¿Volveremos a
abrazarnos? ¿A salir a la calle sin barbijos? ¿Tendremos que vacunarnos todos
los años?, son algunas de las preguntas presentes en conversaciones cotidianas
y aunque no tienen una respuesta precisa, diferentes especialistas dialogaron
con Télam sobre sobre una inquietud
que podría resumir a todas: ¿Cuándo se termina la pandemia?
Los
puntos a considerar
Tras alertar que
“cualquier proyección de más de dos semanas es imposible porque no se puede
extrapolar al futuro lo que sucede en el presente”, el virólogo e integrante del
Proyecto Argentino Interinstitucional de genómica de SARS-CoV-2 (PAIS) Humberto
Debat sostuvo que “el futuro de la pandemia es un equilibrio complejo en
tensión en el cual hay cuatro aspectos centrales que pueden modular lo que
suceda”.
“El
primero
de ellos es la evolución viral. Siempre está la posibilidad de la emergencia de
una variante que por su tasa de mutación llegue a lo que se denomina ‘deriva
antigénica’, es decir, que no sea cubierta por las vacunas que fueron
desarrolladas para el virus originario de Wuhan”, explicó en diálogo con Télam. En ese
sentido, dijo que “en estos meses vimos una disminución de la eficacia de las
vacunas frente a las nuevas variantes para los casos sintomáticos pero los
niveles de protección para casos severos, internación y muerte se mantuvieron
extremadamente altos”.
El segundo
aspecto mencionado por Debat es el proceso de vacunación que define como
“asimétrico y heterogéneo” a nivel mundial. “Tenemos a la mitad del planeta como un reservorio del
virus donde se sigue replicando y donde puede evolucionar y cambiar; en África,
por ejemplo, sólo el 2,3% de la población recibió la primera dosis”, detalló.
En este contexto, el especialista señaló que “además
hay un control desigual y bajo de los reservorios en animales, y ya sabemos que
el virus puede ser transmitido de humanos a animales, evolucionar ahí y volver,
como sucedió con los visones en los Países Bajos”.
“El
tercer
punto es el comportamiento humano, porque la pandemia también está modulada por
el nivel de aceptación o no de las medidas que se toman como políticas
sanitarias gubernamentales; este factor genera una grandísima incertidumbre
sobre lo que puede pasar en el mediano plazo”, precisó.
En cuarto
y último lugar, el virólogo marcó “la estacionalidad” que “si bien sabemos que
tiene algún impacto todavía no lo entendemos bien, pero hay una relación entre
la temperatura, la humedad y el comportamiento del virus”.
“En
principio sí sabemos que ante el frío las personas se reúnen adentro sin
ventilación y eso favorece la propagación del virus. Entonces la
estacionalidad, como cuarto aspecto, tiene que ver con lo que suceda cuando la
población esté inmunizada en gran medida y quizás tengamos épocas del año con
brotes estacionales con bajos niveles de letalidad”, apuntó.
Perspectivas
Debat concluyó
que una de las hipótesis “es que el virus se va a convertir en endémico, como
otros coronavirus que existen que son estacionales y que generan entre el 5 y
el 10% de los resfríos anuales; entonces al disminuir la letalidad, pasa a ser
un virus más que no nos cambia la vida”.
Ernesto Resnik,
biólogo molecular argentino residente en Estados Unidos, se mostró optimista
respecto al futuro. “El virus no se termina, pero la pandemia tal cual hoy la
conocemos va a terminar y relativamente pronto, dependiendo por supuesto del
lugar geográfico del mundo en el que estás”, indicó.
“Lo
que vemos hoy es que, en países como el Reino Unido, por ejemplo, donde el
porcentaje de la población vacunada es muy alto, la Covid-19 se está transformando
en una gripe controlable, es decir, hay un desacople entre infecciones y muertes,
que es lo que queríamos”, añadió a Télam.
Resnik mencionó
que “la letalidad del SARS-CoV-2, que hoy estimamos en el 2% de las personas
infectadas, en el Reino Unido se está acercando al 0,1%, similar a los
porcentajes de la gripe común; es decir que esa transformación de la pandemia
en una enfermedad respiratoria endémica como la gripe está comenzando a
ocurrir”. El
biólogo sostuvo que “además de las vacunas se está avanzando en tratamientos
antivirales y hay tanto trabajo en estas investigaciones que en algún momento
vamos a tener medicamentos que permitan bajar la carga viral ni bien comienzan
los síntomas, y después la inmunidad adquirida por las vacunas hará el resto”.
Sin embargo, alertó que “este escenario se basa
en la inmunidad que tenemos gracias a las vacunas; el problema que se presenta
hacia adelante son las variantes y si el virus sigue circulando de manera
brutal en algunas partes del mundo donde la mayoría de la población no fue
vacunada se corre el riesgo de que se generen mutaciones de tal magnitud que
las vacunas que tenemos hasta ahora no funcionen”. Frente a esta posibilidad lo que se piensa es que “será
un proceso cíclico, y que cada tanto, quizás cada año, habrá que volver a
vacunarse”.
“La
pandemia se termina cuando se convierte en una <gripecita>”, señaló por
su parte el físico e investigador del Conicet Jorge Aliaga, quien analiza datos
y estudia la pandemia desde su inicio. “Yo
diría, aunque no soy virólogo ni bioquímico ni biólogo, que parece que la
vacunación la va ‘acorralando’. La velocidad de aparición de nuevas variantes
corre un poco el horizonte, pero no volvemos al principio. Porque las vacunas
no van a cero, sólo bajan un poco la eficacia”, afirmó.
En diálogo
con Télam, analizó que “si vas vacunando en todo el mundo y
al mismo tiempo adaptando las vacunas deberías ir cada vez a un escenario más
normal. Hoy tenemos enorme movilidad, frío y los casos no explotaron. Eso era
impensable sin vacuna”.
¿Se
podrá dejar de usar barbijo?
Entre los
cambios de hábito que la pandemia debería dejar como aprendizaje sería la
utilización de barbijos no todo el tiempo, pero sí en momentos de brotes de
enfermedades respiratorias o simplemente cuando se está resfriado como sucede
desde mucho antes de la pandemia en varios países orientales como Japón.
“Sería
buenísimo que esto ocurra; también la cultura de que el que se siente mal no
vaya a trabajar, y si tiene que moverse en transporte público que utilice
barbijo”, aseguró Resnik.
“Pero
no veo que esto esté sucediendo, por lo menos en Estados Unidos esto no pasa.
Más bien lo contrario, si entras a un lugar con barbijo te miran mal. Esperemos
que esto se revierta y para eso vamos a necesitar buenas campañas”, concluyó. BP
No hay comentarios.:
Publicar un comentario