Un equipo de científicos de la Universidad de Nueva York desentrañó el mecanismo por el cual la axila produce el ‘olor a
transpiración’.
Los investigadores ya habían demostrado que sólo unas pocas
bacterias en la axila son las verdaderas ‘culpables’ del olor corporal. Ahora,
el mismo grupo, dio un paso más y descubrió una única enzima que se
encuentra sólo dentro de estas bacterias y es responsable del característico
olor de la axila.
Esta nueva investigación publicada en la revista Scientific Reports pone de relieve
cómo determinadas bacterias han desarrollado una enzima especializada para
producir algunas de las moléculas clave que reconocemos como olor corporal.
“Resolver la estructura de esta enzima nos ha permitido
identificar el paso molecular dentro de ciertas bacterias que produce las
moléculas de olor. Este es un avance clave en la comprensión de cómo funciona
el olor corporal, y permitirá el desarrollo de inhibidores específicos que
detengan la producción de esa enzima sin interrumpir el microbioma de la
axila”, afirmó la doctora Michelle Rudden, coautora del trabajo realizado por
el grupo del Profesor Gavin Thomas en el Departamento de Biología de la
Universidad de York, en colaboración con Unilever.
La axila alberga una comunidad diversa de bacterias que forman
parte del microbioma natural de la piel. La
investigación destacó al Staphylococcus hominis como
uno de los principales microbios responsables del olor corporal.
Además, los investigadores señalaron que la enzima
identificada estaba presente en S. hominis mucho
antes de la aparición del Homo sapiens como especie, lo que sugiere que el
olor corporal existía antes de la evolución de los humanos modernos,
y puede haber tenido un papel importante en la comunicación social entre los
primates ancestrales.
“Esta investigación fue una verdadera revelación. Fue fascinante
descubrir que una enzima clave formadora de olores existe sólo en unas pocas y
selectas bacterias de la axila, y que evolucionó allí hace decenas de millones
de años”, consideró el doctor Gordon James, científico de Unilever.
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