¿Qué es?
La blefaritis es la inflamación de los párpados.
Suele comprometer la parte del párpado donde crecen las pestañas y afecta ambos
párpados. A menudo, aparece cuando se obstruyen las pequeñas glándulas sebáceas
que se encuentran cerca de la base de las pestañas. Esto provoca ojos rojos e
irritados. Son varias las enfermedades y los trastornos que pueden provocar
blefaritis. En general, la blefaritis es un trastorno crónico que no es fácil
de tratar. Puede resultar molesta y antiestética. Sin embargo, a menudo, no
provoca daños permanentes en la visión ni es contagiosa.
Síntomas
Los signos y síntomas de la blefaritis son los
siguientes:
·
Ojos llorosos
·
Ojos rojos
·
Sensación de arena, ardor o escozor en los ojos
·
Párpados de aspecto grasoso
·
Picazón en los párpados
·
Párpados rojos e hinchados
·
Descamación de la piel que rodea los ojos
·
Pestañas con costras al despertar
·
Párpados pegados
·
Mayor frecuencia de parpadeo
·
Sensibilidad a la luz
·
Pestañas que crecen de manera anormal (pestañas
desviadas)
·
Pérdida de pestañas
Cuándo consultar al oftalmólogo
Si tienes signos y síntomas de blefaritis que no
parecen mejorar a pesar de mantener una higiene adecuada -limpieza regular y
cuidado de la zona afectada-, solicita una consulta con un oftalmólogo.
Causas
Se desconoce la causa exacta de la blefaritis.
Podría estar asociada a uno o más factores, entre ellos:
·
Dermatitis seborreica, presencia de caspa en el
cuero cabelludo y las cejas
·
Una infección bacteriana
·
Obstrucción o mal funcionamiento de las glándulas
sebáceas de los párpados
·
Rosácea, una enfermedad de la piel caracterizada
por enrojecimiento facial
·
Alergias, reacciones alérgicas a los
medicamentos para los ojos, las soluciones para lentes de contacto o el
maquillaje de ojos
·
Ácaros o piojos en las pestañas
Complicaciones
Si padeces blefaritis, también puedes tener lo
siguiente:
Problemas con las pestañas. La blefaritis puede causar que las pestañas se caigan o crezcan de
manera anormal (pestañas desviadas).
Problemas en la piel de los párpados. Se pueden producir cicatrices en los párpados en respuesta a una
blefaritis a largo plazo. O bien, los bordes de los párpados pueden girarse
hacia adentro o hacia afuera.
Lagrimeo excesivo u ojos secos. Las
secreciones oleosas anormales y otros restos que se desprenden de los párpados,
como descamación asociada a la caspa, pueden acumularse en la película lagrimal
(la solución de agua, aceite y mucosidad que forma las lágrimas). Una película
lagrimal anormal interfiere en la lubricación saludable de los párpados. Esto
puede irritar los ojos y causar síntomas de ojos secos o lagrimeo excesivo.
Dificultad para usar lentes de contacto. Debido a que la blefaritis puede afectar la cantidad de lubricación en
los ojos, usar lentes de contacto puede ser incómodo.
Orzuelo. Un orzuelo es una infección que se manifiesta
cerca de la base de las pestañas. El resultado es un bulto doloroso en el borde
(por lo general, en la parte exterior) del párpado. Un orzuelo es,
generalmente, más visible en la superficie del párpado.
Chalazión. El chalazión se produce cuando hay una obstrucción
en una de las pequeñas glándulas sebáceas en el borde del párpado, justo detrás
de las pestañas. La glándula puede infectarse con bacterias, lo que provoca un
párpado rojo e hinchado. A diferencia de un orzuelo, el chalazión tiende a ser
más prominente en la parte interior del párpado.
Conjuntivitis crónica. La
blefaritis puede dar lugar a episodios recurrentes de ojos rojos
(conjuntivitis).
Lesión en la córnea. La irritación constante de los párpados inflamados o las pestañas
desviadas puede hacer que se forme una llaga (úlcera) en la córnea. La
producción insuficiente de lágrimas podría predisponerte a sufrir una infección
en la córnea.
Diagnóstico
Las pruebas y los procedimientos utilizados para
diagnosticar la blefaritis son:
Examen de los párpados. El médico
te examinará con cuidado los párpados y los ojos. Es posible que utilice un
instrumento de aumento especial durante el examen.
Hisopado de piel para su análisis. En algunos
casos, el médico puede usar un hisopo para extraer una muestra del aceite o la
costra que se forma en el párpado. Esta muestra puede analizarse en busca de
bacterias, hongos o evidencia de una alergia.
Tratamiento
Las medidas de cuidado personal, como lavarse los
ojos y aplicar compresas tibias, podrían ser el único tratamiento necesario
para la mayoría de los casos de blefaritis. Si estas no son suficientes, el
médico podría sugerirte tratamientos con medicamentos recetados, entre ellos:
Medicamentos que combaten la infección. Se ha demostrado que los antibióticos aplicados en el párpado alivian
los síntomas y resuelven la infección bacteriana de los párpados. Estos vienen
en una variedad de formas, como gotas para los ojos, cremas y ungüentos. Si no
respondes a los antibióticos tópicos, el médico puede sugerirte un antibiótico
oral.
Medicamentos para controlar la inflamación. Las gotas para los ojos o los ungüentos con
esteroides pueden ayudar a controlar la inflamación. El médico puede recetarte
tanto antibióticos como medicamentos antiinflamatorios.
Medicamentos que afectan el sistema inmunitario. La ciclosporina tópica (Restasis) es un inhibidor
de la calcineurina que ha demostrado aliviar algunos de los signos y síntomas
de la blefaritis.
Tratamientos para enfermedades no diagnosticadas. La blefaritis causada por dermatitis seborreica,
rosácea u otras enfermedades puede controlarse mediante el tratamiento de la
enfermedad no diagnosticada.
La blefaritis rara vez desaparece por completo.
Incluso con un tratamiento exitoso, la enfermedad, con frecuencia, es crónica y
requiere atención diaria con exfoliantes para párpados. Si no respondes al
tratamiento, o si además has perdido las pestañas o si se ve afectado solo un
ojo, la afección podría estar causada por un cáncer de párpado localizado.
Limpiar los ojos a diario
Si tienes blefaritis, sigue este remedio de cuidado
personal 2 a 4 veces por día durante las exacerbaciones y 1 o 2 veces por día
cuando el trastorno esté controlado:
* Aplica una compresa tibia sobre el ojo cerrado
durante varios minutos para que se aflojen las costras de depósitos de los
párpados.
* Inmediatamente después, usa un paño humedecido
con agua tibia y unas gotas de champú para bebé a fin de limpiar los desechos
oleosos o las escamas de la base de las pestañas. Usa un paño limpio diferente
para cada ojo.
* En algunos casos, es posible que tengas que
limpiar con mayor atención el borde de los párpados, donde están las pestañas.
Para ello, tira suavemente de las pestañas alejándolas del ojo y usa el paño
para frotar con cuidado la base de las pestañas. Esto ayuda a evitar dañar la
córnea con el paño de limpieza. Pregúntale a tu médico si tienes que usar un
ungüento antibiótico tópico después de limpiar los párpados de esta manera.
* Enjuaga los párpados con agua tibia y sécalos con
cuidado dando golpecitos con una toalla limpia y seca.
También puede ser una buena idea suspender el
maquillaje para los ojos cuando los párpados están inflamados. El maquillaje
dificulta el hecho de mantener los párpados limpios y sin desechos. Además, es
posible que el maquillaje vuelva a introducir bacterias en la zona o que
provoque una reacción alérgica.
Lubrícate los ojos
Usa lágrimas artificiales de venta libre. Estas
gotas lubricantes para los ojos pueden ayudar a aliviar los ojos secos.
Controla la caspa y los ácaros
Si tienes caspa que afecta la blefaritis, pídele a
tu médico que te recomiende un champú contra la caspa. Usar un champú anticaspa
puede aliviar los signos y síntomas de la blefaritis. Usar un champú a base de
la planta del té en las pestañas una vez al día puede servir para tratar los
ácaros. O bien, trata de frotar delicadamente las pestañas una vez a la semana
con un aceite que tiene 50% de planta del té. NIH
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