sábado, 20 de junio de 2020

Crece la cantidad de pacientes que mejora gracias a la donación de plasma

Mientras se espera la evolución del intendente de Lomas de Zamora, que fue transfundido con plasma de una persona recuperada de coronavirus, el ensayo clínico a cargo del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires para probar la efectividad de ese potencial tratamiento sigue generando esperanza: desde que comenzó el protocolo terapéutico se infundieron 147 pacientes. De ese total, 79 experimentaron una alentadora mejoría y 20 se recuperaron por completo y fueron dados de alta.
Al jefe comunal de Lomas, Martín Insaurralde, comenzaron a tratarlo con esta novedosa 'terapia' anoche en el hospital de Lavallol y según se informó oficialmente, «se siente mejor, está afebril y comió». Se espera que, como ocurrió en la mayoría de los casos que se estudian en el marco del 'Protocolo Provincial de Investigación sobre Plasma de Convalenciente de COVID-19', los anticuerpos presentes en ese componente sanguíneo contribuyan con su recuperación.
No obstante, los expertos que forman parte del estudio que se inició hace un mes son cautos. La directora provincial de Hemoterapia, Nora Etchenique, está a cargo del Instituto del ministerio de Salud bonaerense que se encarga de las extracciones y la elaboración de las unidades de plasma para su distribución. Advirtió que «hay que evaluar varias cosas todavía para decir que éste es un tratamiento», y explicó que «estamos ante una enfermedad nueva, que tiene solo seis meses y se conoce muy poco, pero lo que sí se sabe es que la gente que se recuperó formó anticuerpos contra el coronavirus y, también, que el pico máximo de formación de anticuerpos se da a los 40 días de haber contraído el virus, cuando ya pasaron los síntomas y la persona está bien».
La especialista explicó que en el país existe una larga experiencia en el uso terapéutico del plasma a partir de la Fiebre Hemorrágica Argentina, enfermedad provocada por el virus Junín. La terapia para combatirla fue creada y publicada por el médico e investigador argentino Julio Maiztegui a principios de la década del 70 y también se obtiene a partir de anticuerpos presentes en el plasma de pacientes recuperados: «Gracias a este tratamiento la letalidad de la fiebre hemorrágica pasó de un 30 a un 3%».
Alianza de sangre
Cuando pase 'todo esto', Sandra González, enfermera del hospital provincial de Pacheco, quiere conocer a Magdalena, su 'salvadora'. «Me gustaría tanto agradecerle personalmente», dijo esta mujer y madre de 4 hijas. Después de 21 días de internación en el hospital Magdalena V. de Cordero, en el partido de Tigre, volvió el domingo a su casa y 'las chicas' la recibieron con globos y carteles de bienvenida. «Me extrañaron mucho, no pensaron que iban a ser tantos días».
Magdalena Lamenza, es la médica ginecóloga que, tras sufrir un cuadro leve de coronavirus, le donó plasma. Sus anticuerpos fueron una bendición para Sandra: «Es que yo tenía miedo de morirme, la tos era constante, andaba fatigada, agotada, no podía ni caminar del cansancio de toser», se acuerda. Y contó que «al plasma te lo pasan como a un suero, me lo pusieron un domingo a la madrugada y, 3 horas más tarde, pude dormir sin tos», dijo y transmitió el alivio que significó volver a descansar. «Me sentí mejor muy rápido, por eso quisiera agradecerle a Sandra y también pedirle a todos los recuperados que puedan donar que lo hagan».
Su donante, Magdalena, no lo duda: ya donó en dos oportunidades y sabe que cada donación puede salvar hasta cuatro vidas. «Voy a volver a hacerlo todas las veces que pueda y ojalá que se sumen los demás recuperados, es una gran alegría poder ayudar más en momentos como estos en que la solidaridad y la conciencia son tan importantes». BP

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