Los
expertos médicos nos han estado diciendo durante años cómo la actividad física
en general y el ejercicio, en particular, pueden beneficiar significativamente
nuestra salud y longevidad a largo plazo, específicamente la salud
cardiovascular y la prevención del cáncer. Sin embargo, resulta que los 150
minutos de ejercicio a la semana pueden ayudarnos a vivir una vida larga, feliz
y saludable, pero no es un objetivo realista para muchos adultos. La verdad es
que menos del 25% de la población adulta puede lograr este objetivo, y la
mayoría de nosotros todavía necesitamos una solución más alcanzable.
Con la
esperanza de encontrar una solución viable para este problema generalizado, un
gran estudio estadounidense sacó a relucir 47 estudios experimentales sobre los
efectos de un estilo de vida sedentario en el cáncer, problemas
cardiovasculares, diabetes y mortalidad. Luego llevaron a cabo su propia
investigación, basándose en una gran base de datos de 8,002 adultos de 45 años,
cuyo estilo de vida y hábitos se midieron y registraron entre 2003 y 2007
dentro del estudio REGARDS, el estudio de cohorte en curso más grande de la
historia de los EEUU.
Se les pidió a
los participantes del estudio que usaran acelerómetros durante 7 días, que
pudieron medir cuánto tiempo pasaron sentados y realizando diversas actividades
en una semana. Cinco años después, los investigadores revisaron a los
participantes una vez más, y resultó que el 3.3% (268) fallecieron debido al
cáncer. Los investigadores encontraron que aquellos participantes que se
movieron menos fueron más del doble de probabilidades (52% de riesgo
incrementado) de morir de cáncer.
Después de
ajustar los datos para cumplir con otros factores que pueden aumentar los
riesgos de cáncer como fumar, beber, afecciones preexistentes, índice de masa
corporal, etc., los investigadores concluyeron que aquellos participantes que
continuamente participaban en un comportamiento sedentario tenían un 36% más de
probabilidades de morir de cáncer en comparación con los que estuvieron
sentados por el menor tiempo. No hace falta decir que este es un hallazgo muy
preocupante, pero tiene un lado positivo.
¿Qué consejos prácticos podemos tomar de este
estudio?
El lado
optimista del estudio es que no tienes que hacer tanto ejercicio como sugieren
las recomendaciones anteriores para reducir el riesgo de mortalidad por cáncer.
Por supuesto, en un mundo perfecto, debes hacer ejercicio durante al menos 150
minutos a la semana, especialmente para prevenir otros problemas de salud, como
problemas cardiovasculares, dolor en las articulaciones y muchos otros
problemas.
Sin embargo,
los investigadores sostienen que simplemente interrumpir tu sedentarismo el
trabajo o el tiempo libre con descansos activos cortos, como caminar, subir
escaleras o estirarse levemente, pueden reducir el riesgo de mortalidad por
cáncer de manera bastante significativa, lo cual es una gran noticia,
especialmente si recuerdas que el cáncer es actualmente la principal causa de
muerte en los países desarrollados.
¡Simplemente
toma un descanso para tomar café o caminar hacia el enfriador de agua y
regresar cada hora más o menos realmente puede ayudar! Para tener una idea de
cuánto puede ayudarte reemplazar solo 30 minutos de sesión diaria con actividad
menor, los investigadores ofrecen los siguientes datos:
- 30 minutos de
actividad física moderada a vigorosa (por ejemplo, ciclismo, baile, jardinería)
pueden disminuir la mortalidad por cáncer en un 31%.
- La misma
cantidad de ejercicio ligero (por ejemplo, hacer la cama, ir de compras,
caminar por la oficina) dará lugar a un 8 % de riesgo más bajo.
Por lo tanto,
solo las actividades diarias menores entre sentados realmente pueden ayudarte a
promover tu salud y longevidad a largo plazo. YTL
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