Un
estudio que confirma la estrecha relación entre ambos virus debido a la
reactividad cruzada, podría favorecer el desarrollo de una vacuna segura y
eficaz contra el primero.
Durante
casi las dos últimas décadas, las epidemias de dengue (DENV) y zika (ZIKV) -dos
flavivirus estrechamente relacionados y transmitidos por mosquitos- han asolado
los trópicos del mundo, infectando a cientos de millones de personas cada año.
Si bien
se han realizado muchas investigaciones para comprender mejor cómo la inmunidad
previa al dengue afecta a la infección por zika, se sabe poco sobre lo que
ocurre al contrario, es decir, cómo la inmunidad lograda por el zika o su
vacunación afecta a la posterior enfermedad del dengue.
Ahora,
un nuevo estudio indica cómo el contagio previo por el virus del Zika puede
aumentar el riesgo de padecer una forma sintomática y grave de dengue en una
muestra pediátrica de larga duración de Nicaragua. Publicado esta semana en la
revista Science, el artículo confirma trabajos
anteriores que sugerían la acción de anticuerpos con reactividad cruzada entre
estos dos flavivirus.
Según
los expertos, liderados por investigadores de la Universidad de California
(EEUU), las conclusiones tienen importantes repercusiones en el desarrollo,
eficacia y seguridad de las vacunas contra el zika. Además, estos hallazgos
pueden facilitar la comprensión de las interacciones entre otros virus
inmunológicamente complejos, incluidos los coronavirus.
«Este
estudio es importante porque muestra que una infección por el virus del Zika
puede aumentar el riesgo de una futura enfermedad grave de dengue», explicó a
Eva Harris, una de las científicas de la institución americana. «Esta relación
no había sido demostrada anteriormente».
Los
autores evaluaron los efectos de la inmunidad del zika en las infecciones de
dengue posteriores en aquellos que experimentaron infecciones secuenciales de
DENV 1-3, ZIKV y DENV2 durante sus respectivas epidemias desde 2004. De manera
similar a la infección previa por DENV, encontraron que una sola infección por
ZIKV aumentaba significativamente la probabilidad de una enfermedad de dengue
sintomática y grave, en particular el DENV2.
Sin
embargo, a diferencia de las rondas posteriores de dengue -que elevan los
anticuerpos del DENV a niveles protectores y se ha demostrado que infunde una
modesta protección contra el zika-, una sola infección por DENV seguida de un
caso de ZIKV, sí reduce el riesgo futuro de la enfermedad del dengue. Los
nuevos hallazgos muestran que la relación entre los anticuerpos antiflavivirus
preexistentes y la enfermedad depende del virus infectante secundario.
Modular el riesgo de
enfermedades
En
definitiva, las interacciones entre DENV1-4 y ZIKV podrían afectar la eficacia
y seguridad de la vacuna. «Si las vacunas monovalentes de Zika inducen
anticuerpos DENV de reactividad cruzada como los observados tras una infección
natural de ZIKV, las vacunas contra el zika podrían aumentar el riesgo de una posterior
enfermedad sintomática y grave de dengue», añadió Harris.
Sin
embargo, muchos grupos están desarrollando vacunas que solo inducen anticuerpos
que protegen contra el zika y, por lo tanto, inducirán una respuesta más segura
y mejor que la infección natural del virus. «Esas vacunas serán importantes
para proteger eficazmente a las poblaciones de riesgo», continuó.
Para
los autores es fundamental que se lleven a cabo estudios de gran envergadura
(fase 3) de las vacunas: en ellos se comprueba si una vacuna funciona para
proteger a las personas -eficacia-, así como si la vacuna causa algún efecto
secundario negativo -seguridad-. También es importante realizar estudios
posteriores a la comercialización (fase 4) para seguir vigilando a un número
aún mayor de personas que reciben la inmunización.
«Aclarar
cómo la inmunidad a DENV1-4, ZIKV y posiblemente otros flavivirus modula el
riesgo de enfermedades futuras es de suma importancia para desarrollar y
desplegar vacunas seguras y eficaces contra los flavivirus y prevenir futuras
epidemias», subrayó Harris.
Relación incierta con el
COVID-19
Aunque
la mejora dependiente de anticuerpos es un mecanismo bien establecido y causa
de la enfermedad del dengue grave, no ha demostrado ser importante para los
coronavirus humanos, por lo que los expertos no esperan que este sistema se
aplique necesariamente a la COVID-19.
De la
misma forma que para el zika, las vacunas contra el COVID-19 pueden ser
diseñadas para inducir una mejor respuesta inmune que la infección natural por
SARS-CoV-2
«No
obstante, el estudio de la reactividad cruzada inmunológica entre virus
estrechamente relacionados siempre es valioso, y ayudará a comprender si la
infección natural con otros coronavirus humanos -así como las vacunas frente al
COVID-19- proporciona una posible inmunidad que se asocie con resultados
patógenos», apuntó Harris.
De la
misma forma que para el zika, «las vacunas contra el COVID-19 pueden ser
diseñadas para inducir una mejor respuesta inmune que la infección natural de
SARS-CoV-2, haciéndolas más seguras y efectivas» concluyó. BP
No hay comentarios.:
Publicar un comentario