La pandemia por el coronavirus continúa. Ya afectó a más de 494 millones
de personas y produjo la muerte de más de 6,1 millones. Desde diciembre pasado,
la variante de preocupación Ómicron es la dominante. Desde la OMS se ha llamado
la atención sobre las recombinaciones entre las variantes, que son el resultado
de la mezcla de dos variantes o entre sublinajes de ellas. La vigilancia de las
variantes es clave hoy porque podrían influir en la extensión de la pandemia.
Se está siguiendo de cerca a la llamada recombinante XE, que es la
mezcla entre los dos sublinajes de Ómicron, el BA.1 (que predominó entre
noviembre y febrero en el mundo) y la llamada ‘sigilosa’ BA.2 (que fue
avanzando durante los últimos meses). La recombinante XE ya preocupa a las
autoridades sanitarias.
Según la agencia sanitaria de Naciones Unidas, hoy hay un predominio
global de la variante Ómicron del coronavirus. Se basa al considerar las
382.789 secuencias cargadas en la plataforma GISAID con especímenes recogidos
en los últimos 30 días. El 99,7% eran muestras de pacientes con la variante
Ómicron. Sólo el 0,1% eran Delta, y 649 secuencias no fueron asignadas a un
linaje Pango (0,2%).
«Hay que tener en cuenta que la distribución global de las variantes de
preocupación del coronavirus debe interpretarse teniendo en cuenta las
limitaciones de la vigilancia, incluidas las diferencias en las capacidades de
secuenciación y las estrategias de muestreo entre países, así como los retrasos
en la notificación. Además, es posible que algunos países hayan cambiado sus
políticas de análisis y secuenciación», comentó la OMS en su boletín semanal.
Cada semana los expertos realizan un proceso de evaluación del riesgo de
las variantes que ahora también aplican a las recombinaciones. Desde la
actualización epidemiológica publicada el 22 de marzo de 2022, no hay nuevas
pruebas que indiquen que la variante recombinante asignada al linaje XD, que es
la recombinación de Delta y Ómicron, esté asociada a una mayor transmisibilidad
o a resultados más graves.
En tanto, la recombinante XE (que incluye los sublinajes de Ómicron BA.1
y BA.2) se detectó por primera vez en el Reino Unido el 19 de enero. Desde
entonces se han notificado y confirmado más de 600 secuencias.
Las primeras estimaciones indican una ventaja en la tasa de crecimiento
de la comunidad por encima del 10% en comparación con BA.2. Sin embargo, este
hallazgo requiere más confirmación, reconocieron.
La recombinante XE pertenece a la variante Ómicron hasta que se puedan
notificar diferencias significativas en la transmisión y las características de
la enfermedad, incluida la gravedad. “La OMS sigue vigilando y evaluando
estrechamente el riesgo para la salud pública asociado a las variantes
recombinantes, junto con otras variantes del coronavirus SARS-CoV-2, y
proporcionará actualizaciones a medida que se disponga de más pruebas”,
informaron.
Sin embargo, los expertos en virología y genómica no creen que la
recombinante XE sea más grave o resistente a las vacunas que otros tipos de
Ómicron. El profesor François Balloux, genetista del University College de
Londres, afirmó que «es probable que la variante siga un camino similar al del
linaje AY.4.2 Delta, olvidado desde hace mucho tiempo, que despertó temores en
Gran Bretaña, pero no llegó a despegar en otros lugares». En sus redes
sociales, el profesor Balloux afirmó: «La XE no es una variante preocupante».
En tanto, la Dra. Ángela Rasmussen, viróloga de la Universidad de
Saskatchewan, en Canadá, afirmó que «no hay razón para ponerse nervioso».
Remarcó que «XE es uno de los muchos recombinantes de Ómicron BA.1 y BA.2. Como
tal, por mucho que tenga éxito, seguirá siendo un sublinaje de Ómicron». Delta
contaba con más de 200 sublinajes de este tipo antes de ser desplazado por
Ómicron.
También la Dra. Rasmussen señaló que «XE no es una letra griega que
designe una nueva variante de interés. Es sólo una recombinación de Ómicron, la
quinta identificada, después de XA, XB, XC y XD». Aconsejó que hay que tomar
las mismas precauciones para la COVID-19 en general.
La profesora Susan Hopkins, asesora médica jefe de la agencia sanitaria
británica UKHSA, declaró: «Las variantes recombinantes no son un hecho inusual,
sobre todo cuando hay varias variantes en circulación, y se han identificado
varias en el transcurso de la pandemia hasta la fecha. Al igual que ocurre con
otros tipos de variantes, la mayoría se extingue con relativa rapidez. Este
recombinante en particular, XE, ha mostrado una tasa de crecimiento variable y
aún no podemos confirmar si tiene una verdadera ventaja de crecimiento».
Hasta ahora no hay suficientes pruebas para sacar conclusiones sobre la
transmisibilidad, la gravedad o la eficacia de la vacuna, según Hopkins. La
agencia británica también informó que seguirá vigilando de cerca la situación
de forma rutinaria, al igual que todos los datos relativos a las variantes del
coronavirus tanto en el Reino Unido como a nivel internacional.
A principios de este año, se había detectado en todo el mundo la
variante Deltacron, una combinación de Ómicron y la variante Delta que dominó
la segunda mitad de 2021 en el mundo. Al igual que la recombinante XE,
Deltacron también se había detectado por primera vez en el Reino Unido, y con
el tiempo se secuenció una cantidad muy pequeña de casos también en América.
Pero Deltacron fue superado por Ómicron -tanto el BA.1 como el BA.2- y
no tuvo mucho impacto. Aunque la recombinante XE aún no se ha detectado en
EEUU, el aumento de la variante ‘sigilosa’ en las últimas semanas ha resultado
ser motivo de preocupación para algunas autoridades. Los Centros para el
Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) revelaron el martes que el
sublinaje BA.2 -que es un 30% más infecciosa que la BA.1, pero igual de leve-
representa ahora el 72% de los casos de secuencias en Estados Unidos. BP
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