En la mayoría de los casos, el
cabello no saludable o la calvicie son un resultado natural que resulta de
factores como: la edad, la genética y los cambios hormonales que ocurren en
nuestro cuerpo. Puede sonar como el destino, pero en la práctica hay varias
formas de tratar este problema e incluso prevenirlo, pero a diferencia de las
que probablemente pienses, estamos hablando de una forma natural, accesible y
relativamente simple: todo se basa en comida. Las cosas que nos llevamos a la
boca tienen la capacidad de afectar la salud de nuestro cabello, especialmente
cuando estamos deficientes en nutrientes importantes que se supone deben
cuidarse, como: omega 3, proteína, zinc, vitamina E y biotina. En el próximo
artículo te expondremos 6 alimentos, o más precisamente semillas, cuya
inclusión en tu menú diario te aportará al menos uno de los ingredientes
necesarios para mantener la salud capilar.
1. Semillas de lino
Las semillas de lino se
encuentran con mayor frecuencia como suplemento para la salud en alimentos como
papillas, ensaladas o batidos, pero ¿alguna vez te has preguntado cuál es su
valor nutricional? Resulta que estas semillas son una rica fuente de omega 3,
fibra dietética e incluso vitamina E. El omega 3 es un ácido graso que se
considera crítico para la salud y el crecimiento del cabello, y una combinación
de alimentos que lo contienen en nuestra dieta diaria puede contribuir a la
densidad y el adelgazamiento del cabello, una afirmación respaldada por este
estudio. Además, en una cucharada de linaza encontrarás 2 gramos de proteína, y
como nuestro cabello está hecho de proteínas, consumirlas regularmente
permitirá que se engrose
2. Semillas de sésamo
Las semillas de sésamo están
en todas partes y muchos de nosotros las amamos, o al menos vivimos con ellas
en paz. Aquellos que son adictos a ellas, seguro que se alegrarán de saber que
estas famosas semillas también están repletas de bastantes vitaminas,
minerales, ácidos grasos e incluso fitoesteroles, que pueden utilizarse para
reducir la cantidad de colesterol en nuestro organismo. Las semillas de sésamo
también se utilizan mucho en el mundo de la cosmética para tratar problemas de
la piel y el cabello, gracias en gran parte a que son una rica fuente de
vitamina E, antioxidantes, omega 3 y proteínas, que en conjunto contribuyen al
crecimiento y mejora del cabello y la circulación sanguínea en el área del
cuero cabelludo.
3. Semillas de fenogreco
El fenogreco (o ‘geranio
griego’) es la estrella de muchas cocinas asiáticas con diferentes nombres, y
algunos de ustedes pueden haberlas encontrado en la cocina yemení, india o
persa. Estas maravillosas semillas son una magnífica fuente de muchas
vitaminas, entre ellas la A, la C y la K, así como de calcio, potasio,
proteínas, ácido fólico y hierro, que cooperan en la prevención de problemas
relacionados con la salud del cabello, como la sequedad del cuero cabelludo. .
El consumo constante de semillas de fenogreco ayudará a nutrir el cabello
dañado o seco y le dará un aspecto brillante.
4. Semillas de chía
Las semillas de chía se
relacionan casi automáticamente con nuestra salud, ya que muchas fuentes las
definen como ‘superalimentos’. Resulta que los componentes nutricionales de la
chía justifican este gran y gran título, ya que entre ellos se pueden encontrar
tesoros como: fósforo, proteína, ácidos grasos, cobre, zinc y omega 3, la
mayoría de los cuales en conjunto favorecen el crecimiento del cabello y
mejoran circulación sanguínea en el área del cuero cabelludo. El zinc y el
cobre que se encuentran en las semillas de chía ayudan a curar el cabello
dañado, fortalecen los pigmentos y estimulan la producción de nuevas células
capilares.
5. Semillas de Calabaza
Por alguna razón, las semillas
de calabaza desaparecen a la sombra de otras semillas más famosas, pero si
supiéramos la cantidad de nutrientes que contienen, no dejaríamos de
consumirlas. Además de ser un refrigerio delicioso, las semillas de calabaza
contienen zinc, que se ha descubierto que es un mineral que ayuda a prevenir la
caída del cabello, presumiblemente debido a su capacidad para sintetizar
proteínas y estimular el crecimiento celular y el desarrollo del folículo
piloso, según un artículo en la Biblioteca Nacional de Medicina. Gracias al
consumo de semillas de calabaza también puedes obtener una buena dosis de
magnesio, que también es un mineral que interviene en la síntesis de proteínas,
que como hemos aprendido hasta ahora, son fundamentales para mantener un
cabello saludable. Además, también puede obtener una dosis respetable de hierro,
cuya contribución a la salud del cabello aún no se comprende por completo, pero
se descubrió que las mujeres que sufren pérdida de cabello a menudo también
experimentan un déficit en la cantidad de hierro en el cuerpo, según a una
revisión publicada en 2018.
6. Semillas de girasol
Las últimas semillas con las
que decidimos firmar nuestra lista son quizás las más famosas (por supuesto,
junto con las semillas de sésamo), y estas son las semillas de girasol. Resulta
que estas semillas no solo son una parte favorita de las ‘nueces’ que todos
conocemos, sino también una rica fuente de vitamina E que puede ayudar al
cabello a protegerse de las toxinas que están en el aire. Además, al igual que
muchas otras semillas de las que ya hemos hablado, incluso las que provienen
del girasol son ricas en ácidos grasos como el omega 3. Así que la próxima vez
que te hagas una ensalada o simplemente te sientes en casa y tengas ganas de
picar algo, te recomendamos combinar semillas de girasol (preferiblemente tostadas
y sin Sal Extra), y disfrutar de un delicioso y nutritivo snack que preservará
tu cabello. SF
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