Este aislamiento, que está por cumplir 4 meses de duración, transitó distintas etapas o
fases de acuerdo a la región del país donde nos encontremos. Una de las cosas
que más nos modificó fueron los hábitos de alimentación y actividad física,
dado que de pronto, si bien el supermercado o los comercios con productos
esenciales estuvieron siempre abiertos, restaurantes, pubs y otros comercios
similares debieron cerrar. También la actividad física se vio alterada por la
imposibilidad de salir, practicar deportes e inclusive correr.
El Instituto
de Tecnología UADE (INTEC) llevó adelante un estudio para conocer los hábitos de alimentación y
actividad física durante el período de aislamiento social
preventivo y obligatorio (ASPO) en la Ciudad de Buenos Aires y Conurbano
Bonaerense.
Las encuestas estuvieron principalmente enfocadas
hacia residentes de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires de nivel socioeconómico medio y
medio-alto. Se alcanzó un total de 2286 respuestas, 1063
respuestas entre el 31 de marzo y 9 de abril, durante la primera etapa del ASPO
y 1223 entre el 13 de abril y el 10 de mayo que corresponden a la segunda etapa
del ASPO.
Las respuestas provienen de residentes de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires (54%) y el Conurbano Bonaerense (46%) y son
mayoritariamente personas de nivel educativo universitario finalizado o en
curso (78%), que en su mayoría tiene trabajo en relación de dependencia (45%) o
estudian (30%) como actividad principal y el promedio de edad es poco más de 32
años. Solo el 13,3% de los encuestados padece alguna enfermedad que requiera de
una alimentación específica.
La investigación mostró que más del 80% ha salido al menos una vez de su
domicilio durante el periodo analizado. Los que salieron, en
promedio lo han hecho, tres veces por semana. Se observa una leve reducción en
la cantidad de salidas semanales entre ambos periodos.
Durante la segunda etapa, la proporción de personas
que no había salido de sus domicilios se redujo y se incrementó fuertemente la
proporción de gente que salió entre una y dos veces por semana, pasando del 28
al 43%. A su vez se redujo la proporción de personas que salieron entre 3 y 4
veces (29% a 12%) pero se incrementó las que lo hicieron más de 4 veces (de 18%
a 25%).
Los principales motivos de las salidas han sido en
ambas encuestas tener que realizar compras por falta de comida y la necesidad
de comprar productos frescos. Sin embargo, se observa un incremento en las
salidas como forma de despejarse (de 15 a 22%). Se observa un gran compromiso con la higienización de los productos
comprados, el 90% de los encuestados ha sanitizado los productos adquiridos en
ambos relevamientos.
El uso de la entrega a domicilio aumentó tanto para
el delivery de alimentos listos para consumir como para las compras de otros
productos. Con el aumento del tiempo libre debido al aislamiento más de la
mitad de los encuestados han realizado preparaciones que no solían realizar
habitualmente. Este hábito se ha incrementado con el pasar de los días de
cuarentena pasando de 64.3% a 75.3%.
Uno de los cambios de comportamiento que se han
visualizado durante el aislamiento es el comer por aburrimiento. Durante el primer relevamiento, uno
de cada tres encuestados ha manifestado que comía por aburrimiento, mientras
que en el segundo lo hacen 2 de
cada 3 encuestados.
El agua ha sido la bebida más elegida en ambas
etapas de relevamiento (en un 65% y un 63.2% respectivamente). El alcohol como bebida preferida no superó el
2,5 % de la población encuestada. Entre las bebidas alcohólicas más
elegidas se encuentran el vino y la cerveza con más del 40% y 30%
respectivamente.
El mate es la infusión
preferida entre los encuestados y más de la mitad
de quienes toman mate lo comparten con las personas que conviven. Si bien en el
primer relevamiento la mitad lo compartía, en el segundo 2 de cada tres
personas lo comparten.
Durante la primera etapa del aislamiento casi un cuarto de los encuestados racionalizó
sus alimentos, principalmente por la incertidumbre acerca de la duración de la
pandemia y por causas relacionadas al dinero. Sin embargo, en el
segundo relevamiento la cantidad de personas que racionalizó sus alimentos disminuyó.
En ambas etapas un 25% respondió haber requerido una mayor cantidad de dinero
para la compra de alimentos y bebidas.
El 60% de los encuestados
tenía el hábito de realizar actividad física, previo al aislamiento. Sin
embargo, poco más de la mitad (54%) ha vuelto a realizar alguna actividad
física durante el primer relevamiento y en la segunda etapa dicha participación
ha bajado 5 puntos porcentuales.
El uso de internet para
la realización de actividad física fue cercano al 40% de los encuestados,
manteniéndose constante en ambas encuestas. Sin embargo, el uso de la
tecnología para compartir una comida con familiares y/o amigos aumentó de un
21% a 28%.
Conclusiones:
- En el transcurso del aislamiento, son muchos los hábitos que se han visto
modificados. En lo que se refiere a la alimentación, el aumento del
tiempo libre lleva a las personas a pasar más tiempo en la cocina, elaborando preparaciones que no solían
preparar y comiendo más por aburrimiento.
- A medida que los días en cuarentena se incrementan
el pedido de alimentos por delivery aumenta, como así también el consumo de
alcohol.
- El hábito de compartir el mate era realizado por
casi la mitad de los que lo toman en el primer relevamiento, aumentando a dos
de cada tres tomadores en el segundo.
- La incertidumbre respecto a la disponibilidad de
alimentos y la posibilidad de compra parece ser que ha disminuido ya que la
cantidad de personas que declararon racionalizar sus alimentos se ha reducido.
- La extensión del aislamiento ha generado que las
salidas a realizar compras de alimentos se hayan mantenido, no solo por la
necesidad de abastecimiento sino también como una instancia de recreación.
Menos personas se han mantenido dentro de sus hogares.
- Por último, las personas están utilizando la tecnología
para compartir almuerzos o cenas con familiares y amigos con más frecuencia.
Recomendaciones
generales:
Luego del análisis de la información de esta
investigación sus investigadores, Diego
Sivori (Licenciado en Nutrición y director de la Licenciatura en
Nutrición de UADE), Gabriel
Santangelo (Médico Pediatra, Magister en Salud Pública) y Ayelén Borg (Licenciada en
Nutrición y docente universitaria), destacan las siguientes recomendaciones:
¡Seguí
quedándote en casa! Evita o
limita tus salidas de compras, es clave que todos disminuyamos nuestras
salidas, en especial las personas de más de 60 años, para lograr esto las
personas menores pueden ayudar a este grupo a disminuir el número de sus
salidas, contactar a familiares y vecinos y ayudarlos a realizar sus compras
puede ser una buena acción para logar que este grupo de riesgo baje el promedio
de sus salidas.
Aprovecha
la entrega a domicilio y la compra virtual: esta
opción puede reemplazar una salida, es importante identificar si en los
negocios del barrio que habitualmente compramos tiene este servicio que puede
ayudarnos a mantenernos abastecidos evitando salidas innecesarias. Muchos
negocios no tienen páginas web, pero toman los pedidos por teléfono o mensajes.
¡Preferí alimentos no procesados!
Planifica
tu alimentación: De
esta manera puedes hacer una buena compra con todo lo que vas a necesitar por
varios días y así evitar las salidas frecuentes. Al mismo tiempo la
planificación es importante para evitar que los alimentos se pongan feos y
tengas que desecharlos.
No
dejes de sanitizar tus compras: Al
volver de la calle o al recibir la mercadería es importante higienizar bien
todo lo que ingrese al hogar. Te recomendamos lavar bien las frutas y verduras,
para esto primero debes enjuagarlas con agua para eliminar tierra e impurezas y
luego desinfectar sumergiéndolas en agua con 3 gotas de lavandina/litro
(dejando actuar 20 minutos).
También
es importante sanitizar las bolsas, las bandejas y diferentes empaques como
enlatados, botellas, etc. y las mesadas en las que hayan apoyado las cosas.
Para esto puedes usar una solución de agua con alcohol en proporción 70/30 o de
1 cucharada sopera 15 cm³ de lavandina /5 litros de agua.
¡Sácale
provecho al freezer! Muchas
verduras pueden almacenarse en el freezer y así aumentar su vida útil, evitando
que tengamos que salir a comprar todo el tiempo alimentos frescos. Algunas
puedes cocinarlas previamente y otras se pueden almacenar incluso crudas.
Fracciona los alimentos como quesos, panes, carnes, etc. así cuando los tengas
que descongelar, sacas sólo la porción que necesites.
Vas
comer por aburrimiento (¡hazlo saludable!). Es
importante planificar también este picoteo por aburrimiento, pequeñas raciones
nos pueden ayudar a comer saludablemente: frutas ya peladas en la heladera,
frutos secos, pedacitos de carne cocida y cortada, verduras crudas como tomates
cherrys, apio, zanahoria podrán ayudarnos a hacer estas colaciones.
Aprovecha el tiempo libre
para realizar comidas caseras y probar nuevas recetas. Una
gran mayoría destacó que ha cocinado preparaciones que no realizaba
habitualmente como actividad de tiempo libre. Esto es una gran oportunidad para
promover la cocina casera y probar nuevos platos y descubrir nuevos sabores,
aumentando la variedad de tu alimentación. Es un muy buen momento para
descubrir nuevos productos y preparaciones. Compartí estas recetas por los medios
digitales y porque no un día almuerza o cena (compartiendo vía internet) con
esa persona muy querida que hoy está lejos de tu mesa.
¡Seguí
eligiendo el agua!!! Hidratarse
bien es fundamental en este periodo y hacerlo con agua es siempre la mejor
opción, seguí el consejo de tener siempre agua fría en tu heladera. Si saliste
a la verdulería, no te olvides de comprar naranjas, pomelo y/o mandarinas con
las cuales puedes hacer el mejor jugo natural. Una limonada clásica será muy
buena base para combinarla con miel, menta, jengibre o romero.
¡No
es momento para compartir el mate! Esta
infusión sigue siendo nuestra preferida pero hoy debemos crear un nuevo hábito,
un mate para cada uno, compartamos el momento y el agua, pero cada uno con su
mate.
¡Aprovecha
lo que tienes, no se tira nada! Es
importante cuidar la economía de tus alimentos, muchas personas han detectado
un mayor gasto en alimentos, te recomendamos que antes de comprar mires bien
que tienes en tu alacena y heladera. Es momento de usar esas legumbres guardadas,
esas latas del fondo de estante y todo lo que tengas en la heladera.
¡No
dejes de moverte! Detectamos que las personas que hacen
actividad física buscan la forma de continuar esa actividad en su casa
(¡excelente hábito!). Recomendamos buscar diferentes formas de moverte en tu
casa, hay miles de tutoriales y clases en línea que pueden motivarte para
continuar o mejor aún comenzar a moverte.
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