Desde
que comenzó la pandemia de Covid-19, los científicos han estado tratando de
entender qué hace que unos y otros reaccionemos de manera tan diferente a la
enfermedad. ¿Por qué algunas personas se enferman mucho más que otras? ¿Y por
qué afecta a diferentes órganos del cuerpo, potencialmente durante períodos
prolongados, cuando es Covid-19 prolongado?
Ahora
existe una creciente evidencia de que algunos de estos procesos podrían estar
relacionados con la producción de unos anticuerpos ‘rebeldes’ conocidos como
autoanticuerpos. Los anticuerpos normalmente luchan contra las infecciones,
pero los autoanticuerpos se dirigen por error a las células, tejidos u órganos
del propio cuerpo.
Pero
¿cuál es su rol en el Covid y cómo podrían impulsar la gravedad de la
enfermedad?
Cuando el cuerpo se ataca a sí mismo
Incluso
las personas sanas producen autoanticuerpos, pero generalmente no en cantidades
lo suficientemente grandes como para causar un daño significativo al sistema
inmunológico. Sin embargo, en pacientes con Covid-19 se ha descubierto que no solo dañan el sistema
inmunológico, sino también el tejido sano del cerebro, los vasos
sanguíneos, las plaquetas, el hígado y el tracto gastrointestinal, según
investigadores de la Universidad de Yale, en Connecticut (Estados Unidos).
En
las infecciones por Covid-19, los autoanticuerpos pueden apuntar a “docenas de vías inmunes”, le dijo a
la BBC Aaron Ring, profesor adjunto de inmunobiología en la Facultad de
Medicina de Yale. En un estudio reciente publicado en la revista Nature,
su equipo examinó la sangre de 194 pacientes que contrajeron el virus con
diversos grados de gravedad, y encontró ‘aumentos marcados’ en la actividad de
los autoanticuerpos, en comparación con los individuos no infectados. Cuantos
más autoanticuerpos se detecten, más grave será la enfermedad experimentada por
los pacientes.
“Es un arma de doble filo.
Los anticuerpos son cruciales para defendernos de las infecciones, pero algunos
pacientes con Covid-19 también desarrollan anticuerpos que dañan sus propias
células y tejidos”, dijo el científico.
Bloqueo de la respuesta inmune
ante la Covid-19
El
estudio del doctor Ring se basó en trabajos anteriores dirigidos por el doctor
Jean-Laurent Casanova en la Universidad Rockefeller de Nueva York (Estados
Unidos). El laboratorio de Casanova lleva más de 20 años estudiando variaciones genéticas que
afectan la capacidad de una persona para combatir infecciones. Su investigación
destaca el papel de los autoanticuerpos que atacan algunas de las proteínas
encargadas de combatir las infecciones virales y bloquear la replicación del
virus (los llamados interferones tipo 1). En octubre de 2020, el equipo del
doctor Casanova informó en la revista Science que había
encontrado esos autoanticuerpos en aproximadamente el 10% de casi 1.000 pacientes con Covid-19 grave. Un detalle
crucial: cerca del 95% de ellos eran hombres,
lo cual podría explicar por qué son ellos los que desarrollan mayoritariamente
la Covid-19 grave.
El
mes pasado informaron en la revista Science Immunology los
hallazgos de un estudio más amplio, con análisis de 3.600 pacientes ingresados
en el hospital con Covid-19 grave. Encontraron autoanticuerpos contra los
interferones tipo 1 en la sangre del 18% de
las personas que habían muerto a causa de la enfermedad. Más del 20% de los pacientes mayores de 80
años con Covid grave tenían esos autoanticuerpos, en comparación
con el 9,6% entre los menores de 40 años. El doctor Casanova dijo que los
hallazgos proporcionaron “pruebas convincentes” de que la “interrupción” causada
por los anticuerpos rebeldes “es a menudo la causa del Covid-19 potencialmente
mortal”.
Autoanticuerpos, enfermedad autoinmune y Covid prolongado
Otros
estudios están encontrando vínculos entre los autoanticuerpos y las condiciones
médicas relacionadas con el Covid-19 que continúan incluso después de que el
virus ha sido eliminado del organismo.
En
un estudio publicado este mes en Nature Communications, investigadores
de la Universidad de Stanford, en California (Estados Unidos), encontraron que
al menos una de cada cinco
personas ingresadas en el hospital con Covid-19 desarrolló
autoanticuerpos en la primera semana de ingreso. En el caso de unos 50 pacientes,
dispusieron de muestras de sangre extraídas en diferentes días, incluido el día
en que ingresaron por primera vez. “En una semana después de registrarse en el
hospital, aproximadamente el 20% de estos pacientes había desarrollado nuevos
anticuerpos contra sus propios tejidos que no estaban allí el día en que fueron
admitidos”, dijo el investigador principal PJ Utz, profesor de inmunología y
reumatología en Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford. El profesor
Utz dijo que esto también podría explicar por qué algunos síntomas persisten
meses incluso después de que la enfermedad haya desaparecido, en la condición
conocida como Covid de larga
duración.
“Si
te enfermas lo suficiente por la covid-19 como para terminar en el hospital, es
posible que no estés fuera de peligro incluso después de recuperarte”.
En
Reino Unido, investigadores del Imperial College de Londres encontraron
autoanticuerpos en pacientes con Covid-19 de larga duración, que estaban
ausentes en personas que se recuperaron rápidamente del virus o que no dieron
positivo. El profesor Danny Altmann, que dirige el grupo de investigación, le
dijo a la BBC que el equipo está trabajando para averiguar si se puede diagnosticar Covid de larga
duración identificando autoanticuerpos creados recientemente. La
investigación aún se encuentra en una etapa inicial, pero podría dar como
resultado una prueba lo suficientemente simple como para ser utilizada en la
consulta médica. “Esperamos no solo avanzar hacia un diagnóstico, sino también
en conocimientos terapéuticos: que esto ilumine mecanismos y tratamientos
específicos”, dijo Altmann. Para los expertos, estos hallazgos también justifican la vacunación.
En
una infección viral mal controlada, el virus permanece durante mucho tiempo,
mientras que una respuesta inmune que se intensifica continúa rompiendo las
partículas virales en pedazos, lo cual confunde al sistema inmunológico, dijo
el profesor Utz. Sin embargo, las vacunas contienen solo una proteína de pico o
instrucciones genéticas para producirla, por lo que el sistema
inmunológico no está expuesto a la
misma actividad frenética que podría conducir a la producción de
autoanticuerpos.
Eso no es todo
Pero
aunque los avances en este campo son emocionantes, los científicos advierten
que la respuesta inmune al Covid es compleja y los autoanticuerpos no lo son
todo. Otro mecanismo que se está investigando es la respuesta inmune hiperactiva que ocurre en algunos casos. La
producción de proteínas llamadas citocinas (también denominadas citoquinas)
puede alcanzar niveles peligrosos y causar daño a las propias células del
cuerpo, las llamadas tormentas de
citocinas. Todavía no comprendemos exactamente qué sucede en nuestras
células cuando el virus ingresa a nuestros cuerpos; es el resultado de esa
batalla lo que determina la gravedad y, en última instancia, la mortalidad de
la enfermedad.
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