Aunque los profesionales de la salud lo desaconsejan, desde hace
años, ante la aparición de síntomas, malestares o incluso ante los resultados
de un estudio, muchas personas recurren a Google para evacuar dudas. Por eso,
un equipo de investigadores de la Universidad de California (UCLA), de Estados
Unidos, especializados en el seguimiento de las necesidades de salud del
público se concentraron en el análisis de esos registros y hallaron evidencia
de un récord de posibles ataques de ansiedad o de pánico a causa de la pandemia
de coronavirus y sus consecuencias.
Los investigadores se concentraron en los ataques de ansiedad
porque son un problema de salud mental común, pueden conducir a otros problemas
de salud mental como la depresión, son desencadenados por factores estresantes
externos y (especialmente relevantes durante una pandemia) son socialmente
contagiosos.
El equipo de investigación analizó las búsquedas de Google que mencionaban
‘ataque de pánico’ o ‘ataque de ansiedad’ que surgieron de los Estados Unidos
desde enero de 2004 hasta el 9 de mayo de 2020.
Estas incluían consultas como ‘¿Estoy teniendo un ataque de pánico?’, ‘Signos
de ataque de ansiedad o síntomas de ataque de ansiedad’. Los resultados del
trabajo fueron publicados en la revista JAMA.
Al evaluar las tendencias después de que el presidente Donald Trump
declarara por primera vez emergencia nacional el 13 de marzo de 2020 para
evaluar el impacto de Covid-19, el equipo descubrió que las búsquedas
relacionadas con la ansiedad aguda grave alcanzaron niveles
récord.
Los mayores aumentos en las consultas se produjeron entre el 16 de
marzo de 2020 y el 14 de abril de 2020, con un aumento acumulativo del 17%.
Estos aumentos coincidieron con el despliegue de las directrices nacionales
de distanciamiento social (16
de marzo) y su extensión (29 de marzo), cuando Estados Unidos superó a China
con la mayoría de los casos reportados (26 de
marzo), cuando las autoridades sanitarias recomendaron
mascarillas (3 de abril) y cuando Estados Unidos superó a
Italia en la mayoría de las muertes (11 de abril).
Las consultas volvieron a los niveles típicos el 15 de abril de 2020 hasta el
final del estudio.
“En términos prácticos, durante los primeros 58 días de la pandemia
de COVID-19 se estima que hubo un total de 3,4 millones
de búsquedas relacionadas con ansiedad aguda severa en los
Estados Unidos” -destaca el doctor Benjamin Althouse, científico principal del
Instituto de Modelado de Enfermedades-. De hecho, las búsquedas sobre ansiedad
y ataques de pánico fueron las más altas en más de 16 años de
datos de búsqueda históricos.
“La pandemia y nuestra respuesta de salud pública, si bien se
justifica con base en la evidencia preliminar, podrían tener muchos impactos en la salud no
intencionales y colaterales. Nuestros resultados brindan una de
las primeras ideas para comprender esos impactos”, resalta Eric C. Leas,
profesor asistente en el Departamento de Medicina Familiar y Salud Pública de
Universidad de California San Diego y coautor del estudio.
Muchos especialistas manifiestan cada vez mayor
preocupación por los efectos generalizados que la pandemia
de Covid-19 puede tener en la salud
mental, pero evaluar estos riesgos es difícil sin datos.
En ese sentido, el doctor John W. Ayers, director de la
investigación, afirma que “la vigilancia de la salud pública tradicional carece
de la agilidad para proporcionar información bajo demanda.
Como resultado, cuando los líderes públicos necesitan datos en tiempo real para
informar sus respuestas a las cargas de salud mental de Covid-19, todo lo que
se puede reunir es especulación teórica”.
El estudio fue realizado en coordinación con la doctora Alicia
Nobles, también del Center for Data Driven Health en el Qualcomm Institute de
la UCLA y en colaboración con la Universidad Johns Hopkins, el Barnard College
y el Instituto de Modelado de Enfermedades
“Un ataque de pánico no debe tomarse a la ligera,
ya que puede llevar a alguien a urgencias con dificultad para respirar,
palpitaciones, dolor en el pecho y una intensa sensación de miedo -agrega el
doctor Ayers-. Por eso, nuestros resultados sin duda justifican la necesidad de
incrementar los servicios de salud mental”.
“El valor de las consultas de seguimiento va más allá de la
ansiedad aguda -precisa el doctor Mark Dredze, profesor asociado de ciencias de
la computación John C. Malone en la Universidad Johns Hopkins y coautor del
estudio-. Por ejemplo, durante la pandemia de Covid-19, detectamos por primera
vez picos en la compra de terapias no probadas y
en la compra de armas utilizando métodos similares, y estos pueden extenderse
aún más a temas de salud pública y mental”.
“Puede llevar años comprender completamente las consecuencias
sociales del COVID-19. Con el tiempo, es posible que descubramos que se
necesitarán muchos más servicios integrales para responder a otros impactos
colaterales y nuestro enfoque rápido basado en datos
podría usarse para enfocar y priorizar respuestas a esos impactos”, añade Adam
Poliak, coautor del estudio.
“En teoría, los responsables de la toma de decisiones podrían
realizar un seguimiento de las búsquedas de cientos de problemas de salud
mental, identificar el subconjunto que tiene el mayor volumen y
dirigir los recursos para satisfacer esas necesidades. Mientras los líderes
políticos debaten dónde gastar los recursos de salud para abordar las cargas de
salud mental del Covid-19, la evidencia empírica oportuna como la que brindamos
puede garantizar que los recursos limitados se asignen a las necesidades más
extremas”, concluyó Nobles.
Los síntomas del ataque de
ansiedad
“Sentir ansiedad de modo ocasional es una parte normal de la vida.
Sin embargo, las personas con trastornos de ansiedad con frecuencia tienen
preocupaciones y miedos intensos, excesivos y persistentes sobre situaciones diarias. Con
frecuencia, en los trastornos de ansiedad se dan episodios repetidos de
sentimientos repentinos de ansiedad intensa y miedo o terror que alcanzan un
máximo en una cuestión de minutos (ataques de pánico)”, explica un artículo de
la Clínica Mayo.
Los signos y
síntomas de la ansiedad más comunes incluyen los siguientes:
·
Sensación de nerviosismo, agitación o tensión
·
Sensación de peligro inminente, pánico o
catástrofe
·
Aumento del ritmo cardíaco
·
Respiración acelerada (hiperventilación)
·
Sudoración
·
Temblores
·
Sensación de debilidad o cansancio
·
Problemas para concentrarse o para pensar en
otra cosa que no sea la preocupación actual
·
Tener problemas para conciliar el sueño
·
Padecer problemas gastrointestinales
·
Tener dificultades para controlar las
preocupaciones
·
Tener la necesidad de evitar las situaciones
que generan ansiedad
Ataque de pánico
En tanto, el ataque de pánico implica
episodios repetidos de sensaciones repentinas de ansiedad y miedo o terror
intensos que alcanzan un nivel máximo en minutos. Pueden
aparecer sensaciones de una catástrofe inminente, dificultad para
respirar, dolor en el pecho o latidos rápidos, fuertes o como aleteos
(palpitaciones cardíacas). Estos ataques de pánico pueden provocar que a la
persona le preocupe que sucedan de nuevo o que evite situaciones en las que han
sucedido.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario