“A Dios rogando,
pero con el mazo dando”.
Este antiguo refrán, siendo tan antiguo, no pierde en actualidad y
realismo. Dios siempre está presente para ayudarnos, pero también cuenta con
nuestra colaboración y trabajo; nuestra vida es una constante lucha llena de
desafíos y aventuras diarias, no tenemos cómo aburrirnos. Por eso, Dios que te
creo sin ti, no te salvará sin ti.
La respuesta la tienes en tus manos, nadie más que tú eres el artífice de
esta realidad. Respira profundo y comienza a correr, que nadie lo hará por ti,
y al final lo importante es que llegues a la meta con la satisfacción de haber
corrido bien. ¡Buena suerte y adelante!
Nadie alcanza la meta con un solo intento, ni perfecciona la
vida, con una sola rectificación. Ni alcanza altura con un solo vuelo.
Nadie camina la vida sin haber pisado en falso muchas veces.
Nadie recoge cosechas sin probar muchos sabores, enterrar muchas semillas y
abonar mucha tierra.
Nadie mira la vida sin acobardarse en muchas ocasiones, ni se
mete en el barco sin temerle a la tempestad, ni llega al puerto sin remar
muchas veces.
Nadie siente el amor sin probar sus lágrimas, ni recoge rosas
sin sentir sus espinas.
Nadie hace obras sin golpear sobre su edificio, ni cultiva
amistad sin renunciar a sí mismo.
Nadie llega a la otra orilla sin haber ido haciendo puentes
para pasar.
Nadie puede juzgar sin conocer primero su propia debilidad.
Nadie consigue su ideal sin haber pensado muchas veces que
perseguía un imposible.
Nadie reconoce la oportunidad hasta que ésta pasa por su lado
y la deja ir.
Nadie debe vivir sin cambiar, ver cosas nuevas, experimentar
otras sensaciones y tener la capacidad de corregir sus errores.
Nadie tiene el derecho de consumir el amor o la amistad de
las personas si uno mismo no la produce.
Nadie puede intercambiar un apretón de manos con el puño
cerrado.
Por eso, vivir es una aventura que conlleva tener las ganas
de correr, surcar mares y subir montañas, lanzarse en bicicleta y ponerse unos
patines, cruzar ríos y deslizarse por la nieve. Nadie, sino tú, eres el
protagonista de esta aventura. No dejes pasar las oportunidades, pues ellas
serán la plataforma de tu vida feliz y llena de realizaciones. Sé que no todo
será fácil, pero te tocará a ti sacarles el provecho y orientarlas a que salga
de ti lo mejor. DD
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