Mártires, 22 de
Julio
Elogio:
En África, santos mártires Massilitanos,
acerca de los cuales san Agustín predicó un sermón a los fieles en el
aniversario de su muerte.
Al parecer, la
única razón por la que esta memoria está inscripta el 22 de julio es que san
Agustín predicó un sermón, que no es posible establecer exactamente en relación
a qué mártir o mártires lo pronunció. Se trata del sermón 283, que en la
Patrología Latina, n. 38 (1286-1288) aparece predicado en ocasión de la fiesta
de los «santos mártires massilitanos». Hay otra recensión del sermón, que no
figura en la Patrología Latina, pero está inscripta en la edición crítica
italiana con el número de 283Augm, y se refiere a los «mártires massilitanos».
Los dos son muy semejantes (el segundo, más largo, incorpora algunas partes del
primero).
«Massilia» es
el nombre romano de Marsella, en la Provenza francesa, y es claro que tiene que
tratarse de un error de catalogación antigua del sermón, ya que no hay un grupo
de mártires llamados «marselleses», y menos en esta fecha. El Martirologio
Romano quiere despejar la duda, ya que, aunque no sabemos a qué santos se
refiere en realidad la celebración de hoy, comienza el elogio con ‘En África’,
con lo cual descarta que tenga que ver con un grupo de mártires de Marsella.
El
Martirologio Hyeronimianum menciona el 9 de abril una celebración de mártires
que parece ser una duplicación de esta misma, y que efectivamente estaba inscripta
en el calendario romano anterior con el mismo texto de ésta, y se suponía
relacionada con unos «mártires de Masyl (?)» en Marruecos, es decir, al
noroeste de África. En Acta Sanctorum del 22 de julio discute brevemente el
concepto, tratando de establecer a quiénes identifica este conjunto de
mártires, y llega a la conclusión de que podría ser algún grupo de mártires del
este de Numidia, ya que allí existió (aunque unos cuantos siglos antes de la
era cristiana) la tribu de los masylii. A la vez establece que la del 9 de
abril es una fecha espuria y que la que corresponde es la actual, del 22 de
abril.
El sermón (o
los sermones, tomándolos como dos distintos) de san Agustín no ayuda mucho, ya
que tiene como tema «La victoria de los mártires es don de Dios», y se dedica a
hablar de ello, pero sin concretar nada respecto de los santos celebrados ese
día. Es más, para abundar en el problema, la única vez que el predicador alude
a la celebración del día dice «A él le tuvo como ayuda en su victoria el bienaventurado
mártir cuya solemnidad celebramos hoy y nos llena de admiración...», con lo
cual deja a las claras que no está pensando en ningún grupo de mártires sino en
uno solo.
En suma: no
sabemos quiénes son los mártires, podemos suponerlos del noreste africano, y
cuyo culto estaba vigente en época de san Agustín, aunque con la suficiente
imprecisión como para que el propio predicador obviase toda referencia
concreta.
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