Nuestra vida es un
misterio, un breve laberinto en el que estamos buscando siempre la salida hacia
la luz, luz que queremos que se convierta en paz, consuelo y seguridad.
El camino de la vida
suele tener días alegres y tristes; sencillos y complicados; llenos de triunfos
y fracasos. ¡Qué difícil es
entenderle a la vida! Quisiéramos que fuese diferente, pero le
tenemos que dar muchas vueltas, resolver muchos enigmas. No dejo de
preguntarme, ¿qué sería de mí si no conociera la tristeza, el dolor?, no lo sé,
paradójicamente he dado respuesta a esto con más preguntas.
Dentro del camino de
la vida podrás tener la compañía o la presencia de algunas personas especiales
que han marcado en ti una huella, pero también podrás sentir momentos de una
terrible soledad; podrás observar las huellas que han quedado impregnadas
dentro de tu camino y te darás cuenta de lo que en realidad necesitabas.
Dentro de este camino
hay espinas que nunca saldrán de tu interior, las llevarás sin poderlas
compartir, habrá estrellas que te señalarán el camino, pero quizás nunca
llegues a palpar su calor; habrá momentos que rebasen tu felicidad y momentos
de una gran agonía. La vida es un subir y bajar de emociones, es una vía
peligrosa pero a la vez suele ser hermosa.
El ser no es más grande por su tamaño si no por la fuerza que
se encuentra en su interior:
¿Qué pasaría con las
ilusiones y con los logros si entre ellos no existe un esfuerzo? ¿Qué pasaría
con caer y no levantarse? No podríamos conocer el éxito, y nunca sentiríamos en
nuestro interior la paz; hay personas que luchan y consiguen llegar a la meta
sin limitarse en ella, su mirada siempre es hacia adelante.
De vez en cuando
tendrás la necesidad de mirar hacia atrás, pero no es necesario retroceder, es
necesario escuchar el silencio, tal vez del silencio escuches algo más profundo
de lo que encuentres en la turbulencia, trata de observar a tu alrededor; cada
uno tiene un universo diferente, tal vez inexplorado o sin descubrir, tal vez
tú solo estés soñando y estás palabras no sean más que una luz fugaz en tu
vida.
La vida es un proceso
que debemos hacer germinar. Llevar dentro de nuestro corazón las semillas de la
Esperanza, la Fe y el Amor. Nunca exterminemos esas semillas, por el simple
hecho que no entendamos los momentos críticos de la vida. Qué bien dice el Salmo 34:13 ¿Quién es el hombre que
desea vida, que desea muchos días para ver el bien? El Señor protege la vida de
los íntegros, y su herencia perdura por siempre (Salmo 37:18). DD
No hay comentarios.:
Publicar un comentario