en Perú. En 1994, las Américas fue certificada libre de la
polio por virus salvaje.
Una enfermedad está erradicada
cuando no se presentan más casos en el mundo y el agente deja de circular.
Hasta el momento la única enfermedad erradicada es la viruela (en 1979), y se
está trabajando para que la poliomielitis sea la próxima.
La modelización económica ha
revelado que la erradicación de la poliomielitis permitirá ahorrar al menos
entre US$ 40.000 y US$ 50.000 millones en los próximos 20 años, principalmente
en los países de bajos ingresos. Más importante aún, el éxito significará que
ningún niño muera o sufra los terribles efectos de la parálisis permanente
provocada por la poliomielitis.
Acerca de la
poliomielitis
La poliomielitis es una enfermedad
muy contagiosa causada por un virus que invade al sistema nervioso y que puede
causar parálisis en cuestión de horas. Ha sido durante siglos una importante
causa de invalidez y muerte en la infancia, hasta la llegada de la vacuna a
mediados de la década del 50. El desarrollo de vacunas eficaces para prevenir
la poliomielitis paralítica fue uno de los adelantos médicos más importantes
del siglo XX. El virus se transmite de persona a persona, principalmente por
vía fecal-oral a través del agua o los alimentos contaminados. Una vez en el
organismo el virus se replica en la mucosa del intestino. Los individuos
infectados eliminan el poliovirus al ambiente durante varias semanas a través
de sus heces, donde puede dispersarse rápidamente en una comunidad,
especialmente en áreas de saneamiento deficiente. BP
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