En el Día Internacional de las Personas Mayores
y luego de más de 5 meses de cuarentena en Argentina, estudios revelan el menor
impacto en la salud mental de los adultos mayores.
Desde el 20 de marzo que los argentinos nos encontramos atravesando una
cuarentena a causa de la pandemia por COVID-19, la cual ha identificado como
grupos de mayor riesgo principalmente a las personas mayores de 60 años. Esto provocó que, desde un comienzo, los
adultos mayores mantuvieran un aislamiento social y preventivo que representó
grandes cambios a distintos niveles en el estilo de vida de estas personas.
En el Día
Internacional de las Persona Mayores (1° de
octubre), instituido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU)
en 1990, con el objetivo de reivindicar la conciencia de salud, seguridad
social, discriminación y maltrato de este grupo etario, nos preguntamos ¿Cómo
están llevando y qué consecuencias psíquicas aparecen como consecuencia de la
cuarentena y la pandemia? La
propagación del miedo se ha señalado como un factor psicológico importante en
epidemias, donde se enumera una amplia gama de manifestaciones psicológicas
como depresión, estrés, bajo estado de ánimo, irritabilidad, insomnio, ira, y
agotamiento emocional, entre otras.
Estudios
realizados por la Fundación INECO al
comienzo y a los 70 días de desarrollada la cuarentena en Argentina, utilizaron
estas variables para identificar los impactos en la salud mental de la
sociedad. Si
bien los adultos mayores son una población en riesgo en caso de contagiarse,
los principales resultados arrojados los muestran también como un grupo etario
resiliente en etapas críticas si se los compara con los adultos más jóvenes.
Los resultados de la encuesta demostraron que
las personas con más de 65 años son quienes presentan el menor grado de
angustia, depresión y ansiedad. Por el otro lado, los jóvenes entre 18 y 24 son
los que se manifestaron con mayor número de síntomas de depresión y ansiedad.
¿A qué puede
deberse esto? El Dr. Julián Bustin, Médico Especialista en Psiquiatría y
Gerontopsiquiatría y Jefe de la Clínica de Memoria y Gerontopsiquiatría
de INECO,
menciona que inicialmente se podría señalar un mayor grado de resiliencia en
aquellas personas que ya han atravesado numerosos desafíos y obstáculos durante
su vida obteniendo una mayor capacidad de adaptación. También los adultos
mayores tienden a centrarse más en el aquí y ahora, tratando de vivir al máximo
el presente y no proyectando tanto a futuro.
En otra muestra
de resiliencia los adultos mayores también aprovecharon esta situación
epidemiológica para incorporar masivamente las nuevas tecnologías y encontraron
nuevas formas de mantenerse distanciado físicamente pero muy cerca de sus
afectos y pasiones.
Lo cierto es
que, si bien los adultos mayores pueden representar un grupo en riesgo frente
al posible contagio por COVID-19, en su día internacional podemos destacar que
también representan una parte de la sociedad argentina más fuerte
emocionalmente para atravesar este difícil contexto. BP
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