Los bultos en el cuello o detrás de las orejas son
bastante comunes. A veces, los bultos pueden ser causados por el acné o los lipomas y no son realmente
peligrosos. Pero hay casos en que los bultos en el cuello y las orejas pueden
ser un signo de un problema de salud más peligroso o incluso mortal. Estas son
las razones más comunes para que aparezcan bultos en el cuello y las orejas, y qué
hacer si nota bultos.
1. Ve a que te revisen los bultos para la detección de células
cancerosas
Los bultos en el cuello hacia la espalda pueden ser
causados por un cáncer nasofaríngeo,
que se propaga a los ganglios linfáticos del cuello. Estos bultos no suelen ser
dolorosos, sin embargo, no deben ignorarse. Otros síntomas pueden incluir
alteraciones, obstrucciones nasales y hemorragias nasales, visión borrosa,
dolor facial o entumecimiento y dolores de cabeza. Incluso si no experimenta
otros síntomas que no sean bultos en el cuello, asegúrese de programar una
visita al médico para excluir cualquier caso grave.
Los bultos detrás de las orejas también pueden
acompañar a algún tipo de cáncer, incluido el cáncer de piel, o pueden ser causados por tumores benignos. Sin embargo, los
bultos malignos y benignos pueden ser indoloros y pueden crecer de tamaño con
el tiempo o pueden permanecer iguales. Entonces, sin importar el tamaño del
bulto, consulta a tu médico para averiguar qué es realmente y la mejor opción
sería tratarlo o extirparlo.
2. Pide que te revisen tu sistema linfático
Los ganglios linfáticos se agrandan y se hinchan
cuando el sistema linfático se descompone, una afección médica que se conoce
como linfadenopatía. Nuestro
sistema linfático consiste en vasos linfáticos y cientos de ganglios linfáticos
que filtran las bacterias y otras toxinas de nuestros cuerpos al atraparlas y
destruirlas. Esta afección médica causa el agrandamiento de los ganglios
linfáticos en diferentes partes del cuerpo, incluido el cuello, el área
alrededor de las orejas y debajo de los brazos. Si notas que alguno de los
ganglios linfáticos está agrandado,
lo mejor es visitar a tu médico, sin importar dónde se encuentren. Además, los
ganglios linfáticos agrandados en el cuello, debajo de los brazos o en la ingle
son síntomas comunes del linfoma de
Hodgkin, un tipo de cáncer que comienza en los glóbulos blancos o
linfocitos. Otros síntomas de esta enfermedad pueden incluir sudores nocturnos,
pérdida de peso, fiebre y tos persistente. Aunque en la mayoría de los casos
los ganglios linfáticos inflamados pueden ser causados por una infección,
siempre es mejor no ignorar estos síntomas e ir a que te revisen de inmediato.
3. Ten una revisión de los sistemas de tu cuerpo para detectar posibles
infecciones
En algunas situaciones, un bulto puede ser causado
por infecciones virales y bacterianas que también son causadas por hinchazón y
bultos alrededor del cuello y las orejas. La mononucleosis, la
faringitis estreptocócica, la
varicela y el sarampión causan
bultos detrás de las orejas debido a infecciones. Algunas de las infecciones
también pueden causar mastoiditis o la inflamación del hueso mastoideo que se encuentra detrás de la oreja. Esto hace que
el hueso enfermo sobresalga y forme un bulto detrás de la oreja.
4. Comprueba si tus bultos son causados por quistes sebáceos
Un quiste sebáceo puede causar bultos en los oídos
y el cuello que se forman en las glándulas sebáceas dañadas o bloqueadas que
producen una capa de aceite para nuestra piel y cabello. Pero, debido a traumas
como rasguños, heridas o acné, las glándulas sebáceas o sus pasajes pueden
deteriorarse y causar un quiste. Los médicos pueden diagnosticar los quistes
durante los exámenes visuales, aunque en algunos casos, se deben realizar
pruebas adicionales. JQ
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