lunes, 4 de octubre de 2021

Por qué es bueno para la salud comer lechuga…

Puede que la lechuga parezca un simple ingrediente de las ensaladas más comunes, sin embargo, existe evidencia científica que muestra que también puede esconder muchas bondades saludables, que van desde moderar la ansiedad y proteger la capacidad cognitiva, hasta prevenir ciertas enfermedades crónicas. 
La lechuga, conocida científicamente como Lactuca sativa, comenzó a cultivarse hace miles de años por los egipcios, que, según diferentes fuentes, la consideraban sagrada. Luego fue incorporada por otras civilizaciones, como romanos y griegos, que no solo aprovecharon sus hojas, sino también sus semillas para producir aceite. 
La versatilidad de la lechuga no solo se debe a su sabor, sino también al coctel de propiedades que contiene, que le permiten asociarse muy bien con cientos de alimentos. Entre sus principales características se destaca su rico contenido de agua, proteínas, grasas saludables, carbohidratos, fibra dietética, minerales, vitaminas, azucares y un bajo nivel calórico. 
Puedes mezclar la lechuga con otros vegetales o utilizarla como guarnición. Debido a su composición, es ideal para agregar un toque de frescura a todos tus platillos favoritos, desde sándwiches hasta ensaladas. Según la evidencia científica, consumiéndolo regularmente podrás disfrutar de las siguientes bondades: 
Aliviar la ansiedad 
Sobre este beneficio pueden encontrarse registros que datan de la Edad Media. Si bien la mayoría de los estudios actuales solo se realizaron en animales, los especialistas creen que la lechuga tiene un gran efecto ansiolítico en los humanos (es decir, una acción depresora del sistema nervioso central, que busca disminuir o eliminar los síntomas de la ansiedad). 
Antimicrobiana 
Diferentes estudios hallaron que algunos compuestos de la lechuga, como terpenos y cardenólidos, así como enzimas como las glucanasas, tienen propiedades antimicrobianas. Los expertos observaron resultados específicamente en hongos como Candida albicans, responsable de la candidiasis vaginal. 
Anticancerígena 
Según investigaciones recientes, el extracto de agua de la lechuga puede inhibir el crecimiento de células de leucemia y de cáncer de mama, por lo que muchos investigadores hablan de un potencial anticancerígeno. Sin embargo, se necesita continuar analizando esta propiedad, ya que el consumo necesario para ver resultados es excesivo. 
Contra el colesterol 
Tras realizar diferentes estudios en animales, se observó que los grupos que consumían lechuga tenían mayores probabilidades de peroxidación lipídica, una forma de mantener bajo control los niveles de colesterol. Cuando esta grasa es excesiva en sangre puede aumentar el riesgo de muchas enfermedades cardiovasculares y otras afecciones peligrosas. 
Antiinflamatoria 
La acción de ciertos compuestos presentes en la lechuga, como la lipoxigenasa o la carragenina, cumplen un rol antiinflamatorio. La inflamación es una respuesta defensiva normal del organismo, pero cuando se vuelve constante puede generar mucho daño. A pesar de los resultados positivos sobre este beneficio, son necesarios más trabajos que profundicen en este vínculo. 
Salud cognitiva 
Las neuronas son células cerebrales que crean conexiones para formar memoria. La muerte de las neuronas en conexiones o circuitos particulares puede provocar problemas para recordar. La evidencia científica señala que, gracias a sus efectos antioxidantes, el consumo regular de lechuga reduce el estrés oxidativo y ofrece beneficios neuroprotectores. 
Buen sueño 
A partir de diferentes ensayos en laboratorios sobre los extractos de lechuga, se logró aislar uno de sus químicos, que, según los investigadores, tiene un importante efecto sedante. También disminuye la frecuencia cardíaca y las contracciones ventriculares, por lo que se alza como una opción para fomentar el sueño. Sin embargo, solo se probó en animales. 
Antioxidante 
Muchos estudios señalaron que la lechuga posee antioxidantes con importantes capacidades de eliminación de radicales libres. Estos son agentes dañinos que afectan la salud de tejidos, células y ADN sano, favoreciendo la aparición de diferentes enfermedades. 
Precauciones 
Muchos estudios demostraron que la lechuga puede producir alergias. En esas afecciones, el sistema inmunitario reconoce como dañino a ciertos alimentos, provocando reacciones como la anafilaxia. También, si se consume en exceso, se vinculó con un mayor riesgo de problemas gastrointestinales, como inflamación o flatulencias. TV

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