La vitamina
A es una vitamina liposoluble (es decir, una sustancias soluble en grasas
y aceites) que se almacena en el hígado. Es muy importante para el cuerpo, ya
que interviene en la estimulación del sistema inmunitario, cuidado de la piel y
la vista, y en el desarrollo óseo y muscular.
La
vitamina A se puede encontrar en alimentos y suplementos como vitamina A
preformada (forma activa) y provitamina A (forma inactiva que se convierte en
activa una vez en el organismo). El tipo de vitamina A más común que se
encuentra en alimentos y suplementos es el betacaroteno, que se convierte en
retinol en el organismo.
¿Cómo se puede obtener vitamina A?
Puedes obtener vitamina A de
alimentos de origen animal o vegetal:
·
Carne: de pollo y vaca.
·
Frutas: aguacate, damasco, durazno, mango, papaya, tomate.
·
Frutos secos.
·
Hígado: de res o bacalao.
·
Legumbres: frijol o poroto, garbanzo, guisante.
·
Lácteos: crema, leche fortificada, mantequilla, queso.
·
Pescados.
·
Vegetales: brócoli, calabaza, espárrago, espinaca, hinojo, kale,
lechuga, rúcula, zanahoria.
·
Yema de huevo.
La
vitamina A también se puede conseguir en forma
de suplementos dietéticos, generalmente como acetato de retinilo o
palmitato de retinilo (vitamina A preformada), betacaroteno (provitamina A), o
una combinación de vitamina A preformada y provitamina A. No debes comenzar a
consumir ninguno de estos productos sin antes consultarlo con un profesional de
la salud.
Beneficios de la vitamina A
Un
consumo regular y equilibrado de vitamina A, especialmente cuando proviene de
alimentos, puede ofrecer ciertas bondades para la salud:
Aumenta las defensas:
Diferentes estudios coinciden
en que la presencia de vitamina A se asocia a un mejor desempeño de
las defensas del organismo, posiblemente gracias a que estimula la
formación de los glóbulos blancos y mantiene húmedas las membranas mucosas,
obstaculizando el ingreso de patógenos. Una deficiencia de vitamina A puede
aumentar la susceptibilidad a las infecciones e incluso retrasar la
recuperación. Esto puede verse en estudios que compararon la mayor incidencia
de sarampión o malaria en niños con déficit de vitamina A.
Mejora la salud de la piel:
La vitamina A se asocia al
buen cuidado de la piel, ya que interviene en sus tejidos, garantizando la
flexibilidad, retención de humedad, reducción de sebo, y aumento de brillo. Esto,
a su vez, ayuda a combatir ciertos trastornos cutáneos como acné, resequedad,
psoriasis, y eczemas. También mantiene al cuerpo libre de toxinas y compuestos
dañinos. La vitamina A tiene propiedades antioxidantes, que, entre
otros beneficios, permiten combatir los efectos del estrés oxidativo, que
muchas veces se traduce en las principales marcas del paso del tiempo: arrugas,
líneas finas o manchas en la piel.
Fortalece los músculos y huesos:
Hierro, calcio y vitamina D
son nombres que seguramente escuchas cuando de cuidar tus huesos
y músculos se trata. Pero no olvides la vitamina A. Esta
cumple un rol fundamental, ya que favorece la formación de una capa llamada
dentina, que rodea la parte interna de los dientes, mejorando su resistencia,
resulta útil para mantener la forma de los huesos, y promueve el
crecimiento muscular. Aunque actualmente el vínculo entre
la vitamina A y la salud ósea no se comprende por completo, sus bajos niveles
se han asociado a un mayor riesgo de fracturas y enfermedades como
osteoporosis, por lo que los expertos aconsejan incluirla en la dieta,
especialmente de personas mayores.
Protege la visión:
Muchas personas con ceguera
nocturna tienen bajos niveles o deficiencia de vitamina A. Los expertos
explican que esta asociación se debe a que la vitamina es una parte clave de un
pigmento de la retina muy sensible a la luz: la rodopsina. También aumenta la
adaptabilidad del ojo, principalmente al permitir que se ajuste a los cambios
de luz y se mantenga húmedo. Pero la vitamina A no solo es útil
para prevenir la ceguera nocturna, ya que el consumo de alimentos ricos en
betacarotenos también parece ayudar a retrasar otros problemas de visión como
la degeneración macular relacionada con la edad.
Otros beneficios de la vitamina A
Un
consumo regular de vitamina A también se vinculó a los siguientes beneficios:
·
Menor riesgo de cáncer: esto se debe a que el retinol se ha utilizado como un
posible agente quimioterapéutico y preventivo, debido a su acción antioxidante
y antiproliferativa.
·
Prevención de cálculos renales: la vitamina A interviene en la formación de fosfato
de calcio y ayuda a mantener saludable el revestimiento del tracto urinario.
·
Protección del sistema reproductivo: un déficit de vitamina A puede bloquear el desarrollo
de los espermatozoides, afectar la calidad del óvulo, y provocar problemas en
el desarrollo fetal.
·
Reducción de los niveles de colesterol: al ser soluble en grasa, la vitamina A ayuda a
disminuir la presencia de colesterol en sangre.
¿Cuánta vitamina A debo consumir?
Dependiendo
la edad y condición de las personas, el Comité de Nutrición y Alimentos del
Instituto de Medicina aconseja el siguiente consumo diario de vitamina A:
·
De 0 a 6 meses: 400 microgramos por día (mcg/día).
·
De 7 a 12 meses: 500 mcg/día.
·
De 1 a 3 años: 300 mcg/día.
·
De 4 a 8 años: 400 mcg/día.
·
De 9 a 13 años: 600 mcg/día.
·
Hombres a partir de los 14 años: 900 mcg/día.
·
Mujeres a partir de los 14 años: 700 mcg/día.
·
Mujeres embarazadas: 770 mcg/día.
·
Mujeres en período de lactancia: 1.300 mcg/día.
¿Por qué debo consumir vitamina A?
Si
no consumes suficiente vitamina A puedes sufrir un déficit, lo que desencadena
ciertos problemas para la salud:
·
Cabello debilitado y sin
brillo.
·
Ceguera.
·
Depresión.
·
Daño cutáneo.
·
Fatiga.
·
Inflamación de los párpados.
·
Insomnio.
·
Sensación de dolor o ardor en
los ojos.
·
Trastornos sexuales.
·
Uñas quebradizas.
En
caso de ocurrir una sobredosis, lo cual resulta muy raro porque cualquier
cantidad en exceso suele ser expulsada por el cuerpo, pueden surgir síntomas
perjudiciales, como visión borrosa o náuseas. Esta condición puede llegar a
alcanzarse cuando se ingiere una cantidad elevada de suplementos.
Para recordar:
Hasta
contar con evidencia científica significativa proveniente de ensayos en
humanos, las personas interesadas en utilizar terapias a base de hierbas y
suplementos deben tener mucho cuidado. No abandones ni modifiques tus
medicamentos o tratamientos, antes habla con el doctor sobre los potenciales
efectos de las terapias alternativas o complementarias. Recuerda, las
propiedades medicinales de las hierbas y suplementos también pueden interactuar
con los fármacos recetados, con otras hierbas y suplementos, e incluso alterar
tu dieta.
Resumen
Las
vitaminas son imprescindibles para que nuestro organismo pueda funcionar y
desarrollarse correctamente. Una de ellas, la vitamina A, también conocida como
retinol, interviene en la estimulación del sistema inmunológico, cuidado de la
piel y la vista, y en el desarrollo óseo y muscular. Puedes obtenerla de
alimentos de origen vegetal, como frutas, legumbres, vegetales, o frutos secos,
de origen animal, carnes, pescados, lácteos o huevos, o de suplementos
dietéticos. Estos últimos solo se deben consumir bajo recomendación de un
profesional de la salud, ya que su mal uso puede causar sobredosis. TV
No hay comentarios.:
Publicar un comentario